Entre Alito y una curul desnuda; ¿qué debiéramos preguntarnos sobre las fotografías…?

Por: Miguel Alejandro Rivera
@MiguelAleRivera

Vamos a ver si entendemos: a inicios de julio se anunció que autoridades catearon una propiedad en Campeche perteneciente al presidente Nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Alejandro Moreno, esto en seguimiento a una investigación sobre presunto enriquecimiento ilícito contra el también exgobernador de dicha entidad.

Además de irregularidades como el hecho de que dicha propiedad estaba a nombre de más de quince personas, se halló el famoso celular en el que la Fiscalía de Campeche encontró fotografías íntimas de algunas diputadas del PRI. La actual mandataria local del estado, Layda Sansores, informó que incluso unas de las legisladoras aparecían hasta sin ropa. Hasta ahí vamos comprendiendo.

Después, personajes como Carolina Viggiano, secretaria General del PRI, aseguraron que este caso es una violación a la intimidad de estas diputadas, aunque, habría que resaltar, ninguna imagen se ha hecho pública. “Las afirmaciones de la Gobernadora de Campeche son en sí mismas violencia contra las mujeres y constituyen un delito. Es reprobable que @LaydaSansores muestre así su desprecio por los derechos de las mujeres, escudándose en el poder para intimidar y perseguir”, escribió en su cuenta de Twitter la también excandidata al gobierno de Hidalgo.

Asimismo, legisladores como Rubén Moreira, coordinador de la bancada del PRI en San Lázaro, así como Yaqueline Hinojosa, posible involucrada en el envío de fotografías, presentaron una denuncia en el Centro de Justicia para las Mujeres de Mérida en contra de Alfredo Jalife, y una queja ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán, contra Layda Sansores, por discriminación, y por violencia política de género.

Por su parte, Alito dice que él se queda hasta 2024, y al parecer no hay escándalo que lo cimbre, pues ni los audios donde hacía apología de la muerte a periodistas, que él asegura fueron editados, ni este evento de las fotografías, ni el ser el presidente del PRI con peores resultados electorales en la historia del partido, han sido motivo para bajarlo del barco.

En tanto, Olimpia Corral Melo, impulsora de la conocida Ley Olimpia, que castiga la difusión de fotografías íntimas sin el consentimiento de la persona, escribió en Twitter: “Que empiece Alito Moreno con reflexionar su machismo y no utilizar la causa. Que empiecen con señalar sus omisiones desde adentro. Que Layda Sansores enfoque la culpa a los posibles agresores y no a las víctimas. Y que empiecen todos a hacer conciencia #LeyOlimpia”.

Y hasta aquí una reseña de los hechos para ver si hemos entendido y preguntarnos: ¿de verdad el problema sólo se queda en que existan las fotografías y en que es un asunto íntimo entre un sujeto y varias mujeres? Así sería si no estuviéramos hablando de diputadas, y más aún, plurinominales, de la Cámara de Diputados.

El verdadero problema y lo que se debe cuestionar es si existe una relación directa entre el hecho de que el presidente de un partido posea fotografías íntimas de mujeres que tuvieron preferencia en las listas de esta institución política para ser legisladoras. Sería muy triste para la política nacional, para el Congreso, incluso para las luchas feministas, que esos sean los méritos de algunas mujeres para llegar a un escaño. Eso es un tema que debería preocuparnos a todos… Y criticaban a Morena por el uso de una tómbola.

En tanto, esta reflexión debiera hacernos pensar en la reforma electoral que propone el Ejecutivo, en la cual se habla de la desaparición de los plurinominales, que muchas veces son personajes sin carrera política o que claramente no ganarían una elección y sólo así logran terminar en una curul: parientes de políticos, empresarios, hasta entes del entretenimiento. En el ideal, estos debieran ser perfiles de especialistas en ciertas áreas del legislativo que, por no tener carrera política, no serían electos para un cargo popular, pero que valdría la pena tenerlos en las Cámaras por sus conocimientos, sin embargo, muy pocas veces esto sucede.

¿Qué hubiera pasado si en lugar de fotografías se hubiesen hallado pruebas de sobornos monetarios por parte de diputados y diputadas plurinominales entregados a Moreno? Para el caso, esto debiera investigarse; las legisladoras involucradas sólo han pedido que se eliminen las fotografías, y se hace un escándalo de su intimidad, la cual en efecto no debe ser violada, por lo que dichas imágenes jamás deberán de ser públicas, pero nadie cuestiona el porqué un sujeto casado y de familia posee tantas fotografías de esta índole. Por los cargos de todos los involucrados, aquí claramente hay un conflicto que cavaría más profundo en el ya maltrecho Revolucionario Institucional, y que visto de manera profunda, es muy triste para la sociedad.