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Con AMLO; Oaxaca tendrá otro gran proyecto de infraestructura
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Con AMLO; Oaxaca tendrá otro gran proyecto de infraestructura

Todos los lunes nos enteramos sobre el avance puntual de los grandes proyectos de infraestructura que se encuentra desarrollando el gobierno federal, entre los que se encuentran el Tren Maya, La refinería Olmeca de Dos Bocas, el aeropuerto Felipe Ángeles de Santa Lucía, el Corredor Interoceánico que conecta a Salina Cruz con Coatzacoalcos y modernizará estas 2 terminales marítimas.

En esos avances se incluye al tren México – Toluca, proyecto mal planeado y abandonado por el gobierno corrupto de Peña Nieto después de que se pagaron los anticipos y los moches, que fue presupuestado en 25 mil millones de pesos y que el gobierno actual tuvo que rescatar para que no se perdiera la inversión realizada, para terminar costando 90 mil millones; más aún que el mismo aeropuerto de Santa Lucía, más que el corredor interoceánico y la mitad de lo que van a costar Dos Bocas y el Tren Maya.

Sin embargo, existen otros proyectos de infraestructura muy relevantes que también desarrolla el gobierno federal alrededor de estos pilares, como los aeropuertos de Chetumal y Tulum, así como el gasoducto y la muy importante planta de licuefacción de gas natural en Oaxaca, que ya forma parte de la continuidad en la realización del corredor interoceánico, para convertirlo a gran velocidad en una cortina de desarrollo que detone la actividad económica en la región y mitigue la migración obligada hacia los Estados Unidos.

Como parte del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, el gobierno federal alista la licitación para construir una planta de licuefacción de gas natural en Salina Cruz, Oaxaca, con la cual se busca abastecer a las industrias que se establecerán en la región, a toda la zona del Pacífico y a países de Centroamérica.

La licuefacción es el proceso que permite que el gas natural cambie de estado gaseoso a líquido, reduciendo así su volumen y permitiendo su transporte a miles de kilómetros de distancia, sin necesidad de contar con una infraestructura de gasoductos, lo que significa que puede ser ofertado a menor precio.

Uno de los principales problemas de la región sur-sureste del país es la falta de acceso al gas natural, lo que ha impedido el desarrollo económico de los estados que lo componen, dado que al no contar con dicho energético es imposible establecer industrias que incentiven el crecimiento mediante empleo y comercio.

El Corredor Interoceánico plantea el establecimiento de 10 parques industriales y la construcción de un gasoducto, que abastecerá a las diferentes industrias que se instalen en dichos parques, que correrá de Jáltipan, Veracruz a Salina Cruz, Oaxaca, con una extensión de 355 kilómetros y servirá para cubrir la mayor demanda de gas que se prevé en los siguientes años en la región como consecuencia de la instalación de diferentes industrias.

La construcción de esta planta de licuefacción, más el gasoducto a lo largo del Istmo, ayudarán a impulsar el desarrollo de la región brindando facilidades energéticas a las empresas y aumentará la inversión.

Este proyecto insignia del gobierno federal abatirá la pobreza de una zona que ha sido olvidada por décadas, además de que servirá para detener la constante migración hacia EU, tanto de nuestra población como de la de Centroamérica, detonando el crecimiento económico del sureste. Sería oportuno que la oposición absurda nos comience a ilustrar en los peligros del gas licuado.

Como dijo el escritor Albert Camus: “Para un espíritu absurdo la razón es vana”

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