¡Se les dijo! Super congestión ahoga operaciones del AICM; baja gobierno de 52 a 43 por hora los aterrizajes y despegues

Por el super congestionamiento y para garantizar la seguridad de millones de usuario del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), el presidente Andrés Manuel López Obrador informó que las operaciones de aterrizaje y despegue bajarán de 52 a 43 por hora. 

Lo cierto es que actualmente el Aeropuerto Internacional, es el complejo aéreo con más vuelos a nivel nacional; pues según el presidente es superior en 150 por ciento a su capacidad.

Es decir, 100 por ciento saturado y tiene una sobresaturación todavía de 50 por ciento, sobresuperando “su capacidad original”.

Andrés Manuel López Obrador dijo en la conferencia matutina que la determinación atiende a las recomendaciones de la Coordinación Nacional de Protección Civil.

Ya hay problemas de tráfico y queremos actuar con responsabilidad; hay una recomendación de Protección Civil, entonces tuvimos que tomar esa decisión de reducir el número de operaciones para evitar un problema mayor”

El presidente López Obrador explico “está saturado el aeropuerto de la ciudad, son muchísimas operaciones, hay riesgos y queremos prevenir”.

Así que la medida entrará en vigor en noviembre de este año, por lo que las aerolíneas tienen tiempo de reestructurar actividades.

FELIPE ÁNGELES PUEDE AYUDAR

De hecho Andrés Manuel López Obrador sostuvo que el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles en el Estado de México, puede resolver esta situación debido a su amplitud y a que es uno de los mejor construidos en el mundo.

Recordó que el Gobierno de México previamente dialogó con directivos de las empresas aéreas a fin de disminuir operaciones en la Ciudad de México, sin embargo, no cumplieron con el acuerdo establecido.

Se había llegado al acuerdo de que iban a bajar el número de operaciones y, en vez de bajarlas, las incrementaron. (…) Se tiene un buen aeropuerto, de los mejores del mundo, que es el aeropuerto Felipe Ángeles. Hasta hablé yo personalmente con los directivos de las líneas (…) y pensaron que ya me habían engañado y no es así. Ellos no me pusieron, me puso el pueblo”