XÓCHITL GÁLVEZ Y SUS ¡TAMALES!

“La política es un noble oficio que precisa conocimiento. La política es tiempo. Conocer los momentos exactos para tomar y aplicar decisiones. Claudio X González ¿qué va a saber de política?

Por eso pienso que se equivocó al seleccionar a Xóchitl Gálvez como candidata opositora a la presidencia. Xóchitl es una política gris que no tiene trayectoria sólida. Fue delegada en la hoy alcaldía Miguel Hidalgo, representando a la gente de Polanco ¿Qué experiencia tiene para gobernar. La misma que Claudio para dirigir políticamente a la oposición. No se puede escoger a un candidato cualquiera, montarlo en una bicicleta y llevarlo por las valles gritando ¡Tamales! ¡Tamales! Eso no es política, ni es el modo de aspirar al triunfo”.

Las palabras del presidente López Obrador (más o menos expresadas en ese sentido), ponen de manifiesto la pobreza estratégica de una oposición conservadora que en este momento, intenta practicarse una operación de eutanasia, para terminar de una buena vez con la pesadilla que ha sido su recorrido político cuesta abajo, desde la elección del 2018.
Es verdad que el grupo conservador carece de cuadros saludables que puedan dar una batalla seria a las tres principales “corcholatas” de Morena. No hay un solo político reaccionario o un pseudo-ciudadano “independiente”, que tenga el arrastre de Adán Augusto López, Claudia Sheinbaum, o Marcelo Ebrard. Ni uno solo. Pero en medio de esa carencia conocida desde hace un buen tiempo, Claudio X “destapa” a una panista de clóset, sin mayor mérito. Alguien sin trayectoria que repalde su aspiración para llegar a la presidencia. Candidatos superiores con suficientes méritos en el Congreso, son Ricardo Monreal y hasta Fernández Noroña. Xóchitl es lamentablemente conocida, por usar una botarga de dinosaurio. Por encadenarse a una curul en el viejo edificio del Senado. Por aparecer en imágenes acostada en una banqueta, en compañía de Gustavo Madero, o por aparecer acostada en medio de Gustavo Madero y Emilio Álvarez Icaza, dentro del salón de plenos del Senado, en una protesta que duró un solo día. Es famosa por promover acciones de denuncia y amparo, en contra de toda acción de gobierno del presidente López Obrador, o en contra de iniciativas y leyes que modifiquen el marco jurídico y legal heredado del neoliberalismo.

La “estrategia” de Claudio X González ya “tronó”. Nadie se traga el cuento de que Xóchitl Gálvez es un personaje salido del pueblo, por mucho que haya nacido en una comunidad indígena. Ayer mismo Enrique de la Madrid, hablaba en Latinus de lo ridículo que resulta el pensar que se le puede arrebatar el voto “duro” a Morena, utilizando estos mecanismos que no son otra cosa que “una telecomedia”. La pobre niña que vendía gelatinas en la vía pública en su pueblo y que en base a sacrificio y empeño, hoy logra estar a un paso de ser la primera presidenta del país.

Por eso dice el presidente López Obrador, que la están sacando a vender tamales, subida en una bicicleta que nos haga pensar que sus posibilidades económicas siguen siendo limitadas. Cosa por demás falsa.

Nada más “destapada” por Claudio X González, comienza a correr en medios informativos y redes sociales, información que demuestra que tanto Claudio X, como Xóchitl Gálvez, mienten.

La gente del pueblo donde nació y creció esta panista de clóset, desmientes que venga de una familia humilde. En su casa nunca faltaron los recursos.

Xóchitl afirma haber participado dentro de la izquierda nacional y dice haber militado en la Liga Obrero Marxista, de inclinación troskista, misma que fue origen del Partido Revolucionario de los Trabajadores. Pero nadie de quienes fueron parte de esta organización, se acuerda de ella, o tiene datos respecto a esa presunta participación. Lo de ser de izquierda es una mentira más, muy al estilo panista.

De lo que sí hay registro, es de los datos que saca a la luz el portal “Revista Polemón”. Xóchitl como empresaria, obtuvo jugosos contratos con los gobiernos neoliberales, desde tiempos de Vicente Fox. Sobre todo, contratos donde están involucrados pagos con recursos asignados al INAI, al que ha defendido Xóchitl a capa y espada. Fue tanta la ganancia obtenida, que Xóchitl Gálvez pudo mudar su residencia a las Lomas de Chapultepec, donde habita el sector empresarial más poderoso y “fifí” del país. Eso de la bicicleta para aparentar humildad, no es otra cosa que la acostumbrada mentira panista.

¿Qué representa en verdad Xóchitl Gálvez?

Quizá la mejor explicación sobre esto, la da el filósofo Fernando Buen Abad.

El Poder Financiero Mundial, se preocupa cuando nacen movimientos populares en algún país y cuenten con el suficiente respaldo popular para llegar al poder. ¿Qué hacen entonces? La estrategia consiste en escoger elementos sumisos y serviles, con apariencia de “pueblo”, para robar las banderas que llevan al poder a los más pobres.

Hacerlas suyas solo en el discurso, para recuperar el control del gobierno y abandonarlas después, como cosa inútil. Esto han hecho en otros países con medianos resultados a su favor. Y eso es lo que están intentando en este momento en México.

Recordemos que hace poco, Lorenzo Córdova, un corrupto neoliberal plenamente identificado por el pueblo, visitó a Luis Almagro en la OEA. Almagro ha participado en varios de los Golpes de Estado que se han dado en países de Centro y Sudamérica. Ha intentado desestabilizar a gobiernos democráticos, por instrucciones del imperio estadounidense.
Y esa receta de una Xóchitl Gálvez, “humilde vendedora de gelatinas o tamales”, encuadra bien con el tipo de personajes que utiliza el Poder Económico para intentar engañar a un pueblo al que consideran ignorante y desmemoriado.

Lo que salva a los mexicanos en el momento actual, es el Despertar de las Conciencias que ha trabajado el Gobierno de la Transformación y el Movimiento del Cambio, desde hace más de cinco años.

“Aquí los ciudadanos no se están chupando el dedo” ha dicho hoy el presidente. Y es cierto.

La vendedora de quimeras, de mentiras, de engaños, de gelatinas o de tamales, no tiene oportunidad ante una sociedad despierta que no muerde el anzuelo arrojado por Claudio X González y el sector conservador nacional y extranjero.

Que se quede con su bicicleta y su bote de tamales Xóchitl Gálvez.

Hay Transformación para rato y solo los corruptos del pasado, sus serviles empleados y los despistados que nunca faltan, votarán por el regreso de la corrupción, la violencia, la impunidad y la pobreza que hemos conseguido desterrar poco a poco, de todo gobieno a donde llega el cambio que representa Morena.
Vamos por la presidencia y por un Congreso con mayoría calificada, en favor del Pueblo que hoy gobierna.

Malthus Gamba