El proceso electoral que culminó el fin de semana anterior, desde las campañas, estuvo plagado de ataques de parte de los gobiernos actuales en los Estados de Tamaulipas, Durango y Aguascalientes.
Desde el principio, en Aguascalientes, la excandidata Nora Ruvalcaba acusó no solamente al equipo de campaña de Tere Jiménez, sino además, a las fuerzas “del orden” del Estado que, en lugar de proporcionar seguridad a las personas brigadistas y a la propia ciudadanía, se prestó a realizar actos de violencia que fueron debidamente documentados y denunciados ante autoridades estatales (que no sirvió para nada), ante el Instituto Nacional Electoral (que hizo oídos sordos) y ante la Fiscalía Electoral, que hasta el momento no ha pronunciado alguna medida que pudiera dar a los habitantes la seguridad para ir a emitir su voto, situación que, al final de cuentas, se prestó para que se cometieran varios delitos electorales, como son robo de material de los brigadistas de morena, que luego les sirvió para la pantomima de que varios compañeros renunciaban al movimiento para pasarse al PAN, tirando esos chalecos a la basura; después, los delitos que ya son considerados graves, sin derecho a fianza y penados con cárcel: compra y coacción del voto, amenazas si votaban por la candidata de morena (art. 7, fr. VII, LGMDE), y el obvio fraude, que se puede inferir con solo la revisión de los resultados de la casilla 149, de Aguascalientes, de la que se aprecia que los resultados asentados en la sábana son distintos a los plasmados en el acta de escrutinio y cómputo, y el PREP, que estas irregularidades fueron cometidas a propósito y con clara intención de que no ganara la voluntad popular, y para beneficiar a quien tenían la misión de proteger.
Debemos añadir además, delitos por los que serán responsables las policías y otros personajes que fueron debidamente denunciados, por la comisión de delitos como detención ilegal, secuestro, intimidación, amenazas, lesiones (golpes) y los que resulten, tal como lo atestiguamos en redes sociales, el domingo, cuando compañeros que estaban haciendo observación electoral, como Camila Martínez, que fue detenida por la policía, y amenazada con irse a la cárcel por cinco años, si es “que les sembraban droga”, mientras la mantuvieron esposada junto con su compañero y era “paseada” en una patrulla por algunas horas. En el caso de comunicadores que fueron detenidos por varias horas y, en particular Hank Vargas, que apareció mucho rato después, golpeado, “pero bien”, y solo por estar haciendo su trabajo de reportar lo que estaba ocurriendo en las casillas de Aguascalientes.
Por su parte, en Durango, las cosas no fueron menos graves, porque el gobernador Rosas Aispuro hizo todo lo que estuvo a su alcance para ayudar a la alianza vapor-México para que no solo remontara los números alcanzados por Marina Vitela en las preferencias de los encuestados, que llegaba a más o menos 45%, en tanto que el proclamado ganador, tuvo hasta una semana antes de las elecciones, una preferencia que rondaba el 40 por ciento y que, en contraste, poco hizo ante las denuncias ciudadanas de ser víctimas de compra del voto. Las compañeras de Que siga la democracia, fueron objeto de esas amenazas, así como los compañeros que prestaron sus casas para alojar a quienes fueron a apoyar de otros estados, enviándoles fotografías de las casas y sus habitantes, amenazándolos de que sabían sus nombres y sus movimientos; que se fueran de Durango, que no apoyaran a la candidata de morena o ya sabían lo que les iba a pasar.
Desde luego hubo denuncias, tanto en la fiscalía local como ante las autoridades electorales, pero la respuesta inmediata que debieron dar, no se dio de la manera e inmediatez que se requería. En cambio, la violencia contra brigadistas tampoco se hizo esperar y las amenazas se convirtieron en un operativo que llegó para detener a los compañeros, acusándolos de ser “mapaches electorales, encontrándoles dinero para pagar votos”, lo que fue claramente un ardid que la propia Marina Vitela impidió, subiéndose a la patrulla para que no se llevaran a los simpatizantes y a los compañeros brigadistas.
Por último, aunque no menos importante, lo ocurrido en Tamaulipas, a pesar de que el triunfo es evidente para el Dr. Américo Villarreal, la violencia política fue arrolladora. El incomprensiblemente “gobernador” Cabeza de Vaca, desde la mitad de la campaña, se descaró como parte del equipo de campaña del Truko Verástegui y por supuesto, no atendió los muchos llamados de la ciudadanía, sobre la violencia que vivieron, las amenazas incluso, con armas de fuego y, en cambio, legisladores panistas fueron a hacer el ridículo ante la OEA, a acusar de que la campaña de morena estaba financiada por el narco; sí, ese narco que en realidad es el que ha enriquecido al jefe del ejecutivo local. Aquí, los delitos electorales se pueden evidenciar con fotografías que circulan en redes sociales, y que presumiblemente fueron tomadas por las mismas personas que fueron parte de las mesas de recepción de voto o bien, de los Institutos locales y el Nacional Electoral, ya que se aprecian sus chalecos y gafetes con un cordón en que se lee INE, y porque tienen en su poder las boletas de Altamira, Tamaulipas, que tienen marcado el espacio del PAN, pero además, números que pueden referirse a un folio de recibo; otras que parece que, tras marcar la casilla del PAN, y tomar la fotografía que debían mostrar para cobrar los quinientos pesos que les ofrecieron, invalidaron después la boleta, añadiendo leyendas como “como $500 no alcanzan ni para comer una semana, pues anulo mi voto. P.D. que gane Americo Villarreal”; otra que dice “sí, $500, RATA”; otra más que marca al PAN con “sí por obligación, me dieron 500, y en el recuadro de morena, pt, verde este sí de corazón”.
https://twitter.com/regicarrill/status/1534654084065726464?s=20&t=CtL5U08FuwWCT5uTS8vLXw
Este que también es un delito grave, debe denunciarse por cada persona que se vio cooptada para votar a favor del que, afortunadamente, no llegó a consolidar el fraude, pero es indudable que se necesita denunciar para que no se repita esta acción inaceptable que cada vez debe ser más rechazada por la ciudadanía.
Si tú fuiste cooptado, te ofrecieron dinero; si te amenazaron o fuiste testigo de anomalías en las casillas de los Estados donde se cometieron estos delitos graves, no dudes en enviar tu denuncia con fotos o videos, a quesigalademocracia.ac@gmail.com; si quieres que sea anónima, debes especificarlo y verás que la unión hace la fuerza.
@cevalloslaura