¿DE ‘ÓNDE, ‘APÁ? ¡Pos de la Corrupción, m’ijo!
Por Miguel Ángel Lizama
@Migueliz8
CON SORNA preguntaba la Opinocracia PRIANal: “¿De dónde sacará López Obrador recursos para sus fantasiosos planes y proyectos que anda ofreciendo?” Con paciencia y mesura, el multi cuestionado por los reporteros respondía: “De la Corrupción. Del combate a la inmoralidad saldrán los recursos que hoy se van al caño de la corrupción”. Ningún analista ni experto afamado le hacía caso. Mejor archivarlo en el olvido. AMLO SIEMPRE LO DIJO ASÍ DE CLARO Y CONTUNDENTE.
En apoyo a su burla, el intelectualismo oficial apuntaba que AMLO no tenía ninguna maestría ni doctorado extranjero para respaldar su dicho; no sabía hablar inglés para lograr apoyos de organismos internacionales a sus proyectos; se comía las “eses” y tenía mala presencia. Por su parte, AMLO reforzaba su argumento con datos del Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional (FMI) que daban cuenta de las cuantiosas pérdidas de México debidas a la endémica Corrupción gubernamental, que Peña Nieto llegó a atribuir al pueblo como parte de su cultura y esencia nacional. Así de miope estuvo siempre.
En contraste y menospreciada por la avaricia reinante, la congruencia entre decir y hacer del tabasqueño fue tomada muy en cuenta por grupos crecientes de muchachas y jóvenes adultos que empezaron a adquirir importancia en la escena nacional. El primer aviso se dio cuando en 2006 AMLO ganó la elección presidencial, pero el manoseo de votos del PRI cedidos al PAN impuso a un gris Calderón, quien apenas logró medio punto porcentual de ventaja con las marrullerías que la “autoridad electoral” impuso para el triunfo, legalizando las ilegalidades cometidas por sindicatos patronales y medios de comunicación, coordinados desde Los Pinos.
Debe destacarse que ni Fox ni Calderón tenían las mínimas luces intelectuales para merecer el protagonismo que les dieron los cortesanos neoliberales. Sólo eran buenos para la uña y esto no es ningún ataque a su honra, sino la simple descripción de su proceder, como siempre se supo sin poder comprobarse por la dependencia malsana de las instancias de investigación y procuración de justicia.
El segundo aviso llegó con la novela rosa que Televisa y el PRIAN quisieron imponer al pueblo de México, aún con cambios de escenografía, vestuarios y protagonistas, pero con el mismo guión malo, y la misma deficiente Producción, que armó una gayola aplaudidora para el momento que se le indicara. Entonces llegó 2018 con la irrupción de las “benditas Redes Sociales” como protagonistas inesperados. Ahí cambió todo.
A 2 años de distancia de ese vuelco a la vida nacional, AMLO le está cumpliendo a MÉXICO lo ofrecido, a pesar de los obstáculos que le ponen sus odiadores. Del combate a la Corrupción está saliendo el recurso para cumplir lo que había previsto, ante la furia de quienes se beneficiaban con ella. Empezó por los Programas Sociales: Pensiones, apoyos a personas con discapacidad, atención a jóvenes menospreciados como “NINIS”, becas a TODOS LOS ESTUDIANTES sin condicionarlas a calificaciones ni recomendaciones; reforestación; construcción de caminos en los municipios más olvidados.
Paró en seco los atracos de un nuevo aeropuerto en el Lago de Texcoco, y el desmantelamiento de la CFE y PEMEX, los dos pilares energéticos de México, entregados a buitres extranjeros coludidos con nacionales apátridas. A cambio emprendió un moderno aeropuerto internacional “Felipe Ángeles”, eje de un sistema aeroportuario como los más avanzados del mundo; combatió el robo de combustible a los ductos de PEMEX (el huachicoleo) e inició la refinería de Dos Bocas y modernización de 6 refinerías en vías de chatarrización para favorecer la importación de gasolinas; ordenó revisar contratos leoninos muy gravosos para la CFE y el servicio eléctrico del país. Ordenó sanear y cerrar los grandes boquetes en el Fisco, que revelaron enormes condonaciones de impuestos a grandes contribuyentes bien relacionados con la élite política, que durante años “olvidaban” pagar impuestos. Se ejerció mayor control en las Aduanas y se cancelaron infinidad de fideicomisos privados abiertos y alimentados con dinero público. DE TODA ESA CORRUPCIÓN SALEN RECURSOS para los planes y proyectos ofrecidos, a pesar de las protestas, amparos y tendenciosos “expertos” pagados para impedir el cierre de la veta de corruptelas.
Apenas iniciado el azaroso camino, apareció el inesperado virus Covid-19 que se hizo pandemia por su estela de muerte y carencia de medios para combatirlo. En México aumentó su gravedad por un Sistema de Salud en franco deterioro, con falta de instalaciones, equipamiento y personal de atención. AMLO puso a todo su equipo a atender la emergencia y mientras las Fuerzas Armadas terminaban de construir hospitales abandonados, Hacienda se aplicaba en controlar las finanzas públicas sin endeudamiento (como era costumbre), y buscaba recursos para adquirir insumos médicos y preparar profesionales de la salud.
Con total menosprecio al país, los odiadores de AMLO se organizan para recuperar el poder que el voto popular les quitó, y en vez de contribuir a resolver la inesperada pandemia, pagan campañas de odio a funcionarios ocupados en componer los destrozos que dejó la Corrupción institucionalizada, de donde hoy salen los recursos para atender al país como nunca antes se hizo en el nefasto periodo “privatizador” que hoy está a una elección de revertirse.
PUNTO DE SIMILITUD de AMLO con los Próceres que aparecen en la simbología de la 4T: No sólo más combatidos por odiadores, sino los que más avance le han dado a MÉXICO, aunque ninguno enfrentó una pandemia mundial que desquició gobiernos y sistemas sanitarios. Como dice el dicho mexicano, A LÓPEZ OBRADOR le tocó bailar con la más fea: Pandemia y Odiadores.