CHAPULINES EN MORENA ¿SÍ, O NO?

La situación no es nueva, ni Morena tiene abiertas y a su alcance, soluciones distintas a las que se han presentado en el pasado. No solo en nuestro país, sino en el mundo entero.

Una fuerza, o un conjunto de fuerzas en decadencia, ven el cierre de un periodo histórico y político con preocupación. Las fuentes de “empleo” seguro y bien remunerado dentro de la administración pública, se han agotado y nada puede esperarse de las estructuras políticas, antes sólidas y pródigas, que hoy se presentan ante nuestros ojos agotadas y secas, como futuro inmediato.

Las puertas del aparato de gobierno se cierran para ellos, pero paradójicamente, se hayan bien abiertas en el edificio de nuestros rivales políticos históricos.
Ese fenómeno lo estamos presenciando en México en este momento. Los viejos partidos hegemónicos PRI, PAN y PRD, están siendo reducidos sistemáticamente, a nada. Desde las elecciones del 2018 que perdieron estrepitosamente, no ha parado su caída libre, en cada proceso electoral. Y 2024 promete ser un año desastroso para los tres partidos neoliberales.

Por eso vemos un reacomodo en la clase política del país. “Brincos” de priistas al panismo y viceversa. Brincos de perredistas hacia todas partes, pues ese barco se hunde desde ahora y nadie hace algo para salvarlo.

Saltos hacia Movimiento Ciudadano también, al igual que hacia los partidos Verde y del Trabajo.

Pero lo que es un hecho inocultable, es el “pase” de fuertes contingentes de políticos neoliberales, a las filas del Movimiento de Transformación. Las bases de la derecha, llegan generalmente en calidad de simpatizantes y son aceptadas sin problemas mayores. A fin de cuentas, son pueblo y el Movimiento de Cambio es para el pueblo. Pero están también los “cuadros” fuertes, los políticos encumbrados que intentan llegar, cuando se puede, en calidad de militantes y con la posibilidad de competir por puestos importantes, defendiendo la camiseta de Morena en el proceso electoral que está a la vista.

A esos políticos, no todos los miran con buenos ojos. Hay quienes los consideran oportunistas, que nada tienen que ver con un proyecto al que descalificaron en el pasado reciente. No les gusta que participen en las encuestas para definir candidatos a puestos de elección popular. Y menos les gusta que ganen. Porque se da el caso de que estos perfiles, hasta hace poco conservadores, llegan a las encuestas arropados por una estructura política y un prestigio, superior al que pueden presentar los competidores salidos de las bases de Morena.

Y la pregunta aquí es ésta:

¿Deben ser aceptados como parte del Proceso de Cambio, o rechazados en defensa de ese Proceso, para evitar una contaminación indeseable?
Vamos a ver esto, de manera seria.

Hay quienes se oponen a su llegada en términos ventajosos, lanzando descalificaciones basadas en el desconocimiento y la desinformación. Son quienes odian a todo lo que huela a priismo, panismo y perredismo y basta con saber que en el pasado reciente portaron una de estas tres camisetas y se expresaron de manera desfavorable del presidente López Obrador y del Movimiento, para pedir que no se les admita dentro de las filas de Morena.

Y están aparte quienes opinan con conocimiento de causa. A continuación, expongo los tres casos significativos al respecto.

Pedro Salmerón, historiador mexicano, fundador de Morena y analista en La Jornada, publica el 6 de enero de este año, en el blog “La Cabeza de Villa”, un artículo titulado “Un Pacto y sus Resultados”, donde expresa que el 30 de noviembre del 2016, tres mil delegados electos por la militancia de Morena, aprobaron “por abrumadora mayoría, invitar a hombres y mujeres de todas las condiciones sociales, incluso –se dijo explícitamente- militantes y dirigentes de otros partidos”, a sumarse al Movimiento. Esto después de haberse realizado treinta y tres eventos masivos, dos de los cuales se dieron en la capital del país.

Pedro Salmerón, en su carácter de historiador, advierte que el pasado nos enseña que estas alianzas son positivas para cualquier Movimiento, siempre y cuando la dirigencia del partido no afloje y mantenga con fuerza las riendas del Proyecto.

Admitir cuadros opositores resta fuerza a la política conservadora y hace más débil al enemigo reaccionario.

Juan Carlos Monedero, fundador del partido español “Podemos”, profesor en la Universidad Complutense de Madrid, concede una entrevista al portal Sin Embargo y habla sobre este tema. Previene al partido para que, en el futuro, no sea “devorado” por oportunistas.

Nos recuerda esto: “Cuando los nazis son derrotados en la Segunda Guerra Mundial, qué hacen, migran todos a la democracia cristiana, y qué hacen con la democracia cristiana, la convierten en una basura, la convierten en un partido de oportunistas (…) la pudren”. Nos dice que hoy, algunos de los que se suman al Movimiento, solo quieren subir al “caballo ganador”. Pero también agrega que hay que ser generosos, ya que, gente que llega de corrientes políticas del pasado, toca a la puerta del partido, al considerar que eso “es lo correcto”. Monedero admite que existe y es natural esa tensión que se da entre quienes vieron nacer al partido y la necesidad de abrir las puertas del mismo, para hacerlo crecer.

Concluye señalando que este problema histórico, no es fácil de resolver y que lo único recomendable es que la dirigencia de Morena “mantenga vigilancia ideológica, sobre los recién llegados”.

Por último, está lo expresado varias veces por el presidente López Obrador: “Dentro de las bases de Morena, es innegable que existe una buena cantidad de gente honesta, trabajadora y leal. Pero esos cuadros son conocidos únicamente en sus casas, o en su círculo inmediato. Nadie fuera de ahí sabe de ellos. Por eso es difícil que ganen en un proceso electoral municipal, estatal y mucho menos en uno federal. Así es que, en ocasiones, se hace preciso recurrir a cuadros probados, con arrastre suficiente para conseguir triunfos. Perfiles que no salen de las bases, o el partido, pero que hacen ganar al Partido.”

Se ha criticado a la dirigencia de Morena, por abrir las puertas del Partido a todos. Pero esa apertura fue admitida desde la creación de un Movimiento Nacional, donde caben todos. Fue votada y aprobada así, por amplia mayoría y la dirigencia se ajusta a eso.

¿Qué hay riesgo de contaminación? Naturalmente existe el riesgo. El mismo que han enfrentado todos los Movimientos del pasado.

¿Hay forma de evitar que el partido se arruine?

Siempre la hay y es simple.

Es lo que nos ha dicho el presidente López Obrador todo el tiempo: “Solo el Pueblo, puede salvar al Pueblo”.
Nadie está por encima de la gente: “El Pueblo pone y el Pueblo quita”

Ante cualquier desvío ideológico, la revocación de mandato, la aplicación de la cláusula de expulsión y para fuera del Movimiento “con todo y chivas”. Aunque lo más común es ver a los oportunistas “voltear bandera”, para regresar al “chiquero” conservador. Aunque son pocos los casos que se han dado hasta ahora.
Ésa es la receta y está al alcance de los ciudadanos.

Malthus Gamba