OPOSICIÓN, O EL AUTOCANIBALISMO POLÍTICO

¿Cómo llega la oposición al proceso electoral 2024?

En realidad, los grupos conservadores que han creado un frente común, intentando dar una batalla organizada a la poderosa aplanadora de Morena y aliados, llegan bastante dañados.
Los partidos políticos se fueron desgastando ininterrumpidamente, desde la derrota sufrida por el neoliberalismo, en el paso proceso electoral del 2018. Así digan que en la elección intermedia del 2021, lograron un número de votos casi idéntico a los conseguidos por el Movimiento de Transformación, la realidad es que perdieron varias gubernaturas y hoy solo tienen presencia sólida en un puñado de estados que pueden contarse con los dedos de una mano.

Pero no hay que engañarnos, el Poder Económico que siempre ha actuado en las sombras, tiene recursos ilimitados, que pone a disposición de todo aquel que impulse una estrategia convincente, para recuperar algo del poder político perdido.

La clase política perdió toda credibilidad.

La clase empresarial que ha incrementado las fortunas familiares de unos cuantos, en base al sistema corrupto que gobernó al país por espacio de 36 años, es el enemigo natural del grueso de la población trabajadora, que no está dispuesta de dejarlos construir candidatos de cartón, salidos de las cajas de ilusiones de Televisa, o Azteca.
Todo el periodismo tradicional, arrastra un desprestigio histórico, que limita el alcance de sus campañas de desprestigio, dirigidas hacia el presidente López Obrador y su gobierno.

Pocos creen en la manipulación informativa que construyen a diario, los equipos de trabajo de Ciro Gómez Leyva, López Dóriga, Aristegui, Jorge Ramos, Brozo, Riva Palacio, Sarmiento y otros profesionales del “chayote”.

Tampoco tienen credibilidad los intelectuales reaccionarios de la talla de Enrique Krauze, Aguilar Camín, Silva Herzog Márquez, Jorge Castañeda y hasta Francisco Martín Moreno, que se presenta con esa etiqueta.

Los analistas como Denise Dresser, Sergio Aguayo, María Amparo Casar y otros, ya no convencen a sus audiencias de que su opinión, es “la voz del pueblo”.
Como dijimos, si algo le sobra a esta destartalada oposición, es dinero. Y los antiguos traficantes de influencias, disfrazados de empresarios, no escatiman recursos en la guerra que libra la oposición, en un intento desesperado por recuperar el poder político, en el corto plazo.

Pero ¿Qué es lo que está pagando este poderoso grupo empresarial?

Al parecer, le apuestan fuertes cantidades de dinero, a una campaña política autodestructiva. A una estrategia consistente en “darse un balazo en el pie”, cada que el grupo comandado por Claudio X González, intenta dar un paso hacia adelante.

Desde el 2018, la oposición debió haber recompuesto sus maltrechas filas, para construir un proyecto nacional alterno al Movimiento de Cambio. No lo hicieron.

La estrategia elegida por la clase política opositora, fue sabotear todo intento de ley o reforma, impulsada desde el gobierno. Intentaron atar de manos al presidente López Obrador quien, de una forma u otra, logró echar a andar los proyectos importantes del sexenio.

La oposición fue perdiendo poder día con día, al grado de que, en el momento actual, solo mantiene control dentro del Poder judicial, parte del Instituto Nacional Electoral y algunos Órganos Autónomos.

Y este pobre capital político, no le está sirviendo de mucho en el proceso electoral en curso. No avanzan.

Primero, porque eligieron al peor perfil político imaginable, como candidata a la presidencia. Xóchitl Gálvez es un cuadro de segundo nivel, sin trayectoria importante conocida. Cada que abre la boca, pone en peligro su campaña y afecta al resto de los candidatos conservadores que esperan de ella respaldo de todo tipo y no bufonadas que dejan mal parada a la derecha en su conjunto.

A estas alturas, Xóchitl Gálvez ya es vista por las dirigencias del PRIAN, como una candidata perdedora. No va a ganar. No tiene oportunidad alguna. Y por lo mismo, empiezan a dejar en total soledad y sin ingresos, a una candidata que ruega a todo a quien tiene enfrente, por algún recurso económico “que le sobre”, para poder solventar sus gastos de campaña.

Este fenómeno se parece al que ocasionalmente se observa en algunas especies de pulpos y serpientes que, bajo condiciones de estrés, comienzan a devorarse a sí mismos. La oposición se está autodestruyendo.

Luego comienzan a convocar en torno a sus candidatos, a organismos y personajes impresentables, como la marquesa española que llegó a despotricar en contra del presidente, sabiendo que es parte de una nobleza decadente y afín a la ultraderecha fascista española. O la Red Atlas Network, vinculada a distintas agencias del gobierno norteamericano.
La jerarquía católica, partícipe del lujo y la riqueza que tanto gusta al segmento conservador, también ha puesto su “diezmo político” en favor del neoliberalismo.

Ese tipo de “respaldo” molesta al votante común. Como también le disgusta el saber que Claudio X González, paga exorbitantes cantidades de dinero, en la contratación de “granjas de bots” que operan desde el extranjero, una campaña sucia en contra del presidente López Obrador y la candidata de Morena, Claudia Sheinbaum.

Los montajes de Carlos Loret de Mola ya no funcionan y la oposición sigue apostando a ellos. Brozo imitando a Claudia Sheinbaum en un grotesco espectáculo de misoginia, aleja a la gente, en lugar de convencerla de las “bondades” del neoliberalismo.

La oposición se va devorando a sí misma paso a paso.

Uno de los últimos clavos que se colocan al ataúd que espera a los partidos y políticos opositores, lo afianza ayer el diario Reforma, con una encuesta en vivienda, donde el respaldo social hacia el presidente López Obrador y la candidata Claudia Sheinbaum, se disparan espectacularmente. Y todo al parecer, por desencuentros entre los dueños del dinero, Claudio X González y Alejandro Junco de la Vega, dueño del Reforma y El Norte.

La serpiente opositora ya ha devorado una buena parte de su cuerpo, sin dañar mínimamente al Movimiento de Transformación, como era su deseo.

En los próximos meses, el pueblo de México espera el mismo espectáculo que le hemos visto hasta hoy a la clase conservadora.

Una cascada de guerra sucia. Lodo salpicado hacia todas partes, intentando manchar a toda costa a cualquier representante del gobierno, o candidato a puesto de elección, salido de Morena y partidos aliados.

Si eso no ha funcionado hasta ahora, tampoco dará frutos en las diez semanas que faltan para el día de la elección.

La oposición llegará a esa fecha y evento, como pulpo sin tentáculos, o como serpiente sin cola y sin más de la mitad de su cuerpo.
Su derrota está anunciada.

Pero ésta nace más que nada de sus errores de clase. De su ambición desmedida. De su propensión hacia lo sucio y su necesidad de mentir de manera permanente.
La oposición, termina dando el espectáculo de un autocanibalismo político, que la va reduciendo a nada.

Malthus Gamba