Antes de que cante el gallo
POR: HORACIO LOZANO SANTILLÁN
En el relato bíblico correspondiente al nuevo testamento y en el evangelio de Mateo Jesús les dice a sus discípulos, durante la última cena, que, debido a él, todos ellos caerán, esa noche, en mentira y traición. Pedro, exaltado, exclama que él no caerá en ello aunque los demás lo hagan. El maestro le responde: “De verdad te digo que esta noche, antes de que cante el gallo, me negarás tres veces”. Pedro entonces aseguró que, así tuviera que morir, su lealtad hacia él seguiría inquebrantable.
Sin embargo, esa misma noche, el apóstol negó en público haber estado con Jesús el Nazareno. —Pero tú hablas igual y también eres galileo, le habían dicho. “No conozco a ese hombre” volvió a jurar.
Judas, arrepentido al ver que su maestro había sido condenado, regresó las monedas y se ahorcó; fue más honesto, pero los demás, como Pedro, lo primero que hicieron fue tratar de salvar el pellejo mintiendo y traicionando, desconociendo a su compañero y retractándose de su hermandad.
En los presentes días, en una corte de Brooklyn, N.Y., un personaje también condenado ha sufrido el desconocimiento de sus correligionarios que, cínicamente y con la mayor cobardía, se retuercen envueltos en mentiras grotescas y cómicas con tal de salvar lo que les queda de pellejo. “Él no era uno de los nuestros”, han dicho traicionándose a sí mismos.
¡El gallo del apóstol San Pedro cantó después de la triple negación!
¡El gallo de Brooklyn enjaulado aún no ha cantado y eso los retuerce más!