La Divina Comedia de Claudio X

Creando una narrativa a partir de la fantasía derivada de tergiversar la realidad e interpretar acontecimientos coyunturales desde ópticas distópicas, el conglomerado de organizaciones criminales infiltradas en la vida política nacional que encabeza Claudio X. González, bajo el bien seleccionado apelativo de Va por México, hace vivir a los fachos en una “divina comedia” que no deja de divertir y entretener a la mayoría de los ciudadanos, conscientes de la disfunción cognitiva que este escenario alimenta en millones de personas mal informadas y enfermas de odio.

En realidad su intención es ir “Otra vez por México” para volver a secuestrarlo, robándose el dinero del presupuesto que se integra con impuestos pagados por todos nosotros, buscando recuperar privilegios con concesiones y contratos que perjudican a la nación, pero que les permiten saquear las riquezas naturales; por supuesto para dejar una vez más de pagar los impuestos que ahora no pueden eludir, así como para cancelar todos los avances logrados en estos 4 años en temas como seguridad, salud, educación, apoyos para el bienestar, infraestructura, junto con muchos otros beneficios con los que ahora cuenta la sociedad, que fue dejada por décadas a su suerte, mientras estos ladrones se daban vuelo depredando a nuestro país.

Sin embargo para estos bandidos, es una verdadera desgracia que en la actualidad se sepa y se ventile la verdad todos los días, que se persiga a los ladrones de cuello blanco, se encarcele a los políticos corruptos y asesinos, o simplemente se exhiba la realidad de su “divina comedia”, narrada intensamente por los medios panfleteros dedicados a mentir a cambio de dinero, esta es una situación que cada día les es más difícil soportar.

Por otro lado, mientras la mayoría de los ciudadanos nos sorprendemos del tamaño y cantidad de acontecimientos propios de la naturaleza corrupta de estos sujetos, ellos exponen mentiras muy elaboradas, que buscan contrarrestar o por lo menos minimisar el daño profundo que la exposición de la verdad les hace en su imagen y en sus bolsillos, que ya no se llenan a la velocidad que lo hacían en el pasado.

Su comedia es protagonizada por algunos saltimbanquis parlanchines que antes fueron presidentes y secretarios de estado, que entre maromas acompañan a los bufones que hoy manejan el sistema electoral mexicano, mientras otro grupo se hacen pasar por legisladores que no legislan, junto con algunos arlequines disfrazados de intelectuales y uno que otro mono cilindrero, entrenado para repetir mentiras en los pasquines mediáticos con inusitado entusiasmo.

Su público de siempre los aplaude enardecido sin entender realmente de que se trata el espectáculo, porque como sea resulta una buena excusa para canalizar su odio hacia todo lo que ya no son capaces de controlar. Y así sin que se den cuentra los manipulan para que hagan bulto y se manifiesten con histería colectiva, mientras desahogan su frustración contra la chusma mugrosa.

La naturaleza del discurso de sus dirigenes es necesariamente falsa, porque de ninguna manera podrían revelar que su intención es regresar a robarnos, a volvernos a sumir en la inseguridad y el abandono, mientras ellos se despachan a sus anchas. Tienen que disfrazarlo de algo menos aberrante, entonces lo estructuran para intentar hacernos creer que los que gobiernan hoy son como ellos y que las cosas están peor que cuando ellos nos saqueaban.

Pero solo estando muy dañados, podríamos no darnos cuenta de sus verdaderas intenciones, porque la realidad está ahí, mostrándonos el espectáculo burdo y patético que montan frente a nosotros para intentar regresar mientras sacan sus narices de la coladera.

Como los describió el escritor mexicano Carlos Monsiváis: “En México la derecha sí es la mejor concebible, es estúpida, arrogante, atrasada y represiva; entonces sí es la mejor derecha concebible, porque reúne todos los requisitos del modelo”.