“Quieren chiflar y comer pinole”
Por: Rafael Redondo
@redondo_rafa
Las aspiraciones de Xóchitl Gálvez para la candidatura presidencial, están atrapadas en muchas contradicciones:
1) Se dice marxista, pero, ha trabajado para un partido católico.
2) Dijo detestar al PRI y ahora, pretende ser la candidata de una alianza, a la que pertenece el PRI.
3) Busca la simpatía de la izquierda, cuando su experiencia profesional y quien la apoya, pertenecen a una ideología de derecha.
4) Alardea de su origen indígena, pero, la curul que ocupa en el Senado, se la debe a un partido político elitista que, nunca, ha empatizado con este sector de la sociedad.
5) Su principal aplaudidor es Vicente Fox quien, no se cansa de llamar prácticamente tontos, a quienes apoyan al presidente López Obrador; mientras ella, dice pertenecer al sector al que Fox considera como inferior, cómo “el populacho”.
6) Se dice indígena y haber trabajado para los indígenas, pero, los indígenas no modificaron en nada su condición durante su paso por el Instituto de Desarrollo de los Pueblos Indígenas, en el sexenio de Vicente Fox. No Xóchitl no es ninguna reina Roja maya ni nada parecido.
7) Su aparición en la escena pública como candidata presidencial, surgió cuando el presidente comentó que Xóchitl, estaba contra las pensiones y ella negó haberlo dicho; sin embargo, están los vídeos donde en noviembre de 2022 dijo, y cito:
“Lo que aprendí de mi abuelo, es ganar tu comida trabajando y creo que lo que tenemos que hacer es que, estos apoyos (las pensiones), sean temporales, darles habilidades, darles educación, certificación laboral, competencias laborales y generar fuentes de empleos, para que, la gente, pueda salir adelante. De verdad que, el mayor acto de dignidad de un ser humano, es eso, poder ganar su comida trabajando y creo que, es a donde yo me enfocaría…”
Casi, casi, el pobre, es pobre porque quiere.
Ella, hace énfasis en que, en algún momento, apoya la desaparición de los apoyos, por eso dice que son temporales. Es decir, sí dijo lo que dice que, no dijo. Además, ¿esta es la mentalidad de una persona que, dice, haberse formado en el marxismo y peor aún, en él trotskismo que, es el ala izquierda comunista?
8) Es una empresaria, pero, se dice trotskista cuya ideología es, la heterodoxia en la política soviética. Esto, ¿cómo sucede?
Contradicción, tras contradicción.
Sin embargo, la contradicción medular de Xóchitl es, ser empresaria y política a la vez.
Tener a una empresa y luego, introducirse en política, por lo menos, por lo menos, genera suspicacias.
El presidente publicó documentos en los que las ganancias de su empresa, son descomunales y una parte de ellas se deben a, contratos directos con el sector público.
Hay un sector de la sociedad mexicana que, cree que el servicio público funciona igual que una empresa. Nada más falso.
El objetivo de una empresa es hacer dinero. El objetivo del servicio público es, buscar el bienestar de un grupo social.
El Neoliberalismo, concepto que, muchos no logran entender bien a bien por infinidad de razones, puso una vez más en crisis al capitalismo y, justamente, por anteponer el interés del dinero frente a la labor del Estado. Quizá sea más fácil entender qué es Neoliberalismo, si utilizamos su traducción en francés que, resulta más explícita:
En francés, ruissellement: escurrimiento.
El Neoliberalismo, propone la protección de la producción de dinero, reduce la intervención del Estado y reduce los impuestos a grandes empresas. Esta teoría piensa que, por goteo, por escurrimiento, el dinero caerá hacia abajo, a las clases menos favorecidas. Los empresarios producimos y los empleados reciben parte de las ganancias (el asunto del valor del trabajo es un apartado importante en la teoría marxista). Los empresarios ganan mientras la ganancia de los empleados, es una incógnita. Como licencia literaria, el Neoliberalismo ve al servicio público como una empresa.
El gran error del Neoliberalismo es creer que, el objetivo de un gobierno es producir dinero, como si el dinero fuese el único generador de bienestar.
El Neoliberalismo, no toma en cuenta la avaricia, característica de todo ser humano: mientras más tenemos, más queremos; es decir, cree que el servicio público es una empresa luchando ferozmente en un mercado competido. Los resultados de esta equivocada interpretación de bienestar, los constatamos tanto en Gran Bretaña, como en Latinoamérica.
Retomando los dichos de Xóchitl, su mentalidad real, es neoliberal. Ni marxista, ni trotskista, ni mis polainas.
Una empresa tiene objetivos distintos a las de un gobierno, ya está comprobado.
Veremos qué sucede con Xóchitl y su retórica contradictoria, su empresa y sus ganancias; pero, de entrada, el gran problema de muchos políticos es, introducirse a la política para beneficio personal.
El Estado y el Capital, no trabajan, o no deberían trabajar, en la misma dirección porque, tienen objetivos diferentes. El Estado, debe ser el ente que ponga equilibrio, regule las relaciones entre privados. El Capital, dedicarse a producir riqueza. Querer ser empresario y político, nunca es una buena fórmula.
El obstáculo de Xóchitl y de una oposición obnubilada por la desesperación y la ambición, es la infinidad de tropiezos por sus contradicciones, por su falta de honestidad y ello, está derribando intelectuales, grados académicos, imágenes públicas, credibilidades, medios de comunicación y políticos, justamente, porque no entienden que, no se puede chiflar y comer pinole.