Los pseudoambientalistas opositores al Tren Maya, en realidad son vividores al servicio de intereses creados: AMLO
Durante la conferencia mañanera de ayer lunes, el Presidente Andrés Manuel López Obrador reprochó a quienes se llaman a sí mismos “ambientalistas”, pero que en realidad “son vividores al servicio de intereses creados”, muchos de ellos financiados inclusive por los Estados Unidos.
“Así como hay ambientalistas de verdad, serios, responsables, hay pseudoambientalistas; más que nada vividores que están al servicio de intereses creados. Incluso hay organizaciones de ambientalistas que están financiadas por el gobierno de Estados Unidos”, acusó.
Les reclamó que no hayan protestado contra la devastación provocada por empresas como la norteamericana Calica, ubicada en Playa del Carmen, Quintana Roo y que ha deforestado y acabado lagunas en las 2 mil 400 hectáreas, muy cercanas a la playa, que posee en la zona.
Y para demostrarlo, el mandatario presentó un video tomado desde un helicóptero, durante un reciente sobrevuelo de supervisión de la construcción del Tren Maya, en el que se aprecia claramente la enorme zona despojada de toda vegetación para extraer el material de construcción que explota la empresa para enviar a los Estados Unidos, y las grandes lagunas creadas por la extracción de material.
En el mismo video se puede observar una delgada línea por donde pasará el Tren Maya, que implica un impacto de apenas 50 kilómetros lineales y el equivalente a 100 hectáreas de vegetación, que serán ampliamente compensadas por la reforestación de 200 mil hectáreas en la región, además de la creación de tres grandes parques naturales y la conservación de plantas en un vivero que de 2020 a la fecha ha rescatado más de 35 tipos de árboles y reporta más de 80 por ciento de especies que han respondido bien al cambio de plantación.
Con el objeto de cumplir las metas de construcción en tiempo y con el presupuesto asignado, se reasignaron los ingenieros militares que participaron en la edificación del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), para realizar los trabajos en los restantes 500 kilómetros de vías férreas y la obra del Aeropuerto Internacional de Tulum, pues ambas deberán estar terminadas y en operación a más tardar en diciembre de 2023.
Esto debido a que López Obrador ha expresado reiteradamente que no quiere dejar obras inconclusas y “que yo pueda decir misión cumplida y que me pueda jubilar con mi conciencia tranquila, habiendo ayudado en la transformación del país y entregando la estafeta a los que van a llegar, espero, para seguir consolidando la transformación”.
Señaló además que, sin el esfuerzo de transformación que se está llevando a cabo “ahora estaríamos endeudados, con inflación, más pobreza e ingobernabilidad y es por eso que lamenta tanto que los opositores echen mano no sólo de críticas, sino de majaderías. “Si yo no les he hecho nada. De veras que no sé por qué actúan de esa forma”.
Por lo tanto, señaló el mandatario, la realidad es que la preocupación sobre el cambio de trazo del tramo 5 del Tren Maya no es genuina ni está vinculada con la eventual afectación al medio ambiente, “sino un asunto politiquero” y es por eso que es tan triste que hasta dentro de algunas universidades haya gente que se oponga a la transformación del país y busquen obstaculizar todo el proceso administrativo del tren.
Finalmente, para demostrar que “no somos iguales. Con todo respeto, yo no soy fifí”, López Obrador mencionó que él ya, desde 1975 o 1976, manifestaba su oposición a la tala indiscriminada de caoba en Palenque, Chiapas.