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Lo que nos dejó la Marcha del 8 de Marzo
El día, Nacional

Lo que nos dejó la Marcha del 8 de Marzo

Dos millones de mujeres marchando en Santiago de Chile. La marcha más concurrida del feminismo a nivel mundial en toda la historia.
Ese parámetro sirve para darnos idea de lo ocurrido en otros países donde también se verificaron eventos en conmemoración al Día Internacional de la Mujer. Madrid, Londres, Berlín y muchas más capitales en el mundo, registraron buen número de asistencia femenina en sus respetivos eventos.

En nuestro país, se calcula que fueron alrededor de ochenta mil, las mujeres que acudieron a la marcha organizada en la Ciudad de México.
Un número significativamente menor a lo registrado en otras capitales, pero que implica al mismo tiempo, el número más alto de participación que registra esta conmemoración en nuestro país.
La marcha conmemorativa rompió su record histórico en la capital y es un paso importante para las mujeres, en su lucha permanente por alcanzar espacios de igualdad y garantías reales respecto a su tranquilidad y seguridad.
Escatimar valor a la marcha resultaría injusto. El esfuerzo de colectivos y sociedad civil en su conjunto, para visibilizar el legítimo reclamo de las mujeres es digno de aplauso.

Vimos desfilar por las calles a madres acompañadas de sus hijas, a estudiantes de todas las edades, a amas de casa y trabajadoras de todos los sectores, para dar voz a este movimiento que no exige, ni pide les sean otorgadas garantías y derechos, sino que plantea el final de una época donde la mujer vivió en un estado de marginación insostenible, hoy en día.

La intención fundamental de la marcha fue la de expresar que la vida participativa de la mujer, será más intensa en adelante y que conquistarán por cuenta propia, los derechos y garantías que les corresponden.

Esa es la parte positiva de la marcha de ayer y hay que destacarla. Fue sin duda un triunfo para las mujeres de México, puesto que se dio amplia cobertura al evento y con ello, se visualizó la posición de vanguardia que guarda el movimiento feminista en general.
La parte que podemos considerar de fracaso, en cuanto a la marcha, corresponde a la apuesta conservadora que intentó subirse al evento, para conseguir beneficios políticos que nada tienen que ver con el feminismo.

Esta marcha anual, recibió por primera vez una cobertura mediática impresionante. Los medios de información conservadores se dedicaron desde semanas antes del evento, a publicitar páginas y notas donde se invitaba a las mujeres a participar activamente en la manifestación.
En televisión abierta y en la radio convencional, se habló incansablemente de la importancia de la marcha, tratando de que las mujeres en el país se animaran y fueran partícipes el día del evento.

Todo eso estaría bien, si el interés de los medios de comunicación, hubiera sido motivado por una verdadera identificación con la causa de las mujeres. Muy bien si la televisión y la radio impulsan movimientos con verdadera intención social. Me parece que no hay mexicano que pueda estar en contra de esto.
Pero el interés de la clase conservadora, que es quien controla todo lo que se dice y publica en los medios informativos tradicionales, era otro.

El interés real, fue siempre político.
Tan político como la falsa bandera feminista que enarbolaron los integrantes de los partidos de oposición, al decirse feministas, sin serlo realmente.

Panistas opuestos al derecho de las mujeres a decidir sobre el aborto y sobre cuestiones de preferencia sexual, se pusieron la camiseta feminista, por así convenir a sus intereses de grupo.
Los conservadores necesitaban subirse a la marcha que preparaban las mujeres, para que el evento tomara la apariencia de una manifestación en contra del gobierno de la Cuarta Transformación. Por eso toda esa campaña en medios, intentando que la marcha fuera multitudinaria.

Si conseguían imágenes donde fuera apreciable una participación masiva en el evento principal de la Ciudad de México, podrían hablar por semanas de un rechazo abrumador a las políticas del presidente López Obrador. Un zócalo repleto, con calles donde la gente se aglomeraba para entrar al acto de cierre, hubiera sido perfecto para la prensa y los políticos reaccionarios.
Sin embargo, el fracaso de una estrategia tan bien planeada en el papel, no rindió los frutos esperados en a práctica.
Si para la causa de las mujeres, ochenta mil participantes es un número que supera todas sus expectativas y significa un triunfo incuestionable, para quienes pretendían manipular el evento, resultó un número muy menor al requerido para mostrar un zócalo repleto.
Ningún medio de comunicación tradicional presentó imágenes panorámicas del zócalo capitalino. Hubiera sido evidente que había espacios vacíos.

Las concentraciones a las que convoca López Obrador en momentos particulares, superan con mucho los cien mil asistentes. Contrastando esos zócalos repletos, con el que se vio el día de ayer, nada provechoso había para los grupos conservadores.
Si para el feminismo la marcha conmemorativa fue un triunfo, para la clase conservadora, resultó un rotundo fracaso. Muchas mujeres se dieron cuenta de este intento de manipulación y prefirieron no acudir al evento, aunque apoyen resueltamente la causa feminista.
Para los grupos reaccionarios resulta doble la derrota de ayer. El Paro Nacional de Mujeres de hoy, les da menos posibilidades de mostrar un rechazo enfático al actual gobierno y al presidente López Obrador.

No hay imágenes que presentar. Se pueden publicar fotografías de lugares y calles vacías, pero éstas no dan una idea general de la verdadera dimensión del Paro.

Las escuelas cerraron por disposición oficial y eso hace que disminuya el número de autos circulando por la mañana. Varias oficinas públicas disminuyen su ritmo de trabajo por disposición oficial, ya que el gobierno otorga el día con goce de sueldo a quienes decidan faltar a sus labores el día de hoy.

Si la marcha de ayer hubiera sido más nutrida, quizá no al nivel que se vivió en Santiago de Chile, pero sí con un número superior a las ciento cincuenta mil asistentes, los conservadores hubieran podido el día de hoy, enlazar ese evento con el Paro Nacional de Mujeres al que le apostaron tanto.

Fotografías de una marcha multitudinaria en contra del presidente y de la Cuarta Transformación, acompañadas de notas que magnificaran el Paro Nacional serían la nota perfecta.

Pero no fue así. Los intentos de los periodistas de Televisa por hacer pasar imágenes de la mutitudinaria manifestación en Santiago de Chile, como tomas del Monumento a la Revolución, fueron desenmascaradas de inmediato por las redes sociales.
Las elecciones intermedias del 2021 se acercan cada día más y los grupos conservadores no pueden conseguir levantar a alguno de sus muertos para que compita con dignidad en contra Morena.

Todos sus intentos fracasan, porque la sociedad mexicana dejó de creer en ellos. Sus propuestas, mentiras y estrategias, se estrellan contra el muro social que dice NO, a cualquier intento de regreso del neoliberalismo.
La Marcha que conmemora el día de la Mujer a nivel internacional, no pudo ser infiltrada tal y como lo deseaba la derecha reaccionaria.
A las mujeres mexicanas, no se le engaña fácilmente.

Malthus Gamba

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