EL LEGADO DE AMLO…Y LO QUE VIENE

En un comunicado público realizado por la dirigencia del partido Morena, Mario Delgado advierte a militantes y simpatizantes del Movimiento, que ya es tiempo de ir reflexionando sobre la no tan lejana jubilación del presidente López Obrador. Un año y restando día a día, en la clepsidra de este sexenio.
Delgado señala que López Obrador dejará un legado histórico, que no cualquier político puede darse el lujo de acumular. Y pregunta a quienes lo escuchan, si ese legado servirá de base para construir el camino que seguirán las futuras generaciones del país, o si se dilapidará en una lucha intestina que puede darse, si se olvida que dentro del Movimiento, lo importante es defender causas y no buscar cargos.

Paco Ignacio Taibo II, en un evento donde se conmemora el décimo aniversario del nacimiento de Morena, advierte que se hace necesario “sacudir” al partido, para “ponerlo a leer, discutir, pensar y generar pensamiento crítico”. Taibo pone a la vista de todos, el reciente fracaso del PRD, partido donde militó mucha de la fuerza política que hoy se encuentra en Morena. Advierte del peligro que significa el no tener memoria de corto y de largo plazo, que nos prevenga a tiempo del existente riesgo de que se nos “pudra” este nuevo partido, tal y como sucedió con el PRD.

Estos dos aspectos van a pesar significativamente en el futuro próximo del Movimiento. Pueden conducirnos a la segunda etapa de la Transformación, tal y como quieren millones de mexicanos, o pueden ser el punto de inflexión que marque la ruta descendente de Morena como fuerza política de vanguardia, para retroceder a esa especie tan despreciable, de “agencia de empleos” bien remunerados.

Lo que dice Taibo II es de capital importancia. Hay mucha gente que se dice militante o simpatizante de la izquierda, sin tener la menor noción de lo que eso significa. Esto es natural en el segmento de los simpatizantes, pero imperdonable en los militantes del partido.

El simpatizante no pertenece a una estructura política, donde se requiere por fuerza del conocimiento pleno de las causas que se defienden y del método que la izquierda tiene definido para alcanzar sus metas. El simpatizqante brinda respaldo público y otorga su voto electoral.

El militante está obligado a conocer la teoría básica de la izquierda, así como la historia de los movimientos sociales que se han dado en México y en el mundo.

Sin embargo, la lectura no es una afición que distinga a los políticos mexicanos. Y menos cuando se trata de asuntos teóricos. Esa deficiencia va a pesar mucho en el futuro inmediato, pues sin una sólida formación de izquierda, el político de izquierda “analfabeto”, tiende a caer bajo la seducción del cargo bien remunerado y mantenerse ahí, todo el tiempo posible. Se olvidan las causas. Se olvida Proyecto y Movimiento. El único interés está en formar parte de la nómina federal, estatal y hasta municipal.

La formación política debería ser obligatoria para la militancia del partido. Una formación sencilla, pero suficientemente sólida, que genere interés personal para acrecentar lo recien conocido. Hay un libro básico y sumamente sencillo de Georges Politzer, que lleva por título “Cursos de Filosofía” y que contiene las bases suficientes para entender el significado de “metafísica idealista”, propia de los conservadores y la dialéctica materialista que da certeza al pensamiento de izquierda. Antonio Gramsci tiene libros bastante sencillos.

No se trata aquí de entrar a la compleja lectura de El Capital, o de otras obras teóricas del mismo género. Sería bueno que la militancia tomara conciencia de que la base del pensamiento de izquierda, está en el “cambio” permanente de las cosas. La modificación incansable de nuestro Universo. Esto porque hay quienes tienden a mantener inalterable el estado de las cosas, sin comprender que la “modificación” permanente, es regla básica de nuestra realidad.

La próxima jubilación del presidente, traerá consigo un cambio profundo dentro del Movimiento. Y lo preocupante en este momento, donde se definen las candidaturas para representar a Morena en la elección federal del 2024, es la evidencia de que hay políticos dentro del partido y en las otras dos fuerzas políticas que forman parte de la coalición de izquierda, que están más preocupados en alcanzar un cargo, que en mirar por la causa que se supone están defendiendo.
Así comenzó el PRD su cuesta abajo.

Mario Delgado habla del valioso legado que deja el presidente y de la necesidad de defenderlo, para que sirva como base al segundo piso de la Transformación. Pero para eso hace falta que la dirigencia dé claridad al proceso de selección de candidatos del Movimiento. Hay que recordar que Gerardo Fernández Noroña, vocero de Claudia Sheinbaum, expresó hace poco que él no se inscribía en la lista de aspirantes a candidatos en la Ciudad de México, porque había “dados cargados”. Eso no puede suceder. O Noroña miente desde un cargo que le queda grande, o algo inadmisible está sucediendo dentro del Partido.

La lectura es piedra de toque en cualquier proceso de transformación. No hay otra manera de entender la realidad y la historia del país. No hay otra mecanismo para conseguir transformar. Y eso lo vemos con el presidente, quien ha demostrado ser un lector consistente y un escritor de historia y política de primer nivel.
Una recomendación sana para todos, sería la de que se acerquen a un libro cuando dispongan de tiempo.

Si se quiere opinar con bases sólidas y con idea clara sobre lo que sucede en el país, es necesario tener la formación cultural suficiente, para no ser únicamente propagandista, o aplaudidor de lo que se conoce someramente.

El Movimiento concretará esa Revolución de las Conciencias de la que mucho se habla, cuando el grueso de la sociedad adquiera el nivel cultural suficiente, para defender con argumentos y acciones, ese legado que nos deja el presidente López Obrador. La propaganda y los aplausos huecos, en realidad pesan poco.

Malthus Gamba