Jugar o batirse en el lodo, es algo que puede ser desagradable en ciertos casos y atrayente y espectacular en otros.
Hace poco tiempo, se hicieron famosos los combates en donde mujeres de cuerpos bien proporcionados y rostros luminosos, peleaban en un cuadrilátero especialmente diseñado para tal fin, donde había una capa de lodo que terminaba por cubrir sus cuerpos. La gente pagaba, o paga bien aún por este tipo de eventos.
De igual modo, ver a niños pequeños jugar en el lodo, riendo y disfrutando del contacto con esa mezcla de agua y tierra, resulta gratificante.
Pero hay un tipo de lodo que tiene que ver más con las acciones y conductas de las personas mayores, cuando compiten por algo, o intentan posicionar su propuesta particular, desacreditando en el camino a todo competidor real o potencial.
En los medios de comunicación mexicanos, es notoria esa conducta, cuando se trata de poner en mal a políticos y funcionarios públicos, que no respaldan el proyecto oligárquico de quienes son dueños de los más importantes medios de comunicación y de los intereses financieros que se mueven alrededor de esa prensa manipuladora.
Los golpes bajos son guerra de lodo, lo mismo que las fake news que corren en medios y redes sociales, intentando desacreditar al rival. Las granjas de bots contratadas para operar en contra del oponente, son también lodo lanzado, para descalificar sin prueba alguna, a quien se interpone en el camino.
Todo ese lodo que nada tiene que ver con aquel con que juega un niño, o la pelea mentirosa entre mujeres, que cobran bien por un espectáculo, lo conocemos de años.
La prensa manipuladora que intenta desinformar al ciudadano común, lo publica diariamente en sus espacios noticiosos. Ese lodo intenta manchar.
Sin embargo, en tiempos de la Cuarta Transformación, uno hubiera pensado y deseado que el cambio de mentalidad que se viene operando dentro de la sociedad, desterraría, al menos en parte, la operación o trabajo sucio en las campañas para definir puestos de elección popular, o cargos importantes dentro del Movimiento Transformador.
Y no ha sido así. Duele decirlo, pero ahora que arranca la carrera para definir al Coordinador de Defensa del Movimiento, que eventualmente será candidato a la presidencia, vemos como aparecen los viejos vicios del pasado, en una contienda que apenas iniciada, se ve repleta de golpes bajos y guerra sucia.
Aparece una investigación realizada, presentada y desestimada por la autoridad, en contra de Marcelo Ebrard. Pero que se intenta “desenterrar” precisamente en el momento en que arranca la carrera por el puesto que puede definir al próximo presidente del país. Un sector de la prensa de izquierda “reabre” el asunto, pidiendo se aclaren los “vacíos” y “claroscuros” de algo que judicialmente ya fue revisado. Y recordemos que “en política no hay casualidades”.
Atacan a Claudia Sheinbaum por una falla que se presentó en la línea nueve del metro el día de ayer y se intenta sobredimensionar el hecho, intentando mostrarla como una funcionaria pública incompetente. Cosa que no se sostiene por ninguna parte.
En redes sociales se han metido incluso con las respectivas madres de Ebrard y Adán Augusto. Algo que muestra el nivel de lodo con que algunos trabajan en favor de determinada corcholata.
En un video donde aparecen Alfonso Durazo y Claudia Sheinbaum intercambiando puntos de vista distintos, dentro del Consejo General de Morena, se fabrica un diálogo imaginario, donde se intenta favorecer el carácter firme de la Jefa de Gobierno de la CDMX contra Durazo, o la visión de intolerancia de Claudia, al “alegar” con dureza con el presidente del Consejo. Todo de acuerdo a los intereses particulares de quien lance el lodo.
Las campañas para ocupar el cargo de Coordinador de Defensa del Movimiento, ya arrancaron y al parecer, nos esperan dos duros meses de guerra sucia en medios de comunicación y redes sociales. Esta guerra interna en favor de alguna de las “corcholatas” que compiten, se sumará a la ya de por sí indiscriminada guerra de lodo que a diario nos recetan los grupos opositores.
El cambio de mentalidad está lejos de concretarse en la clase política actual, sea esta de la filiación que sea. La costumbre de competir “a muerte” está viva y a quienes nos disgustan este tipo de enfrentamientos que debilitan y poco aportan, no nos queda más remedio que el de entender que después de esos dos meses, veremos las condiciones en que queda el Movimiento, ya estando nombrado el Coordinador de Defensa. Comenzar entonces con la “operación cicatriz” y abonar por la reconciliación inmediata de quienes se involucraron en un combate despiadado, donde no se daba ni pedía cuartel.
Para ser justos, debo decir que aquellos que respaldan la candidatura de Adán Augusto López, se han portado de manera digna y respetuosa. Poca guerra sucia se ve ahí.
Para nadie es un secreto que lo más probable en esta contienda interna dentro del Movimiento, es que uno de los dos polos que tienen una fortaleza superior a la que presentan los otros cuatro competidores, conseguirá el triunfo en la encuesta nacional organizada por Morena.
Es muy posible que una de esas dos “corcholatas”, sea presidente del país, a partir del 2024.
Por eso los grupos afines a cada uno de estos personajes, están utilizando todo el armamento a su alcance, con el fin de debilitar al adversario. Hasta el momento hemos visto mucha descalificación y pocas propuestas y eso es lamentable, porque esas dos “corcholatas” tienen carreras repletas de méritos y acciones constructivas en favor del país.
Ojalá que con el paso de los día, alguno entienda que los ciudadanos mexicanos estamos “hasta el copete” de lodo. Es mucho el que hemos soportado por parte de la oposición.
Se esperan propuestas serias que den continuidad al Proceso de Cambio.
No espectáculos, bailes, chistes, maromas y demás imposturas en medios de comunicación grandes y pequeños.
Pienso que el cambio de mentalidad se ha dado más que nada en la gente y a ella ya no la engañan con los viejos trucos aprendidos durante el neoliberalismo.
No queremos show, ni fango a todas horas. Estamos a la espera del proyecto personal de cada “corcholata”
Y sobre eso se votará en la encuesta.
Malthus Gamba
