La gallina de los huevos de oro

Después de la resurrección que tuvo la gallina de los huevos de oro, cuyo fin fue anunciado por Peña Nieto para poder vender las concesiones petroleras que en México no han producido prácticamente nada, ahora sucede que no solamente está viva, sino que hasta vuela.

Petróleos Mexicanos se colocó en segundo lugar mundial en materia de exploración con una tasa de éxito en este rubro de 53%, solo por detrás de Exxon Mobil que de 2019 a 2021 logró 62% y entre otras, arriba de la italiana Eni, la británica British Petroleum y la holandesa Shell.

Pemex logró terminar 866 pozos en el primer trienio de este sexenio y actualmente se encuentran operando un total de 6 mil 247 pozos. Para este año la petrolera tiene la meta más alta para la terminación de pozos, pues planea concluir 358.

La estrategia de exploración y producción se ha centrado en la perforación de pozos en campos clave, para incorporarlos más rápido a producir; en este sentido las actividades se han orientado a áreas terrestres y aguas someras.

Este año perforará 97 pozos exploratorios y 256 pozos productores, prácticamente en promedio un pozo al día. Con esto, al concluir el presente año estará cerca de los dos millones de barriles diarios con los que lograremos nuestra autosuficiencia en combustibles. Este año el promedio diario está por encima del millón 800 mil barriles, con lo que se mantiene en línea con sus metas de producción.

Durante esta administración, ingenieros de Pemex han perforado pozos profundos de hasta 8,000 metros de alta presión y temperatura; los principales desarrollos de los campos nuevos de esta administración son Quesqui, Ixachi y Tupilco, en donde se perforan entre 7,000 y 8,000 metros de profundidad.

Este desempeño no solamente son buenas noticias para la nación y para nuestra petrolera estatal, porque nos permitirá contar con autosuficiencia en combustibles a partir del año que viene, con una probable disminución en los precios de las gasolinas y el diésel que compramos los consumidores.

También es una prueba contundente de dos características definitorias de los gobiernos anteriores: Su ineptitud y su corrupción.

Cientos de veces escuchamos de la derecha que en México no estábamos preparados para perforar en aguas profundas y ahora a 4 años de distancia, estamos perforando pozos a 8 kilómetros de profundidad.

Nos cansamos de leer en las columnas decadentes de los diarios y en los análisis patéticos en las televisoras, sobre la inminente inexistencia de petróleo en nuestro territorio, mientras concesionaban pozos a extranjeros para que pudieran especular en los mercados financieros, a cambio de sobornos sin producir nada. Ahora sucede que no solamente si tenemos petróleo suficiente, sino que también PEMEX tiene la capacidad de explorar y explotar el hidrocarburo, mientras reduce los niveles inmensos de la deuda que los ladrones de los gobiernos anteriores contrataron a sus costillas.

Afortunadamente su estupidez y su codicia, evitaron que pudieran ver a mediano plazo la riqueza que hoy se estarían robando si no hubiesen actuado como raterillos vulgares. Pero no dan para más y hoy lo estamos viendo con el nivel tan rupestre desde el que han logrado convertirse en la oposición más anhelada por cualquier gobierno del mundo.

Como dijo el filósofo inglés John Stewart Mills: “Los conservadores no son necesariamente estúpidos, pero casi todos los estúpidos son conservadores”.