AL ROJO VIVO: Empresarios pelean mantener altos precios en gasolinas pese a estabilidad
Bien dicen que cuando el dinero entra por la puerta, el amor sale por la ventana.
Actualmente experimentamos una crisis en el precio del combustible: por un lado los empresarios gasolineros que lo tienen arriba de los $21 y por otro el Estado que ya está subsidiando el Impuesto Especial a Producción y Servicios (IEPS) para que el costo por litro se ubique por debajo de la inflación.
Las condiciones económicas nacionales son estables e incluso ligeramente mejores de las que se tenían a finales de 2018, lo que justificaba en cierta medida los aumentos a los precios del combustible, y aún así los empresarios sostienen que “no les sale” y necesitan subir los precios. Analicemos que sucede.
Contextualizando
Al inició de 2019 y a un mes de que Andrés Manuel López Obrador tomara posesión de la Presidencia de la República, el precio de la gasolina comenzó a bajar, se generalizó el ver el precio en $19 pesos y centavos por litro y en algunos casos hasta en menos.
Todo parecía ir bien hasta que se dio el golpe para combatir el robo de combustible (huachicol), lo que costaba más de $50 mil millones de pesos al año en pérdidas que, obvio, tenía que terminar cubriendo PEMEX, la famosa gallina de los huevos de oro que, al final de cuentas, no resultó estar tan seca como nos hicieron creer, pues dio para una enorme cantidad de desvíos y caprichos de la burocracia dorada.
Durante un par de semanas hubo falta de combustible en estaciones de servicio, pues se cerraron los ductos y se comenzó a repartir el energético con pipas, lo que reducía casi a cero la posibilidad de robo, además de que se realizaron compras de pánico y hubieron “vivales” que llegaban con bidones de hasta 20 litros, los llenaban y después revendían el litro hasta en $40 por Facebook.
Para resguardar los ductos y reducir notablemente, tanto el número de tomas clandestinas como la motivación de acercarse a tomar gasolina gratis (lo que desencadenó tragedias como la de Tlahuelilpan, Hidalgo de la que los opositores ya no hablan, pues es capital político ya desgastado), el Gobierno de México puso guardia militar permanente y comenzó a revisar los lugares donde, según el sistema de monitoreo de PEMEX, había bajas de presión y, al acudir a los lugares, encontraron las mencionadas tomas, incluso, dentro de instalaciones de la Paraestatal.
Se comprobó entonces que habían trabajadores de PEMEX involucrados en el robo de combustible, es decir, ya no era solo una sospecha, era una realidad y con esto, vinieron las medidas.
Medidas permanentes
* Para resguardar los ductos se mantuvo la guardia militar.
* El Gobierno compró pipas para el traslado de combustible a estaciones de servicio, mismas que quedaron bajo el resguardo y administración de la Secretaría de la Defensa Nacional y no del Sindicato de PEMEX.
* Se distribuye combustible por pipas y ductos, simultáneamente.
Y la media más polémica, se mantuvo el IEPS, ya que eliminarlo de un plumazo implicaría de la noche a la mañana una perdida de ingresos al erario público de aproximadamente $240 mil millones de pesos (para que le avisen al “Senatore” Samuel García de Movimiento Ciudadano y al empresario Gilberto Lozano que… ¡ah como joden los dos con que se elimine el IEPS sin dar al menos una propuesta de solución para obtener recursos económicos de otro lado!).
Promesa de campaña vs. Precio del combustible
Una promesa de campaña del Presidente López Obrador fue disminuir notablemente el precio del combustible en todo el país, lo que ya comenzó en la frontera norte, pues el energético no paga el IVA del 16% y se especificó que bajaría en el resto del país aproximadamente a partir del tercer año de gobierno cuando las refinerías estén trabajando al 100%, incluyendo la de Dos Bocas, Tabasco, pero esto último es en el mediano plazo.
Lo que sí se dijo es que, para reducir los efectos negativos del precio de la gasolina en el bolsillo del ciudadano de a pie, el precio del combustible se mantendría por debajo de la inflación, para lo que la Secretaría de Hacienda ya emitió un estímulo fiscal (subsidio) que se aplica desde mediados del mes de marzo que hace que, bajo las condiciones del precio de casi $21 por litro de gasolina magna (verde) pueda regresar a los $19 y centavos que estaba en enero o incluso menos.
¿Qué influye en el precio de las gasolinas?
Ahora bien, sabemos que el precio del combustible depende de varios factores, sin embargo en 2019 estos no han tenido variaciones negativas como las hubo en el último trimestre de 2018:
* El tipo de cambio del peso frente al dólar va a la baja y a favor de la moneda mexicana.
* La inflación no tuvo un aumento significativo durante el primer trimestre de 2019 (Diciembre 2018, 4.83%. Enero 2019, 4.37%. Febrero 2019, 3.94%. Marzo 2019, 4.00%). Fuente: Banxico ( https://bit.ly/2IpuESc )
* El precio del barril de petróleo se ha mantenido estable.
* Pese al intento de influencia de los dictámenes de las calificadoras de riesgo, los inversionistas siguen llegando a México y los que están, aunque ciertamente se mantienen a la expectativa de qué pasará, no han sacado sus capitales del país, lo que mantiene un índice de confianza bastante decoroso y nos pone como un muy buen lugar para invertir.
* El IEPS está subsidiado por el Gobierno en función entre los $0.60 y el $1.77 por litro de gasolina (dependiendo de si es verde, roja o diesel), es decir que en función de que, en números redondos, el precio por litro está en aproximadamente $21, con el subsidio no debería llegar a esos precios e incluso la verde tendría que estar en aproximadamente $19.15 por litro o menos.
Entonces, si el precio del dólar está estable, la inflación prácticamente no ha subido, el precio del petróleo está tranquilo, las inversiones siguen llegando, el capital de empresarios se mantiene en nuestro país y en movimiento, y el IEPS está subsidiado…
¿Por qué la gasolina no solo no baja de precio, sino que más bien sube?
Lo que queda claro es que el Gobierno de México y en concreto el Presidente López Obrador han cumplido con su parte, pues han generado las condiciones para que el precio de la gasolina no aumente por encima de la inflación, sin embargo los empresarios gasolineros no han bajado los costos y dejan una irrefutable impresión de que han aumentado notablemente sus ganancias en función del subsidio gubernamental que, dicho sea de paso, debería aterrizarse en beneficio de los consumidores, más la plusvalía que habitualmente ya recibían.
Y como inició este AL ROJO VIVO… cuando el dinero entró por la puerta del gobierno, A LAS ARCAS DEL GOBIERNO Y YA NO DE LOS EMPRESARIOS, el amor entre dicho gobierno y dichos empresarios salió por la ventana, pues el gobierno tiene un amor que no se llama neoliberalismo, se llama: México.