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El ‘altruismo’ panista
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El ‘altruismo’ panista

La semana pasada volvimos a ser testigos del comportamiento de la derecha, sin escrúpulos, voraz, clasista e inconsciente, como nos sucede casi constantemente, pero que debemos tener presente para que la consciencia colectiva se mantenga alerta.

En uno de estos eventos patéticos, pudimos ver a la senadora panista fugada de Morena Lilly Téllez, haciendo gala de su disfunción cognitiva y en su mejor esfuerzo para detener la exigencia de la opinión pública, que le recordaba continuamente su compromiso de donar una ambulancia para el pueblo de donde es gran parte de su familia, Ures, en Sonora, consiguiendo una carcacha de los años 90s en Estados Unidos, donada por un actor que ha sido acusado de pederastia.

Evidentemente el cacharro es un auto chocolate emplacado en el vecino país del Norte, que de ninguna manera cubre ya los estándares requeridos allá para dar el servicio como ambulancia y que probablemente aquí tampoco logre pasar ni la verificación, una vez que la puedan regularizar a través del programa para ese fin, firmado por el Presidente López Obrador.

En un magno evento ante ciudadanos y autoridades de Ures, digno de nostalgia por la forma en que estos políticos ridículos manifiestan su altruismo simulado desde la época de Don Perpetuo en las historietas de Rius, la senadora anunció y publicó su donación. De inmediato la ciudadanía reaccionó a través de las redes sociales propinándole una paliza brutal, que mantuvo durante 3 días el hashtag Lady Chatarra como Trending Topic.

Otra bonita manifestación de la disfuncionalidad que impera entre los miembros de ese partido, nos la regaló Mariana Gómez del Campo sobrina de Calderón, manifestando su molestia por la entrega de becas a estudiantes sin recursos económicos, que busca que los jóvenes no tengan que abandonar la escuela por falta de dinero. Para ella se deberían becar solamente a los estudiantes que hicieran méritos, como si no poder estudiar por falta de recursos económicos no fuera ya suficiente.

Sus cerebros no pueden comprender el significado de la palabra derechos, porque para ellos los únicos derechos que existen son los de saquear a los demás a partir de una posición de privilegio derivada del influyentismo. Esta panista ganaría algo de salud mental, si se diera cuenta que ella no habría ocupado nunca un cargo público si los puestos se asignaran por méritos, porque todos sabemos que no ha hecho ninguno, sumida en su absoluta mediocridad heredada.

El último de estos eventos, pero no por eso el menos increíble, fue el anuncio de dos alcaldías panistas de la Ciudad de México, la Benito Juárez y la Miguel Hidalgo, promoviendo el servicio comercial de pruebas de detección del coronavirus, que ellos mismos concesionaron a laboratorios privados para que cobren entre 200 y 400 pesos por cada una y que anuncian como un apoyo solidario, mientras el gobierno de la ciudad proporciona este servicio gratuito en 117 centros de salud, 8 plazas comerciales, realizando más de 23 mil pruebas diarias.

El de los panistas en esas demarcaciones, es sin duda un servicio solidario con laboratorios privados a los que les otorgó la concesión, que seguramente vendrá acompañada de algún moche para funcionarios de la alcaldía. Ya queda en la decisión de los habitantes si optan por ir a pagar un servicio que pueden recibir gratuitamente siempre que no venga de los panistas.

Da terror pensar que nos hubiera pasado si gente de este partido hubiese estado al frente del gobierno federal durante la pandemia.

Como dijo el escritor latino nacido en Siria, Plubio Siro: “Al pobre le faltan muchas cosas; al codicioso le faltan todas”.

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