Por Lucía Deblock
Hace unos días una persona me dijo que le dio mucha risa cuando escuchó al “idiota de Maduro” echarle la culpa a EEUU sobre los apagones que está sufriendo Venezuela, remató diciendo que tenía muy poca imaginación para justificar su ineficiencia. También cree que rechazó la ayuda humanitaria, en febrero pasado, porque es un dictador que no quiere ayudar a su pueblo. Así como esa persona hay millones que creen, en mayor o menor medida, algunas de las mentiras que se han dispersado gracias a la prensa que opera para el Plan Cóndor 2.0
El aterrizaje de militares rusos en Venezuela nutrió el imaginario de posibles enfrentamientos propios de la guerra fría, sin embargo, hoy se sabe que esos militares son los encargados del mantenimiento técnico-militar del armamento del ejército venezolano. Todos sabemos que a EEUU no le conviene una guerra en AL, también conocemos que en Siria ya tuvo oportunidad de comprobar la eficacia diplomática y bélica de los rusos. Así mismo, somos testigos que a Maduro le ha sobrado coraje, pero carece de una estrategia integral para diversificar su economía. A pesar de todo, ha logrado defenderse basándose en tres ejemplos históricos: Irak, Libia y Siria y aliándose con la Rusia de Putin, sin embargo, la corrupción y la falta de diplomacia internacional, entre otras, son un lastre que le ha afectado notablemente.
Ha quedado claro que EEUU quiere acelerar el colapso en Venezuela y así, apropiarse de sus recursos y dolarizar su economía. Con las sanciones económicas -que ascienden a 30 mil millones de dólares- pretenden agotar al pueblo para que sea éste el que deponga a Maduro y le permita entrar sin esfuerzo de la mano siniestra de un personaje llamado Elliot Abrahams, responsable de “La masacre del Mozote” en El Salvador y condenado por vender ilegalmente armas a Irán para financiar a los paramilitares en Nicaragua, antesala de una cruenta guerra civil; sin embargo Bush le otorgó una amnistía que le permitió seguir engrosando su trayectoria con golpes de estado, guerras ilegales y violaciones sistemáticas a los derechos civiles.
Mientras, todo se complica. Hace unos días Josep Borrell, el ministro de exteriores español avisa que limitará las actividades políticas de Leopoldo López -refugiado con su familia en la residencia oficial de España desde el pasado miércoles 1o. de mayo-, abriendo las puertas a las severas advertencias de la Unión Europea y del Gobierno Español, es decir, dando pie a que más países se involucren en una crisis ya por sí misma complicada. Sin embargo, pese a las recomendaciones, López juguetea en ruedas de prensa con la intervención militar internacional, con la revictimización de la población, con las muertes. Y reitera: “Hoy Maduro no puede confiar ni en quien le sirve el café”.
Mientras la tensión institucional se agrava entre Nicolás Maduro y la Asamblea Nacional, Juan Guaidó -ese detestable personaje éticamente tan parecido a Abrahams-, sigue incrementando la presión para activar la ofensiva contra el régimen chavista, con la intención de forzar la renuncia de Maduro.
El Banco Mundial informó en su reporte semestral que las condiciones económicas en Venezuela continúan deteriorándose de manera acelerada por factores como la caída en los precios del petróleo, mala gestión de la economía, un ajuste fiscal desordenado y políticas distorsionadas del gobierno que encabeza Nicolás Maduro. Se pronostica para este año una caída del PIB de -25%
Una madrugada del 14 de abril del 2002 militares leales instituyeron en el poder a Hugo Chávez, tras sufrir un intento de golpe de estado producto del Paro Cívico de diciembre.
Ahora, otra vez en abril, se gestan traiciones en Venezuela.