Seis días para que México responda a The Economist
Por: Jorge Barrientos
Estamos a solo seis días para las elecciones de 2021 y en todo el país se comienza a vislumbrar que la batalla electoral es básicamente un plebiscito entre la continuidad del actual proyecto de nación —que tiene tres años en curso— o el regreso al México del pasado lleno de corrupción y con gobernantes alejados de su Pueblo.
Si bien pareciera que la oferta electoral es tan variada como colorida —con casi una decena de partidos en las distintas contiendas locales—, la realidad es que solo hay dos movimientos en disputa. Precisamente ese deberá ser uno de los puntos a revisar una vez que hayan pasado estas elecciones, pues ¿para qué tener tantos partidos que representan un gasto enorme para el erario cuando las ofertas políticas e ideológicas se reducen a dos: quienes gobiernan buscando el beneficio general del Pueblo —así como el crecimiento equitativo, la garantía de las mismas oportunidades y beneficios— y quienes gobiernan para una minoría poderosa —que busca crecer a costa de la pobreza del resto y que ha creado un país de contrastes, con un 70% de la población en la miseria y la inseguridad—?
Vale comentar que las dos propuestas tienen errores, las dos propuestas tienen sus deficiencias en la implementación de sus políticas, pero lo importante es lo que representa cada una y es precisamente el punto que la gente está tomando en cuenta a la hora de decidir quién quiere que lo represente los próximos años.
Por primera vez tiene una oferta sin máscaras y sin engaños; para quienes seguimos de cerca la política, esto era algo evidente desde hace años y por lo mismo —en ciertas decisiones políticas del pasado— ni siquiera se les podía reprochar a los gobiernos anteriores, pues ellos las tomaban en beneficio de quienes representaban desde un principio.
Solo se engañaban aquellos que votaban por ellos pensando que representaban algo distinto y que iban a gobernar en beneficio de las mayorías… Lo bueno es que ahora la gente identifica muy bien quién los representa y quién representa a la minoría de poderosos de este país.
Morena es hoy por hoy el único partido que continúa ofreciendo un gobierno para el Pueblo con todo y los errores que pueda cometer en los gobiernos o en la elección de candidatos.
Ha demostrado que incluso ante esos errores puede corregir o tomar medidas que cuando gobernaban otros no se veían. Un ejemplo es el municipio del Presidente Andrés Manuel López Obrador, donde ante distintas quejas de la ciudadanía el gobierno municipal fue removido cuando en el pasado los presidentes municipales terminaban sus ciclos, sin importar las quejas, los evidentes actos de corrupción, o la voz del Pueblo.
Para acabar de hacer evidente las diferencias de las que hablo, llega la publicación de la inglesa The Economist a señalar al Presidente AMLO como un “mesías” —curiosamente palabra que fue usada por Enrique Krauze, intelectual orgánico de la casta poderosa que representan los demás partidos, para adjetivar al presidente tabasqueño cuando comenzaba a ser un “peligro” para Krauze y la casta que representa— lo que desnudó que, en efecto, hay quien quiere seguir gobernando para unos cuantos y para quedar bien con el exterior, sin importarle el beneficio general del Pueblo. Solo votando por Morena se evitará regresar a ese México que solo nos llenó de pobreza, violencia y vergüenza.
Y a los extraterrestres, primero investiguen, después opinan.