La guerra híbrida rumbo al 2021 vs AMLO y MORENA
A poco tiempo de que inicien el camino a las elecciones que se realizarán el próximo junio de 2021, vemos una extraña sucesión de cosas que nos hacen pensar en una campaña orquestada para intentar suplir la falta de propuestas de gobierno por parte de la autoproclamada oposición, que no encuentra el camino a la preferencia de la ciudadanía y, por lo tanto basa toda su energía en una estrategia golpista que pretende atacar al gobierno federal en turno, en lugar de ganar simpatías mediante la presentación de una plataforma alternativa que satisfaga los reclamos populares.
Vemos así que un grupo de desprestigiados gobernadores, señalados de abusos, corrupción y malos manejos decide abandonar la Conferencia Nacional de Gobernadores, organización formada por representantes de éste nivel de gobierno para dialogar en conjunto ante la federación, para integrar otro organismo destinado a dialogar en conjunto ante la federación.
Algunas feministas tomaron la Comisión Nacional de Derechos Humanos, causando destrozos y con la única consigna de exigir la renuncia de la titular de ese organismo, Rosario Piedra Ibarra que curiosamente se alinea con la declarada intención del Partido Acción Nacional, que se opuso en todo momento a la designación de Piedra Ibarra para esta posición.
Un evento delicado es la criminal manipulación que algunos actores políticos con aspiraciones electorales están haciendo de campesinos, haciéndoles creer que lucha por una causa justa, pero con plena consciencia de que es una falsa bandera, basada en evidentes mentiras. La “toma” de la presa La Boquilla, en el estado de Chihuahua rebasa toda moralidad pues ya pone en riesgo vidas y estabilidad social. Pero eso, a personajes como Fernando Baeza Meléndez y José Reyes Baeza poco les importa; mucho menos al senador Gustavo Madero Muñoz, quien cobardemente arenga al “alzamiento” para la “defensa” del agua cómodamente desde su escritorio, arriesgando la integridad física de otros, mas nunca la propia.
Desde hace tiempo venimos advirtiendo que la oposición utiliza la estrategia del Golpe Blando creado por Gene Sharp, como parte de la Guerra Híbrida, siguiendo paso a paso el libreto como si de una receta de cocina se tratara.
Han intentado el Lawfare o Guerra Legal, cuando organizaciones como Mexicanos Contra la Corrupción, patrocinada por Claudio X González, ha interpuesto cientos de improcedentes amparos contra la construcción del aeropuerto Felipe Ángeles y contra el Tren Maya, para después acudir al mecenazgo de organismos desestabilizadores internacionales, con el fin de dar una apariencia de “lucha social” y “ecologista”.
Utilizan también el Commfare o Guerra Mediática, pagando generosamente o aprovechando el odio generado por la pérdida de inmorales ventajas y prebendas de que disfrutaban en el pasado, de plumas mercenarias y voces meretrices incrustadas en los medios de comunicación, especialmente los tradicionales, para difundir y maximizar desde noticias falsas o francas mentiras, hasta burdos montajes. Destacan en este rubro personajes como Enrique Krause, León Krause, Héctor Aguilar Camín, Joaquín López Dóriga y Carlos Loret de Mola, aunque existen algunos muy estridentes pero irrelevantes como Ricardo Alemán, Los Ferríz (padre e hijo) o Pablo Hiriart.
El momento político social actual nos lleva a poner atención en la etapa que ahora están intentando, descrita por Sharp como “calentamiento de las calles”, en donde infiltran movimientos con causas y reclamos justos o inventan agravios para violentar la protesta y crear narrativas que justifiquen esa violencia, con la clara intención de generar una apariencia de ingobernabilidad que provoque una percepción de una dirección equivocada. Aun cuando esta agresividad es provocada por un puñado de personas, los medios las magnifican hasta crear tendencias en redes sociales, sembrando la duda en la población.
Es por ello que el ejecutivo federal debe actuar con máxima cautela, mucha prudencia y suma astucia, para no caer en provocaciones que acentúen, aceleren o confirme la retórica que los conservadores desean imponer. Recordemos que a ellos poco les importa la vida o integridad del pueblo en la recuperación de los mal habidos privilegios que creen merecer. Por las mismas razones nosotros, los de a pie, no debemos caer en su juego y tenemos que evitar enfrentamientos para así desactivarlos. La nuestra es una lucha pacífica que busca la revolución de las consciencias.
“Nada por la fuerza, todo por la razón y el derecho”
Benito Juárez