Destruyen, mientras los demás construimos
En la lógica disfuncional de la oposición moralmente derrotada, aparecen continuamente temas irrelevantes que se ponen en la mesa de discusión de redes sociales, cuyo único fin es continuar reforzando su odio hacia el gobierno actual.
Su desesperación los mantiene tratando de destruir mientras otros construimos; ni siquiera tienen la inteligencia para intentar construir algo diferente, sino que su único propósito es detener la construcción de los demás y si es posible, destruirla aunque se perjudiquen ellos mismos.
Aunque sus temas sean irrelevantes y hasta estúpidos, frecuentemente nos distraen de lo importante. De todo eso que en algún momento criticaban, porque los resultados de la nueva construcción todavía no se podían percibir claramente, pero que conforme pasa el tiempo, van abandonando para concentrarse en otros cada vez menos importantes, porque lo realmente relevante se va atendiendo y resolviendo a través de la 4ª Transformación.
Así pasaron de exigir que bajara el precio de la gasolina y cuando bajó, se enfocaron en gritar para que bajaran los índices de inseguridad; cuando estos disminuyeron se les olvidó el asunto y se concentraron en las pruebas de coronavirus; cuando estas se aplicaron, se orientaron en criticar la falta de vacunas; ahora que están aplicándose, se enredaron con los apagones de energía eléctrica sin enterarse que fueron causados desde Texas.
En fin, hasta las vallas preparadas para detener la destrucción de los edificios públicos por parte de las hordas de salvajes pagados por ellos, ha sido tema de discusión pública. Así van, de un tema a otro y cada vez les quedan menos excusas para fingir protestas sobre temas que sus gobiernos provocaron y que el actual va resolviendo gradualmente.
Un tema fundamental que ya dejaron de lado, porque no hay por donde atacar, es el del proceso de vacunación que está teniendo lugar en la medida que las vacunas van llegando a México.
Hasta el viernes pasado en México habíamos tenido a 2,119,305 personas contagiadas con la lamentable cifra de 189,578 fallecidos en relación con el COVID-19. Sin embargo, ese mismo día ya se reportaban 2,731,900 personas vacunadas con una dosis y 603,104 vacunadas con las dos dosis que se requieren para quedar completamente inmunizado.
En pocas palabras, con todas las complicaciones que se han presentado en el mundo para conseguir que lleguen las vacunas, ya se han aplicado en nuestro país por lo menos una dosis a más personas de las que se han contagiado desde que inició la pandemia.
Salvo por los problemas que se ocasionaron en Ecatepec, derivados de la difusión de noticias falsas de la oposición se empeñan en publicar, el proceso de inmunización se lleva a cabo en perfecto orden y con un trato más que digno a las personas que acuden a los módulos, tratándose hasta hoy en su mayoría de adultos mayores de 60 años, además del personal médico que se encuentra en la línea de riesgo.
Así, se espera que para abril se haya vacunado a los cerca de 15 millones de adultos mayores que existen en el país, con lo que los índices de mortalidad derivados del contagio del virus disminuirán en 80%.
Como este tema, que es toral para que nuestro país comience a llevar su vida normal, hay otros muchos de los que nos distraemos, por ponerle atención a las discusiones banales en los que nos enfrascamos para darles gusto a estos, que no saben más que destruir, mientras los demás construimos.
Como dice el guion cinematográfico de Steven Conrad: “Cuando se atisba un rato de felicidad, siempre hay alguien que quiere destruirla”.