LA PRENSA MUDA

Desde al inicio del sexenio del presidente López Obrador, hemos visto al periodismo conservador, defender con todo su bandera de “independencia y objetividad”. Una postura que choca de frente con la convicción ciudadana de que el periodismo mexicano, en particular el que se escribe en los grandes medios comunicación, está podrido.
La credibilidad de periodistas, diarios, medios informativos en radio y televisión, así como en plataformas digitales, está por los suelos.

La gente no tiene confianza en ellos y en modo alguno se queda con el punto de vista de los opinadores a sueldo, que defienden intereses de una clase política y empresarial corrupta, que desea recuperar el control del país, después del descalabro que sufrieron en las elecciones del 2018.

A pesar de que machacan con la cantaleta de su objetividad periodística, el pueblo, que no es tonto, se da cuenta de su clara inclinación en defensa de los corruptos del pasado reciente.

Los mexicanos en amplia mayoría, estamos enterados de que en este momento se sigue en Estados Unidos un juicio en contra de Genaro García Luna, acusado de introducir droga a ese país, en complicidad con la delincuencia organizada, durante el tiempo en que se desempeñó como Secretario de Seguridad Pública, dentro del gobierno de Felipe Calderón.

Las pruebas en contra de García Luna se van acumulando día con día, así como los testimonios de los integrantes del crimen organizado, que se encuentran recluidos en cárceles norteamericanas. Hay declaraciones también de elementos en activo y de exintegrantes de agencias de seguridad de ese país. Incluso de políticos mexicanos que cumplen condenas en la Unión Americana y de antiguos funcionarios públicos mexicanos que conocieron en su momento, el tipo de actividad delictiva que realizaba García Luna, mientras era el segundo responsable de la seguridad en México. El primero fue siempre Felipe Calderón.

Sobre este juicio histórico, nada dice la prensa nacional. Es más, periodistas considerados integrantes del grupo compacto que manejaba la información en esa época, han salido en defensa de un Genaro García Luna, que se hunde poco a poco y que arrastra en su caída a otros, entre los cuales se cuenta su jefe inmediato, Felipe Calderón.

Vemos a un Ciro Gómez Leyva, a Carlos Marín, a la gente del Reforma, a Raymundo Riva Palacio, a Loret de Mola y a varios más, poner en duda el testimonio de los testigos que ha presentado la fiscalía que acusa a García Luna. “Se trata de acusaciones que formulan delincuentes y que por lo mismo carecen de valor probatorio”. “Lo que han declarado, es información que conocen de oídas y no en forma personal”.

Estos periodistas y medios de información están favor del acusado. Y hoy sabemos por qué.
La complicidad de la prensa corrupta, con el exfuncionario público deshonesto, a salido a la luz, en el curso de este juicio.
Hoy sabemos que Genaro García Luna gastaba millonarias sumas de dinero, para que los principales comunicadores del país, hablaran bien de él y de su trabajo. Pagaba a los dueños de periódicos importantes, fuertes cantidades de dinero público, para que le “limpiaran la cara”, cuando la opinión de la gente comenzaba a ser desfavorable.
Por eso el silencio cómplice de los medios de comunicación y de los viejos periodistas en este momento. Saben que en ese juicio, están apareciendo todas esas vergonzosas complicidades. Que más de uno saldrá salpicado si se comprueba que había un pacto criminal entre ese funcionario deshonesto y quienes forman parte de la ya muy desacreditada prensa nacional.

Por eso callan todo dato referente al juicio.

Ayer por la mañana, en la conferencia del presidente López Obrador, el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Pablo Gómez, dio a conocer que un juez había otorgado un amparo a quien fue el brazo derecho de García Luna, para que se descongelaran sus cuentas bancarias y pudiera disponer del dinero que se encuentra resguardado en ellas. Se trata de una sentencia definitiva e inapelable.

La audiencia que asiste a la conferencia mañanera, condenó de inmediato en redes sociales, la conducta de este juzgador y el grado de corrupción que impera al interior del Poder Judicial.
El malestar social fue evidente.
Hoy temprano, al revisar los encabezados de los principales diarios nacionales, se pudo comprobar en la mañanera de hoy, que el silencio ante este nuevo atropello a la Justicia, fue casi unánime por parte de esa prensa cómplice.
No hubo protesta del periodismo mexicano, ante esa decisión que pone en manos de Luis Cárdenas Palomino, recursos millonarios que proceden casi con seguridad, del desfalco al erario que se dio durante el gobierno de Felipe Calderón e incluso después, cuando este personaje y García Luna consiguieron contratos muy cuestionables, con funcionarios del gobierno de Peña Nieto.

Esa prensa reaccionaria es la misma que da micrófono permanente a neoliberales de la talla de Lorenzo Córdova y Ciro Murayama, del INE, cuando atacan la reforma a la Ley Electoral propuesta por el presidente López Obrador y que ya ha sido aprobada en un 90% por el Congreso de la Unión.

Son los que impulsaron una campaña de desprestigio en contra de la ministra Yasmín Esquivel, con la intención de que no alcanzara la presidencia en la Suprema Corte de Justicia, donde su honestidad estorbaba a los intereses conservadores.
Son también quienes ya se encuentran en campaña, hablando de una inexistente ventaja de la candidata priista a la gubernatura del Estado de México, intentando bajar el respaldo social a la candidata de Morena, Delfina Gómez.
Y son quienes en forma permanente, recurren a la mentira y la calumnia para desprestigiar a las “corcholatas” de Morena, Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López.

Están trabajando, tal y como lo han hecho siempre, en favor de quien paga bien por sus servicios.
Ese silencio cómplice, respecto al juicio que se sigue a García Luna, es prueba clara de que intentan ocultar información a los mexicanos.
El pacto que sigue vigente entre Genaro García Luna y el periodismo conservador, incluye el silencio protector, para esconder una verdad que perjudique a cualquiera de los integrantes del grupo delincuencial. Porque las acciones criminales de García Luna, Cárdenas Palomino, e incluso de Felipe Calderón, fueron respaldadas por una prensa servil, vendida, ambiciosa y corrupta, que cuido las espaldas de esa agrupación, durante el periodo más violento de que se tenga noticia, después de la lucha armada revolucionaria.
Creer en lo que escribe, dice, analiza y comenta el periodismo reaccionario, es caer en el terreno del engaño y la manipulación.

La poca credibilidad en esta prensa, está desapareciendo con los datos que aparecen en el juicio que se sigue a Genaro García Luna.

Por eso hay que buscar información al respecto en la conferencia mañanera, donde se da seguimiento diario al caso y en plataformas informativas independientes, donde se hacen públicos todos los datos relativos al juicio.
La Cuarta Transformación es con mucho, acceso a información real.

Nunca más un periodismo vendido y corrupto, que pretenda imponer la mentira en la conciencia colectiva.
El Cambio de Mentalidad que estamos viviendo, nos libra de los grilletes impuestos por políticos y comunicadores corruptos, que nos creaban una realidad inexistente, con la que ocultaban los negocios y crímenes que cometían los gobernantes neoliberales.

Eso se acabó. Nunca más los corruptos manejando el destino de México.

Malthus Gamba