TRES CORCHOLATAS EN ESCAPARATE

En esta carrera para conseguir el cargo de Coordinador Nacional de la Defensa del Movimiento de Transformación, estamos viendo dos situaciones que corren de manera pararela. Y todo ocurre en el escaparete donde aparecen en campaña, las tres principales “corcholatas” de Morena.

La primera situación tiene que ver con el trabajo que realizan en este momento estos tres políticos, para verse bien ante los ojos ciudadanos.
La segunda, se relaciona con la persenpción que de ellos tienen los ciudadanos y la valoración final, que al parecer tendrá que ver más con esta campaña exprés de dos meses y un poco menos con la amplia trayectoria que respalda a Claudia Sheinbaum, a Marcelo Ebrard y a Adán Augusto López.

Las tres “corcholatas” punteras están en el escaparate y nos muestran sus mejores ropajes, sonrisas, razones y posturas, en un intento por convencernos de que son la opción que más conviene al país, para continuar con el proyecto de transformación iniciado por el presidente López Obrador.

Y cada uno de estos tres políticos lo hace de manera distinta, considerando los puntos positivos que tienen a su favor y que son de dominio público. A este capital político, hay que sumarle ahora simpatía y razones que convenzan a la gente. Quien acumule más puntos a favor, tendrá mayor oportunidad de salir victorioso en la encuesta que definirá al nuevo Coordinador del Movimiento en Morena.

¿Qué ofrecen las tres “corcholatas de Morena en este momento?

Ante todo, una segura lealtad al Movimiento y continuidad en el proceso de transformación que está en marcha. Eso se los hemos escuchado a los tres, en forma permanente.
Claudia Sheinbaum recorre el país, de acuerdo a un programa preparado con seriedad por ella misma y sus asesores. Le interesa el contacto directo con la gente y muy especialmente, ser vista como la opción seria, para que por primera vez en la historia del país, una mujer alcance la presidencia de la república. Y esto por méritos propios. Claudia destaca el hecho de haber estado siempre dentro del movimiento representativo de la izquierda mexicana. Ha sido una excelente Jefa de Gobierno en la Ciudad de México, en este sexenio.

Marcelo Ebrard se presenta como un político serio y profesional. Fue considerado “El mejor alcalde del mundo 2010”, recibiendo el premio “World Mayor”, otorgado por la Fundación City Mayors. Esto por haber enfrentado con éxito en la capital del país, las consecuencias derivadas del terremoto de 1985, el desastre ambiental de los ochenta y la epidemia de influenza AH1N1 del 2009. Realizó un buen trabajo en la cancillería durante este gobierno. Marcelo ofrece sacar de la pobreza extrema a un porcentaje importante de ciudadanos mexicanos, incrementando con esto el número de ciudadanos que viven dentro de lo que conocemos como segmento de clase media.
Adán Augusto López, ha sido el mejor Secretario de Gobernación de los últimos tiempos, a pesar de no haber ocupado ese cargo desde el inicio del sexenio. “Adán me ha descargado de mucho trabajo que requería atención especial, de parte de presidencia”, ha dicho López Obrador. Un gobernador de Tabasco muy querido y una persona con mucha “mano izquierda”, que sabe resolver los problemas mediante el diálogo. Adán Augusto ofrece seguir la misma ruta de López Obrador. Es decir: continuidad sin cambio alguno, a diferencia de las otras dos “corcholatas” que ven un cambio con continuidad.

¿Cómo los está viendo la sociedad en este momento?

Precisarlo es difícil. Habría que hacer a un lado el montón de basura que actualmente se tira en redes sociales, en favor de uno y en ataque directo a otros, para apreciar como van quedando las imágenes de estos tres políticos, ante los ojos del grueso de la población.
Me parece que ninguno ha sido dañado seriamente por la guerra sucia.

A Claudia se le critica que integre a su equipo a gente de partidos de derecha, que han sido declarados enemigos de la Cuarta Transformación. Pero lo mismo hizo el presidente en el 2018 y no todo le salió mal a final de cuentas. Zoe Robledo, un perredista contrario a Morena en un inicio, resultó ser un excelente director del IMSS.
A Marcelo no le ha perjudicado mayormente el que un portal de noticias, saque del baúl de los recuerdos una investigación del gobierno de Peña Nieto, en su contra. El mismo presidente recordó a todos en una mañanera, que Marcelo fue perseguido político en el sexenio anterior, y que si esa investigación hubiera tenido valor probatorio, Marcelo hubiera terminado en la cárcel y el expediente no tendría que haber sido sacado de un archivo muerto.

Adán Augusto se ve bastante bien en sus recorridos por territorio nacional. La falta de cobertura a sus actividades por parte de Televisa y Azteca, no lo perjudica, como él mismo lo dice. “Si el Pueblo se organiza, no nos gana Televisa” ha señalado recientemente. Su perfil tabasqueño le gana muchas simpatías, pues es la misma imagen que vemos en el presidente López Obrador.

La guerra sucia es fuerte en redes sociales y va a durar dos meses más. Hay gente que no sabe hacer política de otro modo.
La ventaja de las tres “corcholatas” es que cuentan con el respaldo del presidente. Tienen carreras y prestigio suficientes para enfrentar cualquier ataque. Y son parte de un Movimiento poderoso, que a pesar de los desencuentros actuales, apoyará a quien resulte ganador en la encuesta que definirá el futuro del país.
Tenemos tres excelentes “corcholatas” en escaparate.

Ellos intentan brindarnos su mejor imagen y convencernos.

Nosotros como ciudadanos, deberíamos intentar no machar el cristal o la ventana, desde la cual los miramos. Están haciendo un gran esfuerzo en este momento y quien alcance el triunfo, debe entender que venció a dos contrincantes valiosos, que le harán mucha falta en el futuro inmediato, cuando llegue la hora del relevo presidencial.
Hay que cuidar la forma en que hacemos política.

Dentro del Movimiento no hay enemigos. Hay competencia, pero no a muerte.
Y al final, la victoria debe ser de todos, gane quien gane en la encuesta.

Malthus Gamba