Postigo
@Josangasa3
La educación en México introduce el maniqueísmo, que tiene más de dos mil años de practicarse, como una manera superficial, paternalista y agresiva de mostrar la historia, porque siempre consideró tontos a los niños de las escuelas públicas.
Cuando los libros de texto surgieron, brigadas de mujeres panistas se dieron a la tarea de tratar de sabotearlos visitando a los mexicanos de casa en casa, para recabar firmas para destruirlos y terminar con algo que aseguraban era sólo propaganda del gobierno.
A la distancia la perspectiva panista daría risa de no ser tan destructiva su política, que en nada ha cambiado, porque aseguraban que Adolfo López Mateos era comunista, y quería imponer el comunismo a través de los libros de texto gratuitos. Por eso eran gratis porque era un adoctrinamiento de la URSS.
Sabemos que ese señor estaba tan convencido de que los vecinos del norte eran tan ejemplares y bondadosos que hasta trabajó para la CIA sin cobrar salario, por el placer de servir a su patrón estadounidense.
Los panistas se resignaron a sufrir una de sus muchas derrotas a lo largo de su historia. Historia que está a punto de fenecer, llegaron al extremo de solicitar esos libros odiados y proscritos para las escuelas particulares de las que son dueños muchos panistas, porque eso les implicaba un ahorro en los costos de estas escuelas que sí adoctrinan.
Así, el maniqueísmo expulsó, voluntariamente y por una supina ignorancia, muchos puntos de la historia que son esenciales para entender México y el mundo. El maridaje que representa el PAN y el PRI fue un largo noviazgo que no se atrevía a decir su nombre, y en el fondo siempre coincidieron, sobre todo en la educación oficial. El PRI siempre fue de derecha y el PAN clericalmente radical.
Además se permitían contenidos en los libros de texto con grandes lagunas que impedían a los niños que tuvieran conciencia clara sobre la realidad actual. Crecían con una visión mutilada de la realidad, censura que obedecía a los intereses de esa derecha conformada por PRI y PAN
El claro ejemplo de esta situación es la presencia de la guerrilla que en México ha tenido acciones prácticamente desde principios de los sesenta hasta la fecha.
La guerrilla surge en América Latina y el resto del mundo, como respuesta de la represión de los regímenes autoritarios, antidemocráticos, no como pandillas de delincuentes.
La mayoría de las causas del surgimiento de la guerrilla fueron los golpes de Estado militares, que se dedicaron a violar los derechos humanos, de hombres, ancianos, mujeres y niños. En el caso de Chile, fueron 40 mil víctimas mortales, más desaparecidos, encarcelados y torturados.
En 2003 la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura, se escucharon los testimonios de 35 mil personas afectadas directa e indirectamente por la represión. Tiempo en el que imperó la tortura, la censura y el asesinato.
En Argentina, el caso del golpe encabezado por el general Videla, arrojó más de 30 mil asesinatos. Así podríamos continuar citando ejemplos de la represión, sin los cuales ni hubiera habido guerrilla. Hay casos en prácticamente todos los países de América Latina.
La lucha de los guerrilleros en México no es gratuita, tiene su certificado de autenticidad en la feroz represión de sus gobiernos.
Los guerrilleros tomaron las armas como última instancia luego de ver todos los caminos legales agotados. Son personas que dan la vida por el cambio de estructuras políticas donde policías y agentes judiciales decidían si el detenido vivía o moría.
Por muchos años en los libros de texto se habló de los golpes de Estado, muchas veces exaltando su importancia y justificando su irrupción en gobiernos democráticos y gobernantes elegidos por el pueblo. Nadie dijo nada pero ahora que se dan cuenta que ese fantasma de la guerrilla aún deambula por la historia, brincan, rechazan y hasta se alteran porque siguen temiendo su existencia. Olvidan que para que regresen las guerrillas debe haber un régimen absolutista a los que muchos de ellos pertenecieron.
Para que se entienda en el idioma elemental del maniqueísmo los guerrilleros lucharon, dieron la vida por un país mejor: los otros, quienes torturaron, encarcelaron querían un pueblo sumiso, sin voz ni voto. Sólo quien desconoce la historia de México puede tratar de marginar a los guerrilleros de los libros de texto.
Hasta ahora los libros de texto los golpes de Estado sí tenían cabida, como una manera de cambiar lo bueno por lo malo. La guerrilla, que trataba de cambiar lo malo por lo bueno, simplemente debe ocultarse, a pesar de sus grandes victorias, a veces convertidas en gobiernos democráticos.
Ahora, los libros de texto vuelve a ser objeto de críticas de los conservadores que adolecen de una preparación histórica competa, las mutaciones y censuras de las escuelas en las que fueron educados desde la primaria sus miembros arrojan sólo mala intención, pero sobre todo intereses muy claros por seguir ocultando la historia de la derecha que es una vergüenza para México.
