AMLO y los consejos al señor ‘X’

Por segundo día consecutivo, el presidente López Obrador, dedica tiempo en su conferencia mañanera, a intentar orientar el rumbo del barco conservador que naufraga, para llevarlo a puerto seguro.

Claudio X González, junto a los viejos y cansados personajes reaccionarios que todos conocemos, cambia nuevamente de “logo” y de marca, en un intento que se antoja desesperado, para crear una candidatura presidencial ganadora, rumbo al 2024.

“Unidos”, agrupa a los conocidos neoliberales del pasado reciente. Desde Traficantes de Influencias y personajes de la Sociedad Civil, S. A. de C. V., hasta a los restos de una clase política desarticulada y sin idea del camino que debe seguir una oposición de derecha.

Y López Obrador, el enemigo al que todos ellos atacan a diario, les da la receta precisa, para remediar los males que aquejan a la gente que se mueve al rededor de Claudio X González.

Es increíble. El presidente más atacado por los grupos conservadores en tiempos actuales, es el personaje que muestra la vía por sonde debe transitar un movimiento opositor que desea ser competitivo, para poder recuperar el poder.

Se los dice con claridad el presidente. “Dejen de hacer el ridículo. Todos sus intentos terminan en fracaso. Nada han avanzado desde la derrota del 2018”.

Y la recomendación que da, consta de tres puntos, en una agenda que garantiza mayor cantidad de votos recibidos en futuras siguientes elecciones.

El primer punto, tiene que ver con el partido, o los partidos políticos, que representan los intereses reaccionarios. Ahí debe darse un ejercicio de autocrítica y depuración, para recuperar el apoyo de la gente. En esto no está trabajando la oposición en este momento.

El segundo punto, nos habla de contar con un candidato atractivo para la sociedad. Alguien no ligado a la corrupción y otros vicios del pasado. Un personaje que inspire confianza y goce de credibilidad. Tampoco tienen los actuales reaccionarios, elementos que cubran ese perfil.

El tercero y último punto que debe revisar la oposición, es su oferta política. El Programa que le sirve como plataforma y que recoge inquietudes y contempla las necesidades de la gente.
“Cuando los ciudadanos se presentan a votar, se fijan siempre en esos tres aspectos: el partido, el candidato y el programa”, les señala López Obrador.

Hace algún tiempo, un fascista declarado, como lo es Carlos Alazraki, recomendó a la clase opositora, seguir un método sencillo para recuperar el poder.
Su propuesta, se basa en un solo punto: MENTIR.

Y mientras más se mienta, mejor.

Durante los últimos tiempos, hemos visto una avalancha de mentiras difundidas en medios de comunicación y redes sociales. Es enorme la cantidad de “información-basura” que se publica diariamente en contra del presidente López Obrador y gente de su gobierno.

La receta Alazraki, está operando a todo vapor desde hace un buen tiempo. Y sin embargo, no hay avance apreciable derivado de la guerra sucia.

Las últimas encuestas públicas conocidas, hablan de un 77% de aprobación ciudadana, hacia la política que impulsa el presidente López Obrador.
La estrategia “ganadora” recomendada por Alazraki, termina en rotundo fracaso.

Ni las grandes mentiras preparadas para que explotaran como noticias “Bomba”, han deteriorado en algo la popularidad y confianza que disfruta el presidente López Obrador.
“Guacamaya Leaks” y “El Rey del Cash”, tuvieron una vida corta y terminaron en el basurero histórico. No mancharon al presidente, ni afectaron negativamente a Morena, como partido hegemónico en el país.

Al decir el presidente que la oposición “hace el ridículo”, no miente, tal y como lo hacen los conservadores. Es una realidad que cada intento de la oposición, termina en fracaso. Y aparte de eso, deja en ridículo a la gente que intenta en base al engaño, ganar la preferencia ciudadana.

La oposición no tiene partidos políticos ganadores. El MCPRIANRD está formado por franquicias carentes de credibilidad y ligadas fuertemente a la corrupción.
Tampoco cuenta con personajes que puedan competir con oportunidad, enfrentando a Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum, o Adán Augusto López. Todo opositor ha tenido trato anterior con el neoliberalismo corrupto.

De Programa o Proyecto Nacional, ni hablemos. Los conservadores no han podido escribir una sola línea de ese documento, en los cuatro años que van del 2018, a la fecha.
Lo aquí les dice el presidente es cierto. No tienen capacidad para ganar elecciones en este momento.

La “guerra sucia” la agotaron al ser tan reiterativos en las mentiras y el engaño. Nada de lo que afirmen ellos es creíble, y la gente ha terminado por burlarse de sus ridículos cotidianos.
Cambiar el color de la bandera reaccionaria que defienden, no los hace distintos. El Pueblo se da cuenta de que se trata de sus mismos enemigos históricos. Los mismos saqueadores del país. Los mismos corruptos del pasado reciente. El mismo lastre que ese Pueblo arrojó por la borda en 2018.

Claudio X González, bien haría escuchando lo que le dice el presidente López Obrador. No para ganar las elecciones del 2023 y 2024, que bien sabe, ya están perdidas .
El problema de los conservadores es que se niegan a construir un proyecto que dé resultados a mediano plazo. Quieren triunfos inmediatos que están fuera de sus posibilidades reales.
Deben depurar sus partidos políticos. Deben abrir oportunidades a cuadros políticos jóvenes, desligados enteramente de las formas sucias que utilizaron los neoliberales del pasado reciente. Y deben construir el Proyecto Nacional, que dé vida a una visión política alterna.

El triunfo de la oposición en las dos siguientes elecciones, es imposible. Sus posibilidades reales, si trabajan con dedicación y esmero, pueden situarse en las intermedias del 2027.
Eso si Morena baja su ritmo a nivel nacional. Lo cual se ve difícil.

Pero si quieren ser opción real y no solo un remedo de oposición, de la que todos se burlan, lo que le urge a la gente de Claudio X González, es atender los consejos del presidente López Obrador.

Ponerse a trabajar en serio y dejar de hacer caso a las recetas “milagro” de los viejos profesionales del engaño, que antes tuvieron mucho éxito, pero que hoy, en tiempos de la Cuarta Transformación, no pasan de ser charlatanes que a nadie engañan.

La Revolución de las Conciencias, no da cabida a estos “médicos brujos”.

Malthus Gamba