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La indignidad como bandera
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La indignidad como bandera

El doble rasero de “los conservas” es una más de las facetas con que debemos lidiar, nosotros el pueblo, y tolerar a quienes se erigieron bastiones de la información En lo que se refiere a la difusión de mentiras y la construcción de meta verdades. De los periodistas ofendidos por la palabrotas de Moreno, nos haremos cargo después.

Fue a raíz de la advertencia que Layda Sansores hizo a las mujeres del PRI, que tuvieron el pésimo tino de completar su currículum vitae con fotos sexys y de las que no sabemos el grado de sensualidad, el nombre de las autoras y, con vergüenza, escuchamos  las razones por las que decidieron hacer estos envíos al presidente del partido; sin embargo por las escuchas previas logramos advertir que la barbajanería de Alejandro Moreno alcanza como para exigir la entrega de estas imágenes a cambio de colocarlas en curules o de hacer las partes de diferentes instancias dentro del partido.

En todo caso, podían haber dicho que no, y evitar el envío de tales imágenes porque en el estatuto del PRI nada obliga a las compañeras de partido a realizar estas acciones y obviamente, tampoco hay una penalización por no efectuarla; en todo caso, desde el momento en que se sintieron intimidadas y obligadas a ejecutar actos que les resultaban lesivos a su honra y dignidad, pudieron perfectamente haber acudido a la comisión de honor y justicia de su partido, a denunciar las peticiones lascivas de su presidente. En una segunda instancia, pudieron haber acudido, tal como lo hicieron, ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos a exigir una protección acorde al tipo de exigencias de Moreno; acción acompañada por la debida denuncia de hechos en la que harían sabedora a la autoridad de que se les estaba obligando a integrar imágenes personalísimas de carácter delicado, a cambio de aquello que Alito Moreno les hubiera ofrecido o por presión.

Pero no fue así, eso es evidente. Y como decía, las razones de Alito Moreno, para pedir esas fotos son tan turbias como las circunstancias fueron entregadas por sus compañeras del PRI. Y en consecuencia, sólo podemos concluir que Moreno se comporta es en oposición total al respeto a la dignidad y claramente se aparta de toda moralidad y de los estatutos del PRI y de cualquier otro instituto político o círculo de personas.

De hecho, los Estatutos del PRI, enuncian, entre otros, la igualdad sustantiva y la paridad de género, la equidad, la candidatura de jóvenes; la no discriminación, promover el empoderamiento femenino; la implementación de medidas contra la violencia política en razón de género y en el capitulo relativo al Organismo de Mujeres Priístas, nada dice que deben hacer entrega de la dignidad humana con el fin de pertenecer a alguna categoría dentro del partido. Por ende, es lógico que no se haga exigible la composición curricular con imágenes sensibles.

¿Para qué querría alguien las imágenes comprometedoras de sus compañeras, en tiempos de libertad y protección de derechos como los que vivimos? Por la misma razón de siempre: utilizarlas como medio de chantaje o presión para que la gente se mantenga en sumisión; porque la intimidad, por más que pueda ser tomada como moneda de cambio, siempre será el talón de Aquiles de todos. Es comprensible y no podemos exigir menos que el respeto irrestricto al eje rector de todos los demás valores: la dignidad.

Pero tampoco debemos olvidar que, como las monedas, los valores siempre tiene dos caras, o dos extremos. La dignidad tiene esta cara, la que nos permite exigir a los demás el respeto de ese valor; pero por otro lado, también existe su vuelta, que se refiere al hecho de respetar al mismo tiempo la dignidad de los demás.

Este 19 de julio se concedió de plano la suspensión solicitada por Alejandro Moreno para el fin de que la gobernadora Sansores o ninguna otra persona difundiera material en donde se involucrara su voz o su imagen, en una obvia acción defensiva. Alito dice que él está seguro de que la voz que oímos no es su voz o que los diálogos que escuchamos no son orgánicos sino están hechos a base de ediciones de voz (eso de que el león cree que todos son de su condición se cumple a cabalidad porque cree que somos tan imbéciles como él), e imagina que esa es la razón por la que se le ha concedido la suspensión: porque es inocente.

De hecho, y como él mismo hizo públicos los datos de identificación del expediente 716/2022, del Juzgado Primero de Distrito en Materia Penal del Cuarto Circuito, en los que se exponen, como actos reclamados: Actos privativos de libertad, y como actos reclamados específicos:    (SIC)… IV.1 . La publicación y difusión el discurso de odio ha generado en contra del quejoso, así como las declaraciones, manifestaciones y comentarios referentes al quejoso, así como la publicación y difusión de audios o fotografías que pretende atribuirle, dentro del programa denominado “Martes del Jaguar”, así como en mensajes digitales difundidos a través de las redes sociales oficiales de la propia gobernadora (YouTube2, Twitter (@LaydaSansores) y Facebook3). Cabe señalar que la Gobernadora del Estado de Campeche ha manifestado públicamente su intención de continuar emitiendo declaraciones y comunicados alusivos a la persona del quejoso, así como de publicar y difundir fotografías o audios que pretende atribuirle al mismo; de ahí el carácter inminente de este acto reclamado.

Si lo analizamos, el señor Moreno acusa a la gobernadora Sansores de hacerlo blanco de:

  • Un discurso de odio
  • Comentarios contra el quejoso
  • Publicación de material que “pretende atribuirle” al quejoso

Por tanto, la suspensión se interpuso para impedir que la gobernadora difundiera cualquier tipo de material que pueda afectar directamente a Moreno, para que “las cosas se mantengan en el estado en que están, y se resuelva en lo principal”.

Sin embargo, el astuto líder ha tergiversado la finalidad de la concesión, haciendo creer a la audiencia que es porque la Justicia de la Unión ha decretado que es inocente. Solo hay que recordar que una suspensión no define por completo la totalidad de las actuaciones en un proceso, sino que puede haber muchos amparos y otros recursos a lo largo de un asunto. Pero en fin. El sujeto está en plena rabieta y supone que puede agarrar a la justicia como su trapo. Bien porque aún tiene brothers en el Poder Judicial o porque puede comprar la justicia.

Y en el mismo tema, pero desde la visión de las que ondean la bandera feminista y la causa de la Ley Olimpia para atacar a otra mujer que, además de no haber sido parte del grupo de personas que exigieron y/o recibieron las imágenes o bien que hubiera realizado alguna de las conductas que se determinan como los delitos en contra de la intimidad, ahora, desde su visión completamente desviado de la realidad, es a Layda a quién acusan de cometer las conductas relativas a exponer, distribuir, difundir, exhibir, reproducir, transmitir, comercializar, ofertar, intercambiar y compartir imágenes, audios o videos de contenido sexual íntimo de una persona, a sabiendas de que no existe consentimiento.

Es cierto que en estos tiempos, en que la mujer ha alcanzado el reconocimiento de sus derechos como nunca antes, es deber de todos en la sociedad velar por su cumplimiento, pero tampoco es una mentira o una exageración darnos cuenta que con banderas muy poderosas con las que se quieren envolver todas las causas que, curiosamente, no tienen ninguna relación con la violencia política contra la mujer en razón de género, ni en este caso la exposición de material sensible de parte de la gobernadora o de la autoridad

¿Qué es entonces lo que está pasando? que para “los conservas”, a falta de argumento sobran acusaciones. Hacen uso de las mujeres de sus partidos para ir y despotricar, mentir, acusar, y hacer cualquier clase de ataque con tal de que después puedan dolerse de la violencia política en razón de género. Cierto, que ha funcionado, pero es como el cuento de Pedro y el lobo: Pedro dijo tantas veces que venía el lobo que la única vez que lo dijo en verdad, ya nadie le creyó y el lobo se lo acabó comiendo.

Es una lástima que estén desgastando tanto la figura de la violencia política en razón de género porque cuando en realidad se elaboró esta figura de protección fue como consecuencia a una larga lucha y verdadera violencia ejercida en contra de las mujeres que buscaban posicionarse en el espectro político y que no tenían ninguna posibilidad porque su condición de mujer, de acuerdo a sus contrincantes políticos hombres, las “viejas” teníamos que ser cerca del comal o al lado del lavadero.

¿Para eso querían igualdad, para mentar madres y diseminar amenazas? porque eso no es lo que persigue una mujer que tiene intenciones de ser tomada en serio como política. Una mujer que quiere ser útil a su sociedad no se va quejando porque la miraron mal ni va acusando porque alguien quiere difundir un material que ella misma envió a su jefe de partido. Las consecuencias deben asumirse y si una persona no quiere que le saquen esqueletos del clóset, deberá empezar por no coleccionarlos.

@cevalloslaura

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