Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas, son la clave para acabar con el PRIAN
En la opinión de Elí González
@calacuayoMX @glezh
Los partidos políticos más antiguos de México, entraron en un viaje que parece es sin retorno. A partir de la elección de 2018, empezaron una caída acelerada hacia el precipicio de la extinción.
Los partidos políticos que gobernaron hasta 2018 ya no serán más unos partidos dominantes ni poderosos. El PRIAN no tendrá más ningún peso en la tribuna de la oposición. La derrota de sus candidatos a las gubernaturas de 2022, serán el epílogo de gobernantes que no entendieron a los mexicanos del siglo XXI, una generación con demandas y técnicamente distintas a las de sus padres y abuelos del siglo XX.
La lección más poderosa para la formación política, es que con el cambio de presidente en México, la forma de hacer política cambió radicalmente. Y eso es lo que no lograron entender ni los dirigentes del PRIAN, ni su patrón Claudio X González.
El PRIAN y rémoras, Además de perder la presidencia en 2018, de manera escalonada están perdiendo todas las gubernaturas. Y es que se quedaron con la idea que mientras a la ciudadanía le hablaran de “cambio”, convencerían sin siquiera entender la palabra cambio. Pero nunca se dieron cuenta que la sociedad está cada día más politizada.
Para el PRIAN la palabra cambio sigue siendo la más popular para votar en contra de los gobiernos de morena, pero nunca se percataron que la sociedad ya no es la misma del siglo XX. Que México acumuló suficiente hartazgo por los episodios de corrupción y violencia que ellos fomentaron, promovieron y que dejaron sembrados en nuestro país.
La derrota del PRIAN era evidente por la estela de corrupción y guerras desatadas contra bandas del narcotráfico que solo dejaron muerte y dolor, aunado de decenas de gobernadores que defraudaron a los ciudadanos con el saqueo de recursos públicos.
Antes del irse el PRIAN de la presidencia de la República en las elecciones de 2018, ya habían 140 homicidios por día, y en las campañas del mismo año, hubieron más 60 candidatos asesinados a sangre fría. Pero ahora se dicen sorprendidos porque aún sigue la violencia que ellos dejaron sembrada.
Se dicen indignados por la corrupción que no se acaba de ir, pero se olvidan de los sobornos de Odebrecht, la Casa Blanca, la casa de Malinalco, las muertas de Juarez, etc…
La indignación de los mexicanos llegó a niveles estratosféricos por la corrupción y muerte que significa el PRIAN. Y así como llegaron desgastados en 2018, en 2022 llegaron acabados, y quién sabe si lleguen a 2024.
El PRIAN es un organismo político, que no sabe hacer política. Acostumbrados a ganar con todo el poder del estado, al no tener ese poder, no tienen nada. No saben convencer a la sociedad, no saben de política de las calles y las plazas, de los pueblos marginados, no pueden ofrecer nada, porque aunque lo hagan, nadie les cree.6 de
Los dirigentes del PRIAN no pueden, no logran descifrar lo que los mexicanos quieren, nunca han entendido a la ciudadanía porque han gobernado para ellos mismos, no para la sociedad en general. Y lo peor es que en lugar del aprender del que si sabe, atacan al maestro y con eso se entierran más cada día.
Las elecciones de 2022 serán las más dolorosas para el PRIAN, se quedarán sin nada, quedarán en el basurero de la historia. Lo peor es que la sociedad se ha grabados sus nombres.
Te invito a ti mexicano, a qué juntos este próximo 5 de junio de 2022, les coloquemos el último clavo que les falta a su cruz.
Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas, son la clave para acabar definitivamente con el PRIAN.