De acuerdo con los datos presentados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, al cierre de marzo de 2022 el endeudamiento externo de México se redujo 11.4 por ciento en comparación con la que tenía el primer trimestre del año pasado, debido a un recorte tanto en las obligaciones del gobierno federal como en el conjunto de empresas productivas del Estado, Pemex y la CFE.
Si bien el incremento de tasas en la deuda interna repercutirá en el monto de los costos de la misma para el gobierno, las estrategias aplicadas por la Secretaría de Hacienda permitieron que la deuda documentada en moneda extranjera equivalente a una proporción de alrededor de 20% de la deuda total disminuyera en forma sustancial.
El gobierno federal y las empresas paraestatales han venido restructurando su cartera de pasivos durante los últimos 3 años, aplicando la estrategia de colocación de bonos en los mercados internacionales en mejores condiciones de tasa y plazo de las que lo habían hecho los gobiernos neoliberales del pasado.
Esto les ha permitido pagar deuda contratada anteriormente en condiciones menos favorables de las de hoy con el dinero captado a través de los nuevos bonos, disminuyendo así el servicio de la deuda en forma sustancial y los montos del presupuesto federal que se tienen que destinar para ello cada año.
Esta estrategia ha dado sus mejores resultados en la proporción correspondiente a deuda contratada en moneda extranjera de países cuyas tasas son bajas comparadas con las que tiene la deuda interna en pesos. Por esta razón el monto de la deuda externa ha disminuido en forma importante durante el último año.
Esto es un ejemplo de lo que se puede hacer cuando se aplica una administración eficiente de las finanzas públicas, que los neoliberales nunca lograron en 40 años.
Con información de La Jornada