En la opinión de Elí González
@calacuayoMX
Se acerca el 1 de agosto, la fecha en la que los mexicanos decidiremos, si queremos que se enjuicie o no, a los expresidentes de México.
Pero dicha consulta enfrenta el sabotaje directo, diseñado y estructurado desde adentro del Instituto Nacional Electoral (INE).
Esta consulta, la cual fue aprobada por el Congreso de la Unión busca medir el sentir de los ciudadanos sobre si se deben enjuiciar o no a actores políticos por actos del pasado, y que no queden impunes por el hecho de haber cometido ilícitos en otras fechas.
Lorenzo Córdova ha insistido que la consulta no tendrá éxito, porque no alcanzan los recursos para organizarla. Y todos sabemos que no es el dinero. El INE tiene un presupuesto criminal y desproporcionado en una sociedad con tantas carencias.
La Secretaría de Hacienda se negó a darle otros mil 500 millones de pesos que de manera abusiva, estaba solicitando el INE para esta consulta. En venganza Lorenzo Cordova, decidió colocar solo el 34% de casillas que se usaron en las elecciones intermedias.
Por donde se le vea, esto es un franco sabotaje. Pues para que la consulta popular tenga validez, necesita participar el 40% de las personas inscritas en el padrón electoral del INE que al corte del 18 de junio de 2021 es de 93.5 millones de mexicanos.
Si para la validez de la consulta se necesita 37.4 millones de personas, ¿Cómo pretende hacerlo con el 34% de las casillas instaladas en la elección entremedia?
En las elecciones recientes del pasado 6 de junio, se instalaron 163 mil casillas, y si para la consulta del próximo 1 de agosto solo se instalan 55.4 mil casillas, los números no cuadran, pues en promedio tendrían que asistir 675 personas por casilla, para lograr ese 40% del padrón electoral.
El sabotaje ya está diseñado, el fraude ya está en marcha, y lamentablemente se avista un triunfo para Lorenzo Cordova y un ataque descarado a la democracia.
LA OBSCENIDAD DEL INE
El INE es un instrumento de perversidad, injusticia y ofensa hacia la sociedad mexicana.
Lorenzo Córdova y los suyos no viven como debieran, en la justa medianía, manejando el presupuesto con más pudor. Dinero que es nuestro.
Los consejeros del INE viven cual faraones, con todas las prestaciones, percibiendo 263 mil pesos mensuales brutos, incluyen un seguro médico privado y otro de separación individualizada, que nos cuesta 270 millones de pesos anuales.
Cada uno de los 11 consejeros recibe una bolsa mensual de 722 mil pesos para asesores. Aparte de que ganan más que el presidente Andrés Manuel López Obrador. Los consejeros del INE, tienen en total 117 asesores tan solo para los consejeros.
Y aún hay más, tan solo en bonos de productividad para el personal del Servicio Profesional Electoral, el INE gastó este año 13 millones 184 mil pesos. En abril y junio, se le dio a todo el personal, dos bonos que duplicaron sus sueldos.
Adicionalmente a todo lo que se embolsan, los consejeros pueden gastar hasta 11 mil pesos en alimentación fuera del INE. En 2019 Lorenzo Cordova se comió 114 mil 127 pesos y Ciro Murayama se comió 143 mil 640 pesos.
De 2014 y 2020, los consejeros del INE comieron fuera del presupuesto ya asignado, 2 millones 346 mil pesos
En resumidas cuentas, lo que le sobra al INE, es dinero. Dinero que no quiere utilizar en instalar más casillas. Prefieren vivir como faraones, a costa de nuestros bolsillos.