El México antes y después del neoliberalismo, apertura comercial y/o capitalismo voraz
Por Jorge Estrada
@yorchbuster
En últimas fechas es común toparnos con la palabra neoliberalismo, seguramente un término buscando en Google mucho más de la cuenta a partir del 2018 cuando empezaron las mañaneras del presidente Obrador. Pero en realidad poca gente entiende el concepto preciso, incluso entre expertos en temas económicos pudiera existir alguna polémica al respecto de la definición exacta.
Sin embargo, a pesar de este desconocimiento es muy común que la gente lo asocie a algo negativo, si entendemos que más del 60% de la población mexicana está satisfecha y confía en el presidente de México, no es una locura inferir que un porcentaje similar ligue la palabra neoliberalismo a algo malo, algo que perjudica. Y ciertamente no están del todo equivocados.
No me atrevería a descalificar al 100% un modelo económico, porque ciertamente no hay perfección en ninguno, y al no existir un modelo totalmente perfecto, tampoco existiría uno imperfecto. Lo que si me atrevo a opinar es que su aplicación y ejecución en México es desastrosa para la economía DE LOS MEXICANOS, que es muy diferente a la economía mexicana.
Este modelo se empieza a aplicar en México de manera sutil a mediados de los 80s y toma fuerza y descontrol total en la década de los años 90s. Pero los que tenemos la edad suficiente tratemos de recordar algunos procesos económicos de la época y compararlos con la actualidad.
Primero, México no estaba al 100% abierto a la economía mundial, esto llego hasta finales de los años 80s……y pondremos un ejemplo con el que todos nos podemos identificar y entender: Las tienditas de la esquina.
Mis padres trabajaban y recibían un pago por ello, y hay que entender ese ingreso que recibían como se gastaba…. se iba a la carnicería a comprar carne, a la panadería por pan, a la frutería, a la tiendita de la esquina varias veces por semana, al zapatero, a la tienda de ropa y a los supermercados por algunos productos específicos. Esto significaba que ese dinero que mis padres ganaban se distribuía en muchos otros lugares, el dinero fluía, llegaba a mas manos y esto generaba empleos y un crecimiento. Si, no era perfecto, teníamos deficiencias, mala calidad y probablemente mucha mediocridad empresarial, pero funcionaba y sus áreas de oportunidad eran mas fáciles de corregir que el modelo actual.
Hoy el dinero que ganamos, en realidad queda en muy pocas manos, más bien pocas corporaciones. Ejemplo: Un día Coca Cola descubrió que no tenía por qué conformarse con ser uno de los principales productos de la tiendita de la esquina…. Cuando podía volverse la tiendita de la esquina. Se crean el modelo económico del OXXO y en pocos años las tienditas ( que eran familias mexicanas ganándose la vida ) se ven obligados a desaparecer.
Los Oxxos dan mejor servicio, y tienen más surtido y comodidades alegan los defensores del modelo, y si es posible. Al final la gente decide a donde ir, también es verdad. Pero jamás se trató de una competencia justa.
Las tienditas no podían competir con Oxxo por muchos motivos, su cadena de suministro, su marketing, su poder de compra mayorista, su poder de negociación, sus empleados expertos en planeación, y un largo etc. Sumarle favores gubernamentales como pocos impuestos, poco cobro de luz eléctrica, definitivamente no se podía competir en condiciones de igualdad, ahí una de las grandes falacias del libre mercado.
Lo mismo paso con Wal Mart, que arraso con panaderías, carnicerías, mercados, fruterías, tiendas de ropa pequeñas, ferreterías y pequeñas tiendas de artículos electrónicos y del hogar. Prácticamente todo nuestro ingreso termina en las manos de pocas corporaciones, la mayoría extranjera, cuyas ganancias finales se van del país..
Es cierto que estas empresas crean empleos también, pero nunca en la misma medida de los que destruyeron cerrando esas pequeñas empresas mexicanas. No está mal que vengan empresas como estas a operar a México, la competencia es sana, pero hacerlo en condiciones tan desventajosas y sin el control de la mano del estado para regular, simplemente es aventar pequeños peces al estanque de los tiburones.
Esa mano del estado que intente regular es la diferencia entre la famosa derecha e izquierda en políticas públicas. Unos quieren que el mercado se autorregule (derecha) como si los tiburones y pequeños peces pudieran competir y avanzar juntos en una manera justa, y otros buscan que exista un ente que proteja a estas pequeñas especies de los depredadores (izquierda). Ambos sistemas tienen fallas y aciertos, en mi opinión esto depende de cada país, sus circunstancias, su cultura y sobre TODO su calidad de gobierno, y si tuviera que elegir a la realidad mexicana que nos conviene, yo daría vuelta a la izquierda.
Que el dinero fluya abajo y fluya aquí.