Conforme avanza la 4T, la oposición se va haciendo más y más pequeña.
A estas alturas del sexenio, cuando gradualmente vamos viendo que el avance de la transformación del país da resultados espectaculares para millones de ciudadanos que estuvieron abandonados decenas de años, difícilmente alguien tiene duda de que este proceso va a continuar aplicándose y de que esto tendrá lugar sólo con la continuidad que representan los precandidatos de Morena para la elección de presidente en 2024.
Cada día hay más razones para pensar que cualquiera que sea elegido como candidato por Morena para ocupar la presidencia de México, arrasará en la elecciones y será obligado por la mayoría de los ciudadanos a continuar con el proyecto de nación que hemos decidido impulsar como sociedad organizada.
En este escenario también está muy claro que la oposición actual tiende a desaparecer como la conocemos. Primero fue el PRD, perdiendo su registro en la mitad de país y a punto de perderlo en todas partes. Le sigue el PRI con Alito Moreno a la cabeza, que ha hecho todo lo necesario para autodestruirse, terminando de desprestigiar a ese cártel de la delincuencia política.
Queda un PAN desmadejado, desprestigiado por su corrupción y sus alianzas antinaturales con otros tan corruptos como ellos, pero menos hipócritas, que anda como raterillo de banqueta viendo como le hace para robarse alguna de las 6 elecciones que se van a llevar a cabo el domingo que viene, porque con la imagen corrupta de sus candidatos, el desempeño lamentable y rapaz de sus pocos gobiernos estatales, ya no le alcanza para ganar nada. Haber si milagrosamente logra llegar al 2024.
También existe Movimiento Ciudadano, una combinación de los peores desechos del PAN, PRI y PRD, que ha engañado a un buen número de bobos, pero que afortunadamente ganó dos gubernaturas importantes, que han tenido un desempeño desastroso y que afortunadamente los está evidenciando como el cascajo político que son. Por desgracia los habitantes de esos dos estados que gobierna, están teniendo que sufrir las consecuencias de este ensayo político delincuencial y circense.
Así todas estas alimañas, se presentan con las orejas gachas a recibir instrucciones de Claudio X González, lanzándose prestos a cumplirlas mientras se van robando todo lo que pueden en el camino. Lo peor es que de verdad creen que la ciudadanía no los conoce y tratan de marearnos con sus cuentos de éxito.
Al principio, los discursos estridentes y las mentiras continuas de este grupito, nos provocaban coraje, porque los tuvimos que sufrir durante mucho tiempo, pero poco a poco fueron volviéndose irrelevantes, hasta que en la medida que la transformación los aplastó, terminaron causando risa.
Ahora que los vemos en su justo tamaño, minúsculos, desesperados, histéricos e impotentes, utilizando su limitada capacidad para aplicar todo tipo de artimañas en contra de Morena, con la esperanza de arrebatarle por lo menos una gubernatura, cuando hace unos años eran los dueños del país, estos individuos comienzan hasta a darnos un poco de lástima, sobre todo sabiendo que su participación futura en la sociedad será irrelevante y su presencia en la política de México inexistente; sin contar con que muchos de ellos solo podrán trabajar en algún oficio menor dentro de un reclusorio.
Como dijo el poeta estadounidense Ralph Emerson: “El destino de quienes han delinquido es inexorable. Ya no podrán nunca ocultar su pasado: toda la tierra les es de vidrio.”