La fortaleza del Peso Mexicano
Salvo por fluctuaciones coyunturales de muy corta duración, el dólar ha venido perdiendo valor frente al peso desde abril de 2020, cuando se fortaleció durante la pandemia y este fin de semana se ubicó en su nivel más bajo, 8 meses antes de que entrara en funciones el gobierno de la 4ª transformación, en abril de 2018.
Así comparado con el nivel que tenía a finales del gobierno de Peña Nieto, en estos 4 años y medio el peso se ha revaluado en un 10% con respecto al valor del dólar en noviembre de 2018, siendo la moneda que mejor se ha comportado frente al dólar en los últimos 12 meses.
La razón por la que el valor del peso sube en relación con el dólar, es que se están comprando más pesos de los que se están vendiendo, es decir, es un efecto de la oferta y la demanda en el mercado de divisas, en el que la demanda de pesos es más alta que la oferta y el valor del peso sube. Sin embargo, esto no es un fenómeno casual o coyuntural porque ha venido sucediendo en forma constante desde el principio del sexenio, con excepción de un mes de pandemia en 2020.
Normalmente hay dos razones por las que la gente cambia dólares a pesos, porque tiene intereses o negocios en México cuya actividad requiere realizarse en pesos, o porque su percepción de riesgo al invertir en nuestra moneda es baja y su expectativa de ganancia es alta.
En el primer caso se encuentran por ejemplo, los más de 58 mil millones de dólares que los paisanos convirtieron a pesos y enviaron a sus familias, los turistas extranjeros que visitan el país y las inversiones que realizan empresas extranjeras en sus negocios que están en marcha en México.
En el segundo caso está la inversión extranjera directa que llega al país para instalar nuevas empresas y que junto con la que entra a empresas ya instaladas, rompió todos los records históricos en 2022 para colocarse en 37 mil millones de dólares; adicionalmente se encuentran las exportaciones, también rompiendo todos los records históricos, que pagan en dólares que luego se convierten a pesos, pero que se compensan al pagar en dólares todo lo que se importa.
Por otro lado también está la inversión que realizan los extranjeros en instrumentos financieros de corto plazo en pesos, como cetes o papel bursátil que pueden cambiar a dólares de inmediato si perciben algún riesgo en el manejo económico del país, lo cual no ha sucedido en 4 años y medio.
Todo esto ha desatado el fenómeno de revaluación del peso, que le ha permitido ganar a los que invirtieron en esta moneda en 2018 y no lo cambiaron por otra, una cantidad equivalente al 10% de su capital invertido, además de los intereses o utilidades que hayan generado con este capital.
Este comportamiento de nuestra moneda, que no habíamos visto en los últimos 53 años, genera una percepción de estabilidad bien fundamentada en el manejo sensato y eficiente del gobierno de México de la política fiscal, presupuestaria, monetaria y económica en general, que crea un círculo virtuoso, donde mientras este manejo no cambie, se puede esperar que la tendencia continúe en la dirección que lleva, aportándonos un buen número de beneficios.
Todo lo que importamos, como gasolinas, diésel, granos, fertilizantes, maquinaria, equipo, refacciones, fertilizantes, bienes de capital para fabricar y bienes de consumo para adquirir, se vuelve más barato. Las empresas sobre todo exportadoras, que contrataron créditos en dólares, disminuyen su pasivo. En términos de dólares, el poder adquisitivo de los que ganamos en pesos se incrementa, es decir, todo lo que se cotiza en dólares es más barato, como compras por internet, servicios de viajes al extranjero, o cualquier producto importado que compremos en México.
Así es que no hay que dejarse engañar por quienes desde hace 4 años y medio nos vienen diciendo, primero que va a haber una devaluación que hoy es improbable y segundo que nos perjudica que el peso se revalúe. Las evidencias aplastan contundentemente las predicciones de farsantes a quienes les pagan para decir mentiras.
Como dijo el historiador inglés Phillip Stanhope: “La mentira es el único arte de la gente de escasa capacidad y el refugio de los espíritus mezquinos”.