AMLO YA LOS DERROTÓ EN 2024
Hace unos días, el exministro Arturo Zaldívar, en su participación semanal dentro del espacio que le brinda Ciro Gómez Leyva en televisión abierta, señaló que el presidente López Obrador, le había impuesto la candidatura presidencial, al grupo opositor comandado por Claudio X González.
“El presidente fue quien habló por primera vez de Xóchitl Gálvez, quien ya sonaba como una más de las tantas personalidades que aspiraban a la candidatura. Después la destapó en la Conferencia Mañanera, antes de que lo hicieran las dirigencias de los partidos opositores”.
Fue evidente el desconcierto que esta declaración provocó en el rostro de Ciro. Es una realidad que deja muy mal parado al grupo conservador, en vísperas de una elección. Y Ciro ha sido uno de los puntales de la campaña opositora, en medios de manipulación.
Ya pasado el tiempo y viendo los pésimos resultados obtenidos por una gelatina que no pudo cuajar, resulta evidente que la elección de Xóchitl como candidata neoliberal, fue la peor elección que pudo hacer Claudio X González. Sin lugar a dudas, Beatriz Paredes habría logrado posicionarse con mayor firmeza en el ánimo de la clase conservadora que conoce bien su trayectoria.
Pero Claudio cayó en la trampa preparada por López Obrador y jugo con la baraja del presidente. Hoy los resultados están a la vista.
Y de ahí se viene la cascada de fracasos que dejan a la oposición en una situación de derrota asegurada, antes del inicio de las campañas oficiales por la presidencia y otros cargos de representación popular.
Es increíble lo que ha hecho el presidente con el bloque opositor en las últimas semanas.
Primeramente (y esto es lo más importante), se convirtió en el pararrayos que soporta el embate de la guerra sucia, pagada por los viejos traficantes de influencias, empecinados por recuperar el poder al precio que sea.
López Obrador aguijonea a la oposición de manera diaria en su conferencia mañanera. Maneja la agenda política a su gusto y prepara sus respuestas contundentes, en contra de una guerra sucia más que esperada.
Para nadie fueron sorpresa los ataque mediáticos nacionales e internacionales, en contra del presidente, sus colaboradores y su familia. Se sabía que esto iba a suceder, una vez iniciado el periodo de precampañas.
Lo que no esperaba la oposición, fue el tono duro en las respuestas de López Obrador, quien contesta con firmeza a la calumnia y la mentira. El presidente ha colocado en el discurso social, las expresiones “hampa del periodismo”, “periodismo sicario”, “granjas internacionales de bots” “medios de manipulación intervencionistas” “oposición vende-patrias” “mafia del poder” y otras más.
Y los grupos reaccionarios, que intentan tomar la ofensiva política en favor de sus candidatos, terminan defendiendo sus banderas desgarradas, después del paso de la siguiente mañanera.
La guerra política que hemos visto hasta el día de hoy, es de manera generalizada, entre la oposición conservadora y el presidente. Y ése fue el plan diseñado por López Obrador desde un inicio.
Claudia Sheinbaum ha realizado un trabajo de precampaña, en relativa tranquilidad. Viajó por todos los estados del país. Consolidó la fuerza del Movimiento en esos viajes. Creo alianzas. Se enteró del avance del proceso de selección de candidatos. Pocas molestias enfrentó en este periodo. Y llega con mucha fuerza a la campaña.
El pararrayos del presidente, evitó un desgaste innecesario para la candidata.
Ese periodo importante, antes del inicio oficial rumbo a la elección de este año, fue desperdiciado por una oposición que entró al juego armado por el presidente y que, por lo mismo, lleva a una Xóchitl Gálvez sumamente maltratada, gris y desacreditada, a una elección donde la victoria esta fuera de su alcance.
Y bueno sería para los conservadores que todo parara ahí. Les quedaría la esperanza de impedir que Morena y aliados, alcancen una mayoría calificada en el Congreso de la Unión. Algo a lo que temen de manera inocultable.
Pero la etiqueta de vende-patrias que acompaña a Xóchitl Gálvez, es marca inocultable en todos ellos, porque son parte del grupo que ofrece a Estados Unidos y a España nuestra riqueza nacional, a cambio de respaldo político para un fraude electoral, que día con día se mira más difícil y remoto.
La oposición juega hoy a la desesperada. Incluso amenazan con inhabilitar al presidente, a través del INAI, por haber expuesto en la conferencia mañanera, el número telefónico de una periodista del The New York Times, aunque ese número estuviera publicado en las redes sociales de la comunicadora, desde hace algunos años.
No entienden, ni entenderán.
López Obrador está a meses de la jubilación. Su legado social, político e histórico, está asegurado. El presidente ya cumplió con México. Los beneficios sociales están ahí y nadie puede ocultarlos.
Salir por la puerta de la inhabilitación a estas alturas, es intrascendente. Es más, sería el último clavo que falta en el ataúd conservador.
Una intriga que rebasa toda forma política, buscando destruir al presidente. Precisamente lo que le hace falta a Morena y aliados para recibir una avalancha de votos de indecisos que, si bien no comulgan enteramente con el Movimiento, sienten un profundo desprecio ante la bajeza y los métodos antidemocráticos, como mecanismos para alcanzar el poder.
López Obrador tiene su salida asegurada por la puerta grande. Sin importar cual abra la oposición dentro de su desesperación. Puede ser la que le dé la victoria electoral a Claudia Sheinbaum y a la continuidad del cambio. O la que lo inhabilite y brinde con ello más fuerza al cambio.
El juego del presidente es de “ganar, ganar”.
López Obrador saldrá de la vida política del país, después de su última gran victoria.
La oposición solo tiene, ante el descrédito de sus medios de manipulación y de sus periodistas a sueldo, el poco poder que le pueden brindar las granjas de bots que paga y que no pasan de ser un fantasma, pues en el momento importante, esos fantasmas no pueden asistir a votar.
En el periodo de veda electoral que está por iniciar, el presidente dará las últimas puntadas al sudario neoliberal. Preparará la carroza, el velatorio y las esquelas apropiadas.
La última batalla del mejor político mexicano de las últimas décadas, dejará un gobierno firme y un futuro sólido para los mexicanos.
Malthus Gamba