El PAN #MoralmenteDerrotado
Una vieja historia popular, da cuenta de la manera tan diferente que tienen los seres humanos al enfrentarse a los problemas cotidianos.
Se dice que un hombre falto de capacidad de razonamiento, sale un día de su casa y cae en un hoyo que encuentra en el camino. Al día siguiente, hace el mismo recorrido y vuelve a caer en el mismo hoyo.
El hombre que razona con normalidad, sale de casa un día y cae en el hoyo que no ha visto oportunamente, pero al día siguiente, rodea el sitio donde se ubica el peligroso obstáculo.
Por su parte, el hombre que demuestra una mayor inteligencia, ve cómo las dos personas citadas, caen en el hoyo descrito y evita el accidente al no acercarse al sitio de peligro.
Otra sentencia popular nos dice que “por sus actos los conocerás”, lo cual es enteramente cierto.
Que López Obrador y Morena ganaran con amplitud las pasadas elecciones, se debió en buena medida, a la idea generalizada de que México requería de un cambio profundo, para salir de la crisis política, social y económica que estaba padeciendo.
Quien entendió el mensaje e hizo suya la bandera del cambio, fue el actual presidente, apoyado por al partido político que él creó y que hoy tiene mayoría en el Congreso de la Unión y en varias legislaturas federales.
Los partidos políticos de la derecha se desentendieron de un reclamo social que era evidente. El resultado de su error, fue el desastre electoral que sufrieron en las últimas elecciones, donde el apoyo popular les fue negado.
Hoy son pequeñas minorías legislativas, con nulo peso político en lo individual.
Perdieron gubernaturas y presidencias municipales en todo el país.
Hoy debieran estar inmersos en un proceso de reconstrucción, para poder enfrentar los nuevos tiempos que producen cambios vertiginosos en la vida pública del país.
Pero no todas las fuerzas políticas conservadoras, entienden la profundidad de la transformación que estamos viviendo.
Mientras el Partido Revolucionario Institucional actúa mesuradamente y asume un papel opositor decoroso, dentro de lo que cabe, la derecha panista se empeña en cerrar los ojos y avanzar a ciegas, intentando encontrar la antigua vía por donde transitó por décadas y que hoy se encuentra clausurada.
El priismo trabaja en este momento sin hacer demasiado ruido político. Se opone como es natural a las acciones de cambio que impulsa la Cuarta Transformación, pero lo hace dentro de las vías de la institucionalidad.
No es que se alíe con el nuevo gobierno. Más bien se trata de una visión estratégica, donde lo principal para ellos, es el fortalecimiento del partido, para enfrentar con posibilidades reales, las siguientes elecciones del 2021.
Los hermanos Moreira, están preparando actualmente el terreno en Coahuila. La gente de Manlio Fabio Beltrones, hace lo propio en Sonora. El priísmo no se ha quedado dormido y sin necesidad de estar en guerra permanente con el presidente, avanza en su intento por articular correctamente, los restos que le quedaron después del pasado proceso electoral.
El priísmo no renunciará en modo alguno a las viejas prácticas del pasado. Le apuesta mucho al fraude electoral, al acarreo, a la compra del voto, a la mentira. Piensa que aún puede obtener buenos resultados, recurriendo a estas acciones hoy ilegales. Pero intentará aplicarlas de una manera menos obvia y sin poder disponer de los enormes recursos que destinaba al fraude, en los tiempos en que fue gobierno.
Los resultados en el 2021, nos dirán si su lectura política era acertada o no. Pero al menos están intentando un reacomodo interno.
Los panistas de hoy, representan al hombre que a diario cae en el mismo hoyo.
Han tomado como suya, la práctica política que tanto le criticaron al PRD en otro tiempo.
De ser un partido opositor que observaba todas las formas de urbanidad existentes, pasan a ser el pequeño grupo golpeador, para quienes la violencia es la única vía de lucha posible.
Marko Cortés, con una personalidad más bien blandengue, pretende erigirse como el guerrero azul que pone el pecho por delante, en favor de los privilegios de clase que hoy defiende el panismo.
Lo acompaña en su epopeya imaginaria, una Mariana Gómez del Campo, que en el personaje de doncella medieval, deja mucho que desear.
Andan por ahí personajes secundarios como Xóchitl Gálvez, Gustavo Madero, Jorge Triana o Julen Rementería que intentan adaptarse a los personajes de provocadores o golpeadores que les fueron asignados.
Todo el discurso opositor del PAN, es violento. No se oponen: agreden. No manifiestan un punto de vista distinto: descalifican sin argumentos toda acción de gobierno. No son propositivos: pretenden descarrilar el proceso de cambio.
Es una conducta que no les ha dejado dividendos, al menos durante el primer año de gobierno de López Obrador.
El apoyo social al gobierno de la Cuarta Transformación y al presidente se mantiene alto. No han podido desacreditar a la nueva administración, a pesar de todos sus esfuerzos.
Incluso acciones que son prioritarias para el país, han sido boicoteadas por el panismo, en su afán de impedir que la Cuarta Transformación se consolide. Pero es en vano.
La aprobación en el Congreso del Presupuesto de Egresos para el ejercicio fiscal 2022, se realizó sin la presencia de los legisladores de Acción Nacional.
Como minoría irrelevante, no hacían falta sus votos para dicha aprobación legislativa, pero fue significativa la intención de manchar el proceso de votación.
Este tipo de actitudes le restan al panismo respaldo social. Se quedan más solos día con día. Pero al parecer, ellos sienten que van por la vía correcta, aunque los hechos demuestren lo contrario.
Grupos violentos, desechados por un priísmo que intenta cambiar su imagen, están siendo absorbidos por los panistas que al parecer, optan por la acción directa, como método de lucha opositora.
Antorcha Campesina se pinta de azul y se convierte en brazo golpeador del panismo.
La persona que no saca experiencia de sus errores y se aferra a una conducta que en nada lo beneficia, cae diariamente en el hoyo que se encuentra en el camino.
No aprende. No razona.
La Cuarta Transformación sigue adelante, sin mayores obstáculos en este momento. El cambio en México es una realidad palpable.
Será en beneficio de todos los mexicanos, a pesar de los intentos conservadores por recuperar un tipo de gobierno que favorezca a un sector específico de la sociedad.
Si el priismo tiene difícil el camino rumbo al 2021, los panistas se encuentran atorados en el hoyo referido y con el lodo hasta el cuello, por su falta de pericia y nula autocrítica política.
No falta mucho para las siguientes elecciones.
En este momento, podemos asegurar que el partido azul, terminará sus días de manera vergonzosa, en el siguiente proceso electoral.
Merecido lo tiene.
Malthus Gamba