Presunción de inocencia: Salvan delincuentes, condenan víctimas
Foto: AG Noticias
Por Miguel Angel Lizama
@Migueliz8
La actual PRESUNCIÓN DE INOCENCIA del nuevo sistema penal mexicano, se ha revelado como GARANTÍA DE IMPUNIDAD PARA DELINCUENTES. No importan pruebas, testimonios y evidencias, ni la flagrancia en que pueda ser sorprendido o acusado por las víctimas. Las Naciones Unidas y organismos Defensores de los Derechos Humanos pugnan por hacer valer esta defensa en favor de un acusado. Pero en justo Derecho, la Presunción de Inocencia debería corresponderse con la PRESUNCIÓN DE CULPA, CON IGUAL VALOR, A FAVOR DE LA VÍCTIMA. 50% Inocente, 50% Culpable.
Toca al aparato del Estado PROBAR –con toda la capacidad, recursos y fuerza que le dan la Constitución, leyes y Presupuesto para proteger a los ciudadanos– o REUNIR los elementos incidentes en el hecho delictivo, que aclaren de lado de quién debe inclinarse la balanza de la Justicia.
Según la Ley actualmente aprobada (como divulga la Fiscalía General de la República, FGR), según exigencias internacionales TODOS SON INOCENTES hasta que el último juez del caso emita sentencia condenatoria firme e indiscutible, por haber salvado todas las instancias y papeleos. Se soslaya el papel de la Víctima, la parte más débil y desprotegida en todo delito. Se atiende y se cuidan las formalidades para proteger el derecho de un acusado, pero se olvida la necesidad de salvaguarda, protección y, sobre todo, JUSTICIA PARA LA VÍCTIMA.
Teóricamente es válido el argumento de Inocencia, pero… En la práctica debe transcurrir una eternidad para lograr Justicia, por las triquiñuelas y dilaciones de los abogados del acusado y la lentitud y parsimonia de fiscales y jueces que deben intervenir, cada uno aportando la tardanza que le corresponde. Todo delincuente con dinero puede llevar su proceso en libertad, carcajeándose de la “justicia”. Nunca le dictarán sentencia mientras viva y puede irse a donde quiera, pues el proceso judicial se le seguirá “in absentia” (en ausencia) porque es Inocente. Sólo sus abogados aparecen para cubrir el expediente.
Lo peor es que esa “presunción de inocencia” permite seguir delinquiendo o –en el estilo de todas las mafias– suprimir testigos y desaparecer pruebas incriminatorias. Una muestra evidente la dio un notorio ex-gobernador del PAN (de Sonora) acusado de varios delitos, que por un simbólica fianza lleva su juicio en libertad, y quien al salir de la prisión preventiva, lo primero que hizo fue amenazar a sus acusadores.
Por si fuera poco, a la Presunción de Inocencia, se suma el “DEBIDO PROCESO” cuya falta permitió liberar a la ciudadana francesa Florence Cassez, detenida por la Policía Federal de Genaro García Luna por un supuesto secuestro, cuyas víctimas no supieron reconocer a sus captores ahí presentes en el montaje televisivo, hasta que en las oficinas de la PF los interrogadores lunistas los convencieron de inculpar a los detenidos, que siempre alegaron inocencia.
A diferencia de Estados Unidos –que impuso al blandengue Calderón una mala copia del sistema penal gringo– en México no hay una “Advertencia Miranda”, que se obliga a recitarle a cualquier detenido en el momento de su aprehensión, no al llegar a la Jefatura de Policía como los agentes policiales acostumbran en México (cuando explican el porqué de la detención). Pero la “Advertencia o Aviso Miranda” establece el derecho a guardar silencio para no inculparse sin la presencia de un abogado. No se le dice al detenido que “es inocente” hasta que todos los jueces lo declaren culpable. La primera reacción, lógica, sería: “Como soy inocente, me voy; me avisan cuando sea culpable”.
Lamentablemente, el nuevo sistema penal de inspiración gringa tampoco se aplica parejo. La Presunción de Inocencia, como los amparos, funciona con diligencia en el caso de adinerados o “de buena fama pública” (aun lograda a base de saqueos y latrocinios). Quien carece de recursos o fama, va pa’dentro sin escalas, a ver si lo ayuda el Chapulín Colorado. Baste de ejemplo el hecho reciente de las complacencias hacia la esposa del recién detenido Juan Collado, quien pudo ingresar de inmediato a apapachar a su marido, sin revisión previa y acompañada de un funcionario (sin ser día ni hora de visitas). En contraste, familiares y esposas de encarcelados sin dinero ni influencias, deben soportar largas filas a pleno sol, malos tratos y groseras revisiones para ingresar a cualquier centro de reclusión.
Los abogados de barras, colegios, asociaciones y demás grupos, se plegaron con docilidad a las imposiciones legales de los doctores en economía y finanzas, como hicieron también los legisladores o hacedores de leyes, pues le tenían más temor al Estado Mayor Presidencial y sus malas artes, que al pisoteo de la Constitución y al Derecho. Ningún erudito en Derecho se atrevió a levantar la voz para alertar sobre las inconsistencias del Nuevo Derecho Penal, mal copiado de los gringos, pese a que obedecen a dos orígenes jurídicos muy distintos (como traté en un artículo previo en SinLínea.MX. Si los “intérpretes de la Ley y garantes de la Constitución” en el Poder (per)Judicial no ponen reparos, han de haber razonado los jurisconsultos, ¿por qué arriesgarse a recibir un “soplamocos” del EMP por alebrestados?
Hasta el momento, pese a los años transcurridos desde su promulgación y al enorme platal invertido en construir y habilitar nuevos juzgados, además de “preparar” a nuevos jueces que nomás no entienden, la Nueva Justicia Penal sólo ha servido para liberar delincuentes y condenar a las víctimas al eterno miedo o a los rosarios por los eternos difuntos.
Los legisladores de MORENA, únicos que deben escuchar al pueblo que los eligió para acompañar a AMLO en la Cuarta Transformación, deben poner más empeño, tiempo y vocación, en corregir todo el entramado legal tecnócrata que agrede a la gente y la deja a merced de la delincuencia callejera o de salones. Deben quitarle a los jueces el pretexto de que “así es la Ley”, pues está hecha para delinquir y salvar a los delincuentes. Las víctimas deben conformarse con un espacio en las estadísticas de ”otros datos”.
Con dinero baila el perro, se asegura, y la Corrupción resistirá la 4T hasta que no cambie el Poder (per)Judicial completo y todo el andamiaje legal pensado y hecho para el saqueo y la rapiña.