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SUPREMA CORTE. CORRUPTOS Y DELICADOS
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SUPREMA CORTE. CORRUPTOS Y DELICADOS

La quema de una imagen de cartón, enciende un fuego que va a ser inapagable en los siguientes años.

En una pequeña hoguera improvisada en el zócalo de la Ciudad de México, da inicio un incidente menor, que es sobredimensionado por los medios de comunicación y políticos conservadores.

La imagen de Norma Piña, arde en medio de la rechifla y el repudio de una docena de ciudadanos, que acudieron a brindar su respaldo al presidente López Obrador, en la concentración masiva que se dio en el zócalo capitalino el pasado sábado.
Esta acción no escapa a lo que normalmente hemos visto en actos similares. Se han quemado imágenes del actual presidente y de presidentes anteriores desde hace décadas. Es una de las tantas formas de protesta pacífica, donde se condena la falta de calidad en el trabajo que desempeñan los políticos, servidores públicos y dirigentes de distintos organismos.

Pero la oposición vio en este pequeño hecho, la grieta por donde podía lanzar una campaña propagandística, mediante la cual se podría culpar al gobierno del presidente López Obrador, de fomentar acciones violentas en contra de los personajes públicos que no comulgan con el Movimiento de la Cuarta Transformación.

Prensa, radio y televisión, no se han cansado de condenar la quema de este pedazo de cartón, donde aparece la imagen (ya bastante deteriorada socialmente), de Norma Piña.
Hablan de agresiones a la ministra, “por el hecho de ser mujer”, lo cual es falso por donde quiera que se le vea.

Hablan de ataque a la representante de uno de los Poderes de la Unión, dando a entender que este cargo otorga a quien lo representa, una especie de inmunidad contra toda manifestación o protesta en su contra.

La campaña ha sido fuerte. Todos los comunicadores y políticos reaccionarios se subieron a ese cuadrilátero, poniéndose del lado de la ministra. Una víctima de la potencial violencia del Pueblo.

En la Conferencia Mañanera del lunes, se le preguntó al presidente López Obrador su opinión sobre la quema de la efigie de Norma Piña y el primer mandatario respondió que condenaba un tipo de manifestación que correspondía más bien a los conservadores y no tanto a quienes impulsan una lucha pacífica por el cambio en el país.

Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del presidente, también mostró su rechazo a este tipo de acciones en contra de cualquier político, o en contra de algún familiar de los mismos.

Claudia Sheinbaum declaró que no estaba de acuerdo con este tipo de acciones. Que no era correcto protestar de esa manera.

El Fisgón Monero, escribió un mensaje donde opina que el asunto del cartón quemado, donde aparecía el rostro de Norma Piña, era más bien una acción reaccionaria que tenía como fin, restar valor a la mega concentración que se dio en el zócalo el fin de semana pasado y que fue histórica.

Todo mundo reprobó la quema de la fotografía de Norma Piña en el zócalo.
Y aquí viene lo interesante.

Las redes sociales estallaron en un rechazo sólido en contra de este intento de descalificación al Pueblo.

Algo que no habíamos visto en redes, fue que incluso habiendo escuchado la recomendación del presidente para evitar este tipo de acciones, mucha gente de izquierda manifestó su rechazo al pretendido “regaño” a la sociedad, por parte de la clase política de izquierda y derecha.

En lugar de mostrar el “arrepentimiento” esperado y guardar silencio para que se olvidara el asunto, buena parte del sector de izquierda que participa en redes sociales, dijo con toda claridad: “NO. No se actuó mal. Protestamos en contra de una pésima funcionaria pública y seguiremos exigiendo su salida de la Suprema Corte, porque se trata de un personaje a quien poco la importa realizar una depuración al interior del Poder Judicial, para eliminar la corrupción que impera en juzgados y tribunales”

Y esto es histórico y de una trascendencia decisiva para el futuro del país.
Al Pueblo nadie lo maneja, ni lo conduce, lo regaña, o lo descalifica.
El Pueblo es ahora quien maneja, conduce, regaña y descalifica.

Esa parte importante del Cambio de Mentalidad, es producto del trabajo desarrollado por el presidente López Obrador, en sus cuatro años de gobierno.

La gente entiende con claridad lo que sucede en el país y no lo engañan.

Sabe que el presidente de México, no puede declarar públicamente que está a favor de acciones “condenables” desde el punto de vista de “las buenas conciencias”, aunque sea legítima la forma de protesta. Eso desataría una campaña nacional e internacional en su contra, por hacer “apología de la violencia”.

La gente sabe también que Claudia Sheinbaum, al igual que Marcelo Ebrard y Adán Augusto López, deben cuidar sus flancos para impedir que la oposición arme campañas de odio en su contra. Por eso el cuidado que tienen con lo que declaran.

El Pueblo entiende todo eso y sabe que el presidente López Obrador ha señalado una y otra vez, que la actual ministra está más ocupada en hacer política reaccionaria y en la aplicación de la Ley en favor de fuertes intereses económicos, que en observar que el principio de Justicia prevalezca en jueces, magistrados y ministros.

La corrupción al interior del Poder Judicial es inocultable y Norma Piña declaró el primer día de su mandato como presidenta de la Suprema Corte, que a ella “no le constaba que hubiera corrupción en juzgados y tribunales”.

Y luego vienen la serie de amparos promovidos por la clase conservadora y validados por representantes del Poder Judicial. La orden de liberar las cuentas bancarias de la esposa de Genaro García Luna. La liberación de Rosario Robles. La instrucción para que Edmundo Jacobo Molina sea reinstalado en el INE.

En la conferencia mañanera del día de hoy, el presidente López Obrador descalificó un desplegado firmado por ministros, magistrados, jueces y demás funcionarios pertenecientes al Poder Judicial, donde condenan la quema del trozo de cartón con el rostro de Norma Piña.

“No es recomendable protestar así. Aunque la oposición ha quemado la imagen del presidente y ningún juez o ministro, se quejó por este atentado a la institución presidencial”.

“Dejen de hacer politiquería. El Poder Judicial que hoy se queja por un agravio menor, es el mismo que votó en contra de que se investigara a fondo el caso de la Guardería ABC”.

“Son los mismos que liberaron en un sabadazo, a Rafael Caro Quintero y los mismos que ordenaron desbloquear las cuentas de la esposa de Genaro García Luna”.

“Y ahí nunca firmaron desplegados condenando esos hechos que los tocan directamente”.
El tiro le salió por la culata a los grupos fascistas conservadores.

El Pueblo respondió con un contundente NO, al intento de censura social., que pretendía imponer Claudio X González y su gente.

Al Pueblo de México nadie lo regaña y castiga.

Esa idea no es ridícula. Es estúpida.

Ni la Suprema Corte u otras instituciones de gobierno, están hoy por encima de la voluntad de los ciudadanos.

Lo bueno, lo justo y lo correcto, es lo que el Pueblo considera bueno, justo y correcto. No lo que los corruptos pretenden imponer por la fuerza.

Vivimos tiempos estelares y estamos haciendo Historia.

Y en esa historia, el protagonista principal es el Pueblo.
No hay más.

Malthus Gamba

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