Mediocracia: El tormento del Estado de México
Columnas,
5 marzo, 2023
2 min de lectura
Por: Serafín Morón.
@elverdugo_12
El término “Mediocracia” fue acuñado por José Antonio Marino en su libro “La educación del talento” publicado en 2005. Marino argumentó que la sociedad valora más la mediocridad que el talento, pero ¿es la sociedad la única culpable?
En su libro “La expulsión de lo distinto”, Byung Chul-Han reflexiona sobre cómo el sistema nos hace creer que somos los únicos responsables de nuestros fracasos. Han nos invita a cuestionar si el verdadero fracaso es el sistema mismo.
¿Por qué el sistema? Los dirigentes que lo gobiernan tienen el poder de hacer parecer normal lo que no lo es. Creemos que es normal que los gobernantes se enriquezcan, sean corruptos o mentirosos, en resumen, son mediocres.
Platón argumentó en su obra “La República” que un buen gobernante es aquel que está lleno de riquezas, no en términos económicos, sino como persona (virtud). Esas “riquezas” son necesarias para procurar el bienestar de los gobernados. Si no hay virtud, llega la mediocridad.
La Mediocracia ha reinado en el Estado de México durante décadas. Si un mediocre llega al poder, los demás tratarán de imitar sus acciones, convirtiéndose -sin darse cuenta- en mediocres. Por eso es necesario renovar a las personas que nos dirigen, ya que para ellos, la manera correcta de actuar es actuar como un mediocre, son contrarios a la virtud.
¿Cómo podemos saber si estamos gobernados por mediocres?
Cuando el Estado en el que vivimos es el primer lugar en feminicidios, cuando los gobernadores son más reconocidos por su corrupción que por sus políticas y cuando la mitad de la población vive en pobreza.
Es nuestra responsabilidad como ciudadanos cambiar a nuestros dirigentes, vigilar que no sean mediocres, premiar el talento y la virtud. Tenemos un arma muy poderosa llamada democracia. Ya basta de permitir ser gobernados por mediocres, si lo permitimos, nos convertiremos en uno.
En el Estado de México, la mediocridad ya ha causado demasiado daño. Debemos actuar con urgencia para cambiar el sistema y fomentar la virtud y el talento. Solo así podremos asegurar un futuro mejor para todos los habitantes de este Estado.
