El signo de los tiempos
Por: Rafael Redondo
@redondo_ rafa
Antes de iniciar la siguiente reflexión, es indispensable decir que, personajes como AMLO, no se dan en maceta.
Dicho lo anterior, revisemos cómo se configura el espectro político, hacia la elección presidencial de 2024.
Desde mucho antes de que iniciara el proceso interno de Morena, para seleccionar al coordinador de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación, Claudia Sheinbaum se colocó a la cabeza de las preferencias y, por motivos diversos:
1) El género: uno de los grandes legados del obradorismo, sería darnos la oportunidad a los mexicanos, de votar por una mujer, para asumir el mandato más importante de nuestra república, por primera vez.
2) El desempeño como jefa de gobierno de la capital mexicana: Claudia Sheinbaum, mantuvo siempre, un nivel alto de aprobación ciudadana, en la ciudad más importante del país.
3) Experiencia académica y profesional: Claudia Sheinbaum, es licenciada en física por la UNAM, y tiene una maestría y un doctorado en Ingeniería Energética. Siempre involucrada en estudios de medio ambiente y cambio climático, formó parte del Panel Intergubernamental de Cambio Climático que, obtuvo el Premio Nobel de la Paz. Como jefa de gobierno, obtuvo el premio de la Motion Picture Association en 2023. El Premio Netexplo Linking Cities 2021, por parte de la UNESCO que, reconoció a la Ciudad de México, por la resiliencia de la población capitalina frente a sismos y la pandemia por COVID-19. La Ciudad de México obtuvo un premio por la World Urban Parks en 2019, por el trabajo realizado en el Bosque de Chapultepec. La World Smart Sustainable Cities Organization, reconoció a la Ciudad de México, como ciudad segura en 2020 y, recordemos que, durante la administración de Claudia Sheinbaum, se redujeron los delitos en una proporción muy importante. La Ciudad de México durante la administración de Claudia Sheinbaum, también obtuvo un reconocimiento de la World Animal Protection, por ser la ciudad amiga de los animales en 2020.
4) La percepción ciudadana: la ciudadanía que, no sólo acepta, sino que, defiende la transformación impulsada por López Obrador, y buena parte de la militancia de Morena, percibe aClaudia, como uno de los personajes más disciplinados, en la ejecución de los lineamientos del obradorismo.
Nunca está de más señalar que, los niveles de aprobación del presidente, a un año del final de su sexenio, siguen siendo altísimos; por tanto, posee un capital político sin precedentes en la historia del México post revolucionario. Aquellos que, pretenden desmentir este planteamiento, mencionando a Cárdenas, a López Mateos e incluso, Salinas de Gortari, habría que recordarles que, aún con la simpatía de muchas personas, el hecho de que los sexenios de los presidentes antes mencionados, transcurrieran, primero en un momento diferente al actual (sin redes sociales y una población poco politizada), y segundo, en una dictadura de partido, reduce su supuesta fortaleza. A López Obrador, le tocó un sexenio con más pluralidad en los medios de comunicación, y en medio del pluripartidismo.
Retórica contra hechos:
Mientras Xóchitl, apoyada por Bloomberg que, publica muchos artículos en inglés sobre ella (me pregunto si Xóchitl, habla inglés) en el afán de llevarla a los sectores altos de México, insiste en declarar a favor, no sólo del Neoliberalismo, sino del Liberalismo clásico, favoreciendo privatizaciones del sector energético, diciendo que, nuestra economía necesita una moneda débil e insistiendo en que, los grupos indígenas del sureste, son los “huevones”, a los que se refirió en el Ángel de la Independencia, etc. Debemos recordarle a la supuesta defensora de los indígenas que, el Liberalismo clásico, convirtió en esclavos a los africanos por considerarlos inferiores, debido a asuntos de raza. La ciencia, la desmiente mostrando evidencia de que, el Capitalismo rampante, ha sido fundamental en la destrucción del ambiente y el cambio climático. La guerra en Ucrania evidenció que, la soberanía energética, rompe con la dependencia de las economías emergentes, para con las economías fuertes.
La derecha, suele respaldar sus postulados en el catolicismo o cristianismo, y muchos de los grandes capitales se dicen católicos, pero, la Teología Católica nos dice que, todos, todos los personajes que alcanzaron la iluminación lo lograron solamente, cuando se desprendieron de todo bien material y de todo apego a los bienes materiales. Pareciera que, a la ultraderecha se le olvida, o nunca he entendido, el significado de “servicio” dentro de la liturgia. Que la Avaricia, aparece como pecado capital en la doctrina e incluso, la frase incluida en una canción popular de los setentas: “nada te llevarás cuando te marches”, también se les olvida.
Entendemos que, así como no todos nacemos con las habilidades suficientes para los negocios, no todos nacemos dentro de familias acomodadas, no todos nacemos con habilidades intelectuales importantes, no todos nacemos tampoco, con fortaleza espiritual; pero, todos podemos entender que, alardear de riqueza y a la vez, vociferar de catolicismo, resulta antitético. Lo cierto es que, la realidad, nos está demostrando, la coyuntura mundial nos está gritando que, el individualismo, es el principal enemigo, no sólo de nuestra especie, sino del entorno en su totalidad. La derecha, no está sabiendo leer los signos de los tiempos.
Por otro lado, una de las aristas que, explica los altos niveles de aprobación del presidente López Obrador, no tiene nada que ver con retórica. Enumeremos:
1) Existe, un enfrentamiento real, con la élite, principalmente económica que, se resiste a la regulación del Estado: no quieren pagar impuestos, no quieren perder los privilegios forzados, utilizando el “influyentísimo” o “la palanca” a través de sus contactos, o simplemente, comprar favores de autoridades.
2) Existe, un récord real de inversión extranjera.
3) Existe, un lugar donde se materializan los impuestos que aportamos: aeropuertos, refinerías, inversión en el sureste, el regreso de los ferrocarriles, apoyos sociales.
4) Existe, una moneda fortalecida.
5) Existe, el mejor índice de confianza del consumidor, en más de 20 años.
6) Existe, un crecimiento al salario mínimo.
7) Existen, familias que están recibiendo apoyos sociales.
8) Existe, una reducción de nuestra deuda.
9) Existe, una confianza en la obra pública, ejecutada y administrada por los militares.
10) Existe, un alto de la tendencia a la alza, de delitos de alto impacto, iniciada por los dos sexenios anteriores.
11) Existe, gobernabilidad.
Los hechos, pueden más que la retórica.
El individualismo, mata:
Xóchitl Gálvez, está en la carrera por la presidencia, por 3 motivos:
A) Su teatralidad.
B) Su carencia de habilidades. El títere perfecto.
C) El género.
Claudia Sheinbaum, insisto, desde hace meses, se perfilaba para hacer la sucesora de López Obrador. Por ello, a la oposición, se le ocurrió entonces, utilizar a Xóchitl, solamente por cuestiones de género: si el obradorismo se inclinaba por una mujer, pusieron entonces a otra mujer.
Este hecho es importante, para entender el enorme error que está cometiendo Marcelo Ebrard.
Hace varios artículos, yo mencioné que, la verdadera oposición, no la oposición iletrada, visceral y burda que impulsa a Xóchitl, saldría del interior de Morena. Tal parece que, mi aseveración se verá cumplida, pero, no con la inconformidad de Marcelo: El ideólogo del obradorismo, López Obrador, aún está en el poder.
La principal fortaleza de López Obrador y del obradorismo, ha sido recordarnos que, el poder está para servir, no para servirse.
Es muy probable que, la oposición mexicana, la real, emanará de una escisión dentro de Morena. Sin embargo, aún no es el momento. Marcelo, no está entendiendo que, lo importante para para el obradorismo en este momento, es la continuidad del movimiento, no el personaje. Parece que, tampoco puso atención a las preferencias que, apuntaban siempre, hacia Claudia Sheinbaum. Marcelo está optando por el individualismo, el protagonismo, confiado en el apoyo que le manifiesta a la derecha mexicana. Marcelo no entendió que, aún no es el momento de Marcelo, aún no es el momento de la escisión. Las señales, son muy claras.
La fortaleza del obradorismo, está en la comunidad, no en el personaje. El obradorismo, no es individualismo. El capital político de AMLO es comunitario, un capital político que, tal parece, Marcelo, por impulsos meramente individuales, está tirando por la borda. Marcelo, frente a Xóchitl, tiene una estatura infinitamente superior a ella, en todos los sentidos; sin embargo, vivimos un tiempo de mujeres.
Por ahí surgió otro candidato “independiente” que, utilizando la religión como trampolín, y que, debido a su fanatismo religioso, le consigue o le puede conseguir muchos adeptos, Eduardo Verástegui. Y, aunque se comenta que aún le falta la venia del INE para aceptar su candidatura, y tiene, entre otras cosas en contra, su residencia en Estados Unidos durante el último año, y no sabemos si logrará reunir el número de firmas suficientes, el 1% de la lista nominal del país, y en por lo menos, 17 entidades, para lograr la candidatura, Eduardo, al igual que Marcelo, no están mostrando un gran olfato político. El individualismo, ciega, mata.
Hasta el momento, las candidatas seguras son, Xóchitl y Claudia y, creo que, es necesario subrayar, quien quien tiene la estatura para asumir el mandato más importante del país, la presidencia de México es Claudia. Confiamos en que, Claudia, no solamente protegerá la continuidad, sino que, confiamos también, en sus capacidades individuales para fortalecer al obradorismo. Los signos de los tiempos nos dicen que, el gran legado de López Obrador será abrir el paso a las mujeres.