La obra pública en la 4T como herramienta de reintegración social
Por: Angel Iván Pulido Valles
Durante décadas la obra pública de Gobierno Federal privilegió a un sector voraz de la industria constructora, que si bien hizo obra, no fue tan pública. Ésta se definió bajo el estandarte de construcción costosa, a modo y fuera de las principales necesidades que el país tenía.
Estas políticas, sumadas al ambiente de violencia y desintegración social que se vivió en sexenios pasados, causaron que muchas zonas, colonias y ciudades enteras de México quedaran en un nivel de desventaja, abandono y marginación. Las casas abandonadas y los parques destruidos, el rezago urbano, la marginación y los asentamientos informales pasaron a ser parte del paisaje de ciudades como Juárez, Tijuana, Veracruz, San Luis Rio Colorado, Torreón, Culiacán, entre otras. Además de centenas de municipios y pequeñas poblaciones que fueron excluidas de cualquier presupuesto o plan de desarrollo de obra pública.
Actualmente, a la SEDATU (Secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano) le queda claro el papel tan importante que está ocupando en la vida pública del país, que, si vemos la arquitectura como una herramienta de bienestar social nos damos cuenta que ese es uno de los ejes de esta secretaria como parte del proyecto de nación. Bajo la titularidad de uno de los secretarios más jóvenes del actual gabinete federal, Román Meyer Falcón,la SEDATU está integrando parte de los programas mas importantes del sexenio como el “Programa de mejoramiento urbano”, que básicamente tiene la finalidad de construir, recuperar y rediseñar espacios públicos tomando como prioridad las ciudades y municipios más golpeados por el crimen organizado y el abandono urbano.
Además de los principales proyectos como el “Tren Maya” que es una oportunidad de desarrollo que históricamente se le había negado al sur-sureste del país en materia de progreso económico, social y cultural. También la terminal aérea del nuevo Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles”. Así mismo, la SEDATU llevará la coordinación de las licitaciones de todas las obras publicas en el marco de reorganización territorial Federal. Claro está, que es un gran reto a nivel Nacional el lograr reincorporar y re dignificar las zonas más marginadas del país.
Pero, no podemos hablar de arquitectura y de reorganización social sin contemplar que es el sexenio donde la consigna es “primero los pobres”, que la SEDATU debe lograr incorporar este discurso de manera pragmática en sus acciones. Lo hemos visto con los caminos que se han construido en los municipios y las sierras alejadas de Oaxaca, con los polideportivos construidos en colonias de alto índice de delincuencia en Ciudad Juárez o con las escuelas, parques, plazas y gimnasios que esta secretaria está llevando a los lugares más alejados del país con la función de reintegrar el ambiente urbano al estilo de vida de las y los Mexicanos.
El proyecto de mejoramiento urbano que SEDATU presento intervendrá de inicio 18 ciudades, las cuales fueron seleccionadas con base en los índices delictivos y de rezago social que aquejan estas zonas, estas zonas de operación presentan medio, alto y muy alto grado de marginación y rezago habitacional. Entre estas ciudades y municipios se encuentran: Tijuana, Campeche, Chiapas, Tapachula, Chalco, Ecatepec, Acapulco, Oaxaca, Puerto Vallarta, Salina Cruz, Veracruz, Coatzacoalcos, Progreso y Texcoco. En estas ciudades se realizarán alrededor de 114 obras las cuales contemplan bibliotecas, centros culturales comunitarios, gimnasios, centros de salud, escuelas, espacios públicos como mercados, módulos deportivos, parques y plazas así como infraestructura urbana y vialidades en las que se invertirán mil 661 millones de pesos.
En el componente de vivienda, mediante el programa de vivienda social se logrará por esquemas de subsidio y cofinanciamiento, este año se realizarán más de 10 mil acciones de mejoramiento, ampliación o vivienda. La inversión será por más de mil 200 millones de pesos. Además, se otorgará certeza jurídica de sus propiedades a más de 10 mil familias mexicanas.
Es claro que el contexto social de México en este sexenio es diferente al del anterior, y que al finalizar la actual administración tendremos un panorama diverso y más justo, que las políticas públicas en materia de construcción están optando por un eje de equidad y de justicia social, donde la prioridad es rescatar aquello que se creía perdido, regresar la esperanza a las comunidades y a los pueblos que nunca habían sido tomados en cuenta y de esta manera poco a poco ir construyendo las bases de un país justo, con una arquitectura con visión social que trabaje arduamente por seguir generando un estado de bienestar dentro de nuestras comunidades.
Es por eso, que una de las labores más importantes de la 4T involucra la planificación y los proyectos que SEDATU tiene para México que, seguro estoy, dejara entre ver el enfoque necesario para poder partir a una estructura nacional que en ningún momento de la vida pública y política de nuestro país vuelva a desfavorecer a algún sector del país y que las nuevas generaciones aceptemos la responsabilidad social que tenemos en la regeneración desde lo estructural hasta lo social.