El MUNDO AL REVÉS, LOS PÁJAROS LE TIRAN AL TIGRE

Por Sergio Calvo Navarijo

EL MUNDO AL REVÉS. MIENTRAS EN LOS SEXENIOS ANTERIORES EL GOBIERNO CALLABA, TORTURABA, ENCARCELABA O EXPULSABA A QUIENES LO CRITICABAN, AHORA SON LOS OPOSITORES E INSTITUCIONES MENORES QUIENES PRETENDEN CALLAR AL PRESIDENTE.

¿En dónde está el autoritarismo y la intolerancia? En estos cinco años de gobierno, periodistas, políticos y personajes desconocidos gozan de una exagerada libertad de expresión, critican e insultan al presidente de la República y nada pasa. Pero curiosamente si el presidente habla de alguien, sin insultarlo, solo señalando sus comportamientos, entonces sí, temerosos de que la ciudadanía se entere de sus malos manejos sean de palabra o de delitos, exigen callen al presidente.

Y ya encontraron el camino. Se quejan con el INE y éste llama la atención al presidente y le ordena (fíjese nada más) que se desdiga, (que borre las conferencias dónde emitió ese mensaje a la ciudadanía)

Y la sagrada libertad de expresión de la que gozan todos los periodistas y ciudadanos común y corrientes. Y los insultos de Aguilar Camín, Javier Lozano, Carlos Marín y muchos más, esos si gozan de libertad absoluta.

Que no la autoridad tiene la libertad y obligación de decirle al pueblo quienes cometen delitos y mostrar las pruebas, para que, si el vendido Tribunal Superior de Injusticia no los castiga, por lo menos el pueblo esté enterado.

Hay que recordar cuantas injurias, calumnias y hasta demandas han lanzado desde la máxima tribuna del senado Xóchitl Gálvez, Lily Téllez, y otros muchos. Que si los chocolates Rocío, que si la casa Gris, que si se está destruyendo la selva, que si los malos manejos en las obras. Gálvez hasta se atrevió a ir a Estados Unidos a levantarle un acta al hijo mayor del presidente, por supuesto conflicto de intereses en una casa rentada en Estados Unidos.

Y todas las demandas de la oposición las han perdido, pero utilizan esos hechos como cantaleta para seguir atacando al gobierno de la 4T.

Y ahora que le toca a Gálvez, la que cobra 500 pesos por entrar a sus reuniones proselitistas, pues no le gusta y otra vez como ya se le hizo costumbre, pues levanta una demanda que es la única forma que tiene de ganar espacios en los medios de comunicación. Que por cierto la siguen a todos lados, olvidándose de los aspirantes de la 4T.

Si, la misma que cuando el partido azul dijo que los que se inscribieran para competir para ser candidatos a la presidencia, tenían que recabar 150 mil firmas y ella pidió cambiar eso porque no podría reunir esas firmas pues “carezco de estructura territorial”, ¿y así pretende ganar unas votaciones tan importantes como las de 2024?
Ah, pero se me olvidaba que en sólo dos semanas no sólo logra esa meta, sino que alcanzó la inimaginable cifra de 17 millones de firmas.

Para su desgracia muchos de sus admiradores, patrocinadores y compañeros de partido le están retirando su apoyo luego de que se supo que ella si cometió varios delitos con sus empresas siendo servidora pública. Ocultó información en sus declaraciones patrimoniales y nunca reportó sus ganancias. Al tiempo.