Aristegui acepta que auditoría externa de Baker Hughes “no fue hecha por un despacho ‘patito'”

No le quedó otra…

Luego de que se dio a conocer la auditoría externa hecha por el despacho R. McConnell Group PLLC; la oposición y algunos periodistas críticos al actual gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador.

Pues a ver cómo le hace Baker Hughes para convencer a Loret, porque Carolyn ni con documentos lo logró. El insiste en que su “investigación” demuestra que @bakerhughesco es corrupta. https://t.co/0q7gSrji4m

— Blanca Salces (@BlaSalces) February 22, 2022

Aseguraron que dicha auditoría no era creíble, puesto que señalaban era pagada por la empresa Baker Hughes.
Lo que echó por tierra el supuesto conflicto de intereses del que acusaban al hijo mayor del mandatario federal.

Ante esto, la periodista Carmen Aristegui, quien aseguró que sí había elementos para dar a conocer la fallida noticia, tuvo que reconocer que el despacho que realizó la auditoría no ‘era patito’, como lo aseguraron algunos de sus colegas.

Pues, la auditoría fue hecha por un despacho muy reconocido especializado en el tema (…) “tampoco se iba a jugar su prestigio por hacer una investigación a modo”.

Y como era de esperarse, los medios no retomaron el desmentido, casi pasó de noche para los medios convencionales que se dieron vuelo difundiendo una farsa, entre ellos Carmen Aristegui.

“No es que Baker Hughes se revisó a sí mismo, si no que fue con despacho externo para hacer la auditoría”

“En 20 de los 21 diarios de información en la ciudad de México, el resultado de la auditoría que mandó a hacer la petrolera Baker Hughes que concluyó que no hubo conflicto de interés, por el arrendamiento de una casa en Houston, propiedad de una empresa, donde vivió el hijo del Presidente López Obrador, fue enterrado en las páginas interiores”

https://twitter.com/_30JR40_/status/1495982721784504321?s=20&t=-Yi6seG3sh9Blyj9iD5kLg

Sobre las descalificaciones a la auditoría solicitada por Baker Hughes, insinuando que era ilegítima porque la hizo una parte involucrada, Carmen Aristegui indicó que “ese análisis es incorrecto por varias razones”.
Una de ellas es que la auditoría no se hizo ‘in-house’. Es decir, que fue hecho por la empresa directamente, sino que se contrató un reputado despacho de abogados en Houston, R. McConnel Group, que entre sus especialidades está el cumplimiento corporativo de normas éticas (compliance).

En sus investigadores realizaron exámenes forenses y revisaron archivos y correos electrónicos de la computadora de Keith Schilling, el exejecutivo que rentó su casa a la esposa de José Ramón López Beltrán.

Por lo que se concluyó:

1.- Schilling no tuvo responsabilidad ni estuvo involucrado en ningún trabajo de Baker Hughes en México, incluidos los negocios con Pemex.

2.- La compañía Baker Hughes no tuvo conocimiento de la operación de arrendamiento.

3.- La renta se hizo después de que Schilling fuera enviado en comisión a Canadá.

4.- No se encontró ninguna implicación con el hijo del Presidente, ni comportamiento o conducta inapropiada por parte de Baker Hughes en la operación de arrendamiento.

La percepción de conflicto de interés debería haber quedado sellada con esta investigación.