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El engaño económico de los expresidentes
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El engaño económico de los expresidentes

Durante más de 36 años los gobiernos de los expresidentes farsantes, ladrones y criminales, nos engañaron con el cuento de que México estaba jugando en las grandes ligas con su economía, utilizando datos fuera de contexto e información manipulada, expresada por medio de terminajos tecnocráticos inexplicables para el ciudadano común, distribuidos a través de mercenarios baratos de la información, que alquilados por unos cuantos pesos nos metían el dedo en la boca y nos hacían creer que todo iba viento en popa.

Mientras, un grupito de ladrones disfrazados de empresarios, saqueaban las riquezas del país y ellos se enriquecían a manos llenas drenando alegremente el erario, que es producto de los impuestos que todos pagamos.

Cuando Salinas tomo el poder a través de un fraude electoral, la deuda pública era equivalente a que cada mexicano adeudara 3,218 pesos. El peso tenía una paridad equivalente a 2.91 pesos por dólar. En esos 6 años la deuda pública creció 123% para llegar a 581 mil millones de pesos y cada mexicano ya debía 6,444 pesos. El peso se devaluó 51% a 3.50 por dólar; los bancos, Teléfonos de México y muchas otras empresas del Estado, fueron vendidos a los oligarcas a precios muy por debajo de su valor real.

Con Zedillo, elegido después del asesinato de Colosio por ser la única opción que tenía el PRI para poner candidato, la deuda se incrementó en 233% y para entonces cada mexicano ya debía 13,448 pesos. El peso se devaluó 175% llegando a 9.50 por dólar; el error de diciembre cometido por él y su secretario de Hacienda, Serra Puche, colapsó los mercados mundiales de valores y dejó a millones de mexicanos sobre endeudados con los bancos, en estado de indefensión, perdiendo sus viviendas, sus vehículos y sus bienes a manos de los acreedores, a quien el gobierno decidió rescatar por medio del Fobaproa, que todos los mexicanos pagaremos hasta el año 2070 y que nos cuesta 40 mil millones de pesos anuales, sólo en intereses.

Con Fox tomando posesión después de un proceso en el que la gente votó por hartazgo contra el PRI, motivada entre otras cosas por el dinero ilegal de los amigos de Fox y del Pemexgate, se sobreexplotaron las reservas petroleras, la deuda creció 88 % y cada mexicano ya debía 18,457 pesos. El peso se devaluó en 15% llegando a 10.90 por dólar y Fox coronó su gobierno con la perpetración de un descarado fraude electoral que nos dejó la peor de las herencias.

Llegó Calderón iniciando una guerra estúpida contra el narcotráfico, sin estrategia ni conocimiento del enemigo, que sumió al país en un baño de sangre y lo convirtió en un cementerio clandestino. Con él comenzó la destrucción de la industria petrolera y su endeudamiento inmanejable, la devastación de la industria eléctrica y su entrega a los intereses extranjeros, el genocidio imparable, la tortura generalizada, la asociación del gobierno con el narcotráfico y con las bandas de secuestradores. Con él, la deuda creció 170% y para entonces cada mexicano ya debía 45,635 pesos, contratando préstamos por una cantidad promedio de 1,538 millones de pesos cada día de su sexenio y el peso se devaluó en 21% para llegar a 13.10 por dólar.

Con Peña Nieto la deuda creció más de 102% y para finales de su gobierno cada uno de los mexicanos debíamos ya 86,640 pesos. Este corrupto contrató préstamos en nuestro nombre a razón de 2,500 millones diarios. Como buen actor de infomerciales se olvidó del gobierno y se dedicó a entregar negocios a empresas de oligarcas nacionales y extranjeros, otorgándoles préstamos de la banca de desarrollo, con nuestro dinero, para que pagaran el costo de los negocios que les regalaba. En su gobierno el peso se devaluó en 57% para llegar a 20.59 por dólar.

En resumen, en el tiempo que transcurrió desde el sexenio de De La Madrid hasta el de Peña Nieto, el crecimiento de la economía fue de 1.85% anual, con un crecimiento de la deuda de 4,400%, lo cual la ubicó en 52% de nuestro Producto Interno Bruto, cuando al principio era solo de 3%; el peso se devaluó en 23,000%. En todo ese período la economía creció 10 billones de pesos y la deuda lo hizo en 10.5 billones; es decir, México tuvo crecimiento económico negativo en esos 40 años.

Hoy el peso no se ha devaluado en casi 3 años y la deuda pública ha disminuido para colocarse en 47.7% de nuestro PIB, un 8% por debajo del nivel que tenía al principio del gobierno actual y la verdad, no nos faltan razones para enjuiciar a estos delincuentes.

Como dijo el escritor francés Jean de la Bruyere: “Una cualidad de la Justicia es hacerla pronto y sin dilaciones; hacerla esperar es injusticia”. JUICIO A EXPRESIDENTES, YA

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