La imagen de Gustavo Madero tendido en medio de la calle, lo perseguirá políticamente, por el resto de sus días.
Una estampa ilustrativa de lo que no debe hacer un senador de la república, por muy necesitado que esté de apoyo social para hacerse de una gubernatura en el siguiente proceso electoral.
De por sí, Madero arrastra varios conflictos personales que dejan ver su carácter irritable y falto de cordura, en los momentos importantes que debe enfrentar.
Cómo olvidar las agresiones físicas que ejerció en contra de las senadoras Martha Guerrero y Mónica Fernández, cuando subió a tribuna para tratar de impedir la toma de protesta de la segunda, como presidenta de la Mesa Directiva en el Senado.
Gustavo Madero es aspirante a la postulación como candidato del PAN, a la gubernatura de Chihuahua.
Javier Corral, actual gobernador en esa Entidad, ha intentado hacer campaña a favor de su correligionario panista. Pero lo ha hecho en forma tan lamentable, que actualmente los bonos a favor de los candidatos de Acción Nacional, se encuentran a la baja.
En la conferencia matutina de este día, el presidente López Obrador reiteró que el problema generado artificialmente sobre el agua que debe enviarse a la Unión Americana, es de carácter estrictamente político. No hubo nunca riesgo de que Chihuahua se quedara sin agua. Fue una campaña orquestada por el gobernador, en sociedad con los “huachicoleros” del agua en el Estado, para desprestigiar al gobierno federal. Se quería crear un movimiento a nivel estatal, que pudiera ser explotado por Madero en el momento de las elecciones.
Pero todo les salió mal. Mucha gente en Chihuahua reprueba la conducta del gobernador. Por lo mismo, los bonos de Gustavo Madero bajan de manera apreciable.
Y para colmo, el hoy senador se presta a una protesta a favor de unos fideicomisos que lo único que aportan a la vida pública es corrupción. Lo hace del peor modo posible, arrastrando por los suelos la representación legislativa que el pueblo puso en sus manos.
Es algo incomprensible ver que situaciones así sucedan. Sabemos que los militantes del conservadurismo contratan a las mejores empresas para que manejen su imagen personal y su conducta pública. Pagan grande sumas de dinero por esto. Al final, ver que terminan haciendo el ridículo, deja en claro que estas compañías están haciendo un trabajo de dudosa calidad. O bien, que el político que las contrata se pasa por el arco del triunfo sus consejos y actúa de acuerdo a su estado anímico, su parecer, o por ocurrencia.
Y esto no le pasa exclusivamente a Gustavo Madero.
Vemos el caso de la nueva agrupación política que echan a andar Claudio X González, Gustavo de Hoyos Walther y Gabriel Quadri entre otros.
Con bombo y platillo anuncian el nacimiento de “Sí por México”, dando a conocer una agenda de seis puntos que no sale del lugar común. Retórica pura sin profundidad.
Planean los detalles para todo lo que se requiere operativamente y dan la consabida conferencia de prensa en los medios de comunicación afines al conservadurismo.
Pero lo que nunca pasa por sus mentes, ni tampoco por la de quienes les trabajan el área de imagen y publicidad, es que el logotipo que usarán como emblema en la nueva organización de derecha, es idéntico al que utilizó Augusto Pinochet en 1988, para promover un plebiscito en Chile, que le permitiera mantenerse en la presidencia del país, un año más.
El presidente López Obrador, conocedor de la historia, no solo de México, sino de varias otras naciones del mundo, hizo resaltar esta rara “coincidencia” el día de hoy.
La identificación de la ultra derecha latinoamericana, se nutre de los mismos elementos formativos, que dan por resultado preferencias e inclinaciones parecidas.
Pagar tanto dinero a empresas especialistas en imagen, para que al final cometan pifias de esta naturaleza, es algo que resultaría penoso, si no moviera a risa en este momento, al tratarse de los intereses de personajes públicos a los que el pueblo de México repudia.
Pocos quieren trato con organizaciones donde aparezcan los nombre de Claudio X González y los representantes de la COPARMEX, dirigida hasta el día de hoy por Gustavo de Hoyos Walther.
En esa agrupación empresarial, sucede algo que también resulta incomprensible.
Al mismo tiempo que se lanza el “Sí Por México” pinochetista, que intenta ganar adeptos que respalden el proyecto conservador en las elecciones del 2021, la COPARMEX, que juega un papel principal en ese proyecto electoral, anuncia que nombrará a un nuevo presidente que sustituya, iniciando el 2021, a Gustavo de Hoyos Walther, reelegido en dos ocasiones.
Y no se les ocurre otra cosa que candidatear como nuevo presidente, al segundo al mando en la COPARMEX, de nombre José Medina Mora Icaza.
Se trata del hermano de Eduardo Medina Mora, exministro de la Corte que tuvo que renunciar al cargo, por serios conflictos de intereses que amenazaban seriamente a su persona y a su familia.
José Medina Mora es fundador y presidente del consejo de administración de CompuSoluciones, una empresa que fue señalada de ser favorecida con contratos ventajosos, por parte de Eduardo Medina Mora, cuando era funcionario público.
Además, se ha señalado que Eduardo Medina Mora recibió utilidades de esta empresa, sin haberlas reportado en sus declaraciones fiscales. El exministro trató de salir del paso, diciendo que era su esposa quien tenía participación en la empresa.
Para el ciudadano común, escuchar los apellidos Medina Mora apoyando una propuesta política, no resulta grato. Si además, ese ciudadano conoce un poco los antecedentes que marcan la vida pública del exministro y de la empresa CompuSoluciones dirigida por su hermano José, es difícil que tome partido por una causa donde la dirigencia tiene tantos esqueletos en el armario.
“Sí Por México”, nace rodeada del peor escenario posible. Y estas condiciones ingratas las han creado los mismos que intentan ser una oposición seria en contra de la Cuarta Transformación.
Son en realidad una oposición de risa, inclinada al ridículo involuntario y a las ideas menos provechosas para su causa.
Una oposición que cuenta con mucho dinero, pero que carece al mismo tiempo de ideas. Una oposición acostumbrada a comprar todo y a crear nada.
Así no van a llegar a parte alguna.
Ni hoy, ni en el 2021.
Son reliquias del pasado, adornadas con lujo excesivo, pero sin interés para el pueblo trabajador y honrado.
Malthus Gamba