Tamaulipas: fin del gobierno de las bandas

Hoy toma posesión del Dr. Américo Villareal como gobernador de Tamaulipas, el cártel Calderón-Cabeza de Vaca, a pesar del embate y resistencia que con todas sus fuerzas del PAN y el gobierno de Cabeza de Vaca para no ceder “el control la plaza”, como dirían los delincuentes de su tipo.

Ese estado ha sido controlado por el crimen organizado desde los gobiernos durante los últimos 23 años, cuando Tomás Yarrington literalmente tomó la plaza y la convirtió en botín de cárteles de toda índole, con el apoyo de las fuerzas policiales. Desde entonces, 2 de los gobernadores anteriores están en prisión y otro se coludió con Cabeza de Vaca, apoyándolo para tomar la plaza, a fin de que lo cubriera con un desfalco de 2 mil millones de pesos que no podría comprobar.

Desde entonces comenzó la fiesta en grande, con un flamante gobernador emanado del corrupto PAN por primera vez en la historia, con funcionarios incrustados por el delincuente Felipe Calderón, operando a través de su office boy Roberto Gil Zuarth, para controlar el dinero y la operación delictiva en todas partes, incluso vendiendo plazas a distintos cárteles para que operaran libremente, como si fueran concesiones o franquicias de la propia banda comandada por Cabeza de Vaca, con el apoyo estructural del Carnicero de Morelia y sus secuaces.

Transcurrió este sexenio con robos, saqueos, masacres, secuestros, desapariciones forzadas y aberraciones de todo tipo, en una magnitud tal que la Unidad de Inteligencia Financiera terminó presentando denuncias ante la Fiscalía General contra el capo Cabeza de Vaca, que desembocaron en el desafuero de este delincuente por parte del Congreso.

Sin embargo, como la ley fue diseñada para proteger a los funcionarios corruptos y el poder judicial actúa en función de la podredumbre que lo inunda, la decisión de desafuero tenía que ser ratificada por el congreso local, cooptado y amenazado por ésta alimaña, a tal grado que hasta la fecha no se le ha podido desaforar y encerrar como corresponde.

Así llegó al estado el proceso electoral de este año, donde se desató la maquinaria del gobierno local para intimidar, amenazar, comprar voluntades, operar fraudes electorales, utilizar a jueces corruptos para encarcelar adversarios, alquilar medios mercenarios para difundir mentiras y echarle toda la carne al asador para impedir que les quitaran lo que ellos consideran como “el control de la plaza”.

A pesar de todo el aparato delincuencial funcionando a marchas forzadas para detener a Morena en la carrera electoral, los ciudadanos hartos de 23 años de crimen y saqueo, salieron masivamente a depositar su voto en las urnas, contrarrestando la capacidad del gobierno de Cabeza de Vaca en el intento de putrefacción del proceso. Solo con pensar que el candidato del PRIANRD a la gubernatura se hace llamar El Truko, nos podemos imaginar de qué se trataba todo.

Al final lo que debería estar haciendo cualquier gobierno, es llevar a cabo una entrega-recepción con quienes van a tomarlo para que la transición no resulte traumática para la administración pública, pero lo que Cabeza de Vaca y sus secuaces calderonistas están intentando evitar, es que el Dr. Américo Villareal, ganador contundente de las elecciones a gobernador, pueda tomar posesión. No se nos olvide que los cárteles no hacen entrega recepción de las plazas, se apoderan de ellas por medio de actos criminales.

En una suerte de teatro del absurdo, falsificaron unos cables de la DEA en cuyo texto burdo y mal redactado, involucraban al equipo de Américo Villareal con el crimen organizado, alquilaron a un columnista mercenario en decadencia para difundirlo; las panistas hambrientas colocadas en el senado, hicieron un escándalo de esto hasta que el mismo embajador de Estados Unidos desmintió su autenticidad. Por si fuera poco, coludido con un juez corrupto de esos que no hay en Tamaulipas, el capo-gobernador delincuente presentó una denuncia contra los funcionarios entrantes para que los detengan antes de la toma de posesión, al mismo tiempo que el Tribunal Electoral cabildeado por el crimen organizado, se espera hasta el último momento para dictaminar si la elección fue o no legal, una vez que el tribunal local ya lo hizo.

Así al más puro estilo del PAN, brazo político del crimen organizado, repartieron dinero a diestra y siniestra para evitar perder la plaza, sin importar como haya votado la mayoría de sus habitantes, pero sobre todo sin darse cuenta de que hoy, ya se les acabó el festín.

Como dijo el filósofo estadounidense Ralph Emerson: “El destino de quienes han delinquido es inexorable. Ya no podrán nunca ocultar su pasado: Toda la tierra les es de vidrio”.