LA ENCUESTA DE MORENA ES LA ELECCIÓN 2024

Este jueves, Morena dará a conocer los nombres de las cuatro casas demoscópicas que realizarán las encuestas “espejo”, para definir al abanderado del Movimiento de Transformación, rumbo a la elección federal del 2024.

Hay que tener presente que la encuesta principal la llevará a cabo el partido político Morena y que esas cuatro encuestadores, replicarán el ejercicio, de acuerdo a los rigurosos lineamientos que acepten tanto la dirigencia de Morena, como los aspirantes que participan para alcanzar el cargo de Coordinador del Movimiento.
En los trabajos de las encuestadoras contratadas, estarán presentes un coordinador designado por la Comisión de Encuestas del Partido, un encuestador y un representante designado por cada uno de los aspirantes a la coordinación. Se trata de dar certeza al ejercicio, para evitar dudas y reclamos posteriores, derivados de un mecanismo que deje abiertos resquicios a la posible manipulación de cifras.

Marcelo Ebrard ha manifestado preocupación respecto al método de selección de encuestadoras “espejo” y para justificar sus dudas, nos recuerda que el mismo presidente López Obrador, ha señalado que hay muy poca confianza en esas casas encuestadoras, debido a la falta de calidad en su trabajo, si se comparan las cifras que publican antes de una elección, contra los resultados obtenidos en la votación. Las encuestadoras son un negocio rentable y por lo mismo, tienen clara inclinación a favorecer los números relativos al partido o candidato que paga por sus servicios.

Hay algo importante que reafirma esta idea. Hace unos días, Ciro Gómez Leyva, en su afán por defenderse de las acusaciones que le hace el presidente López Obrador, por publicar día tras día, encuestas “cuchareadas” en favor de los candidatos presidenciales del pasado y hoy en favor de Xóchitl Gálvez, deja en claro algo importante.
Ciro dice más o menos lo siguiente: “Yo como periodista, me lavo las manos. Son los propietarios de los medios (de manipulación), quienes contratan a la casa encuestadora de su preferencia. Yo solo leo ante cámaras, los resultados que esas encuestadoras presentan. Y efectivamente, las cifras varían en mucho con los resultados finales. Pero eso es un fenómeno mundial que hemos visto recientemente en elecciones de todo tipo. Incluso en Estados Unidos.

En lenguaje técnico, las encuestadores llaman a esto, errores de sobrerepresentatividad. Contamos mal, dicen”.

En lenguaje común, esa “sobrerepresentatividad” es simple y llanamente “inflar” los números de determinado candidato, con cantidades que en nada se ajustan a la metodología ni a la respuesta obtenida de los encuestados. Se trata de actos de corrupción que tienen como fin impulsar un fraude, haciendo creer a los ciudadanos que hay una “tendencia” favorable, en favor de quien paga la encuesta. Aunque esto no sea verdad.

Se trata de presentar a un candidato sólido e inalcanzable, por el que hay que votar, si no se quiere estar en el bando perdedor.

Esto que refiere un connotado difusor de noticias falsas, da una idea del riesgo que enfrenta un proceso de selección basado en encuestas, si no existen los suficientes candados para impedir un posible fraude.

En el caso de la encuesta de Morena, se debe ser muy cuidadoso al respecto.

Hasta este momento, hay casas encuestadoras que dan ventaja a Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López, con números que difieren unos de otros. Mientras Claudia aventaja en algunas, Marcelo y Adán Augusto lo hacen en otras y eso está bien, puesto que se trata de ejercicios de opinión realizados sin mayores controles de seguridad y con el fin de brindar espacios de opinión a los ciudadanos.

Hay quienes respaldan las encuestas que favorecen a uno u a otro candidato, pero ése es asunto pre-electoral.

La encuesta importante, que es la de Morena, soportada por las encuestas “espejo” contratadas, tiene un valor nunca antes visto en nuestro país.
A falta de candidatos serios que puedan enfrentar a los tres políticos de Morena que hoy compiten con probabilidades de triunfo, es de dominio público y así lo reflejan todas las encuestas, que quien resulte electo candidato de Morena, será sin duda alguna, el siguiente presidente de México.

La encuesta de Morena tiene el valor de una elección presidencial y por lo mismo, debe ser cuidada hasta en el mínimo detalle. No pueden darse “accidentes” de “sobrerepresentatividad” que de inmediato caigan en la confronta con otras encuestas. La metodología utilizada tanto en la encuesta principal de Morena, como en las cuatro “espejo”, debe ser clara y entendibles para todos. Debe tratarse de una muestra realmente representativa de los distintos sectores sociales del país.

Porque una muestra donde participara más gente de la Ciudad de México, seguramente otorgaría una ventaja a Claudia. Una que tuviera como base a la sociedad tabasqueña, probablemente favorecería a Adán Augusto y una fronteriza, tal vez beneficiara a Marcelo Ebrard, que ha mantenido mayor contacto con la sociedad del norte del país.

La elección presidencial del 2024, será un trámite obligado que todos deberemos cumplir. Hay que darle al presidente López Obrador, una Mayoría Calificada en el Congreso de la Unión, para que prosperen las Reformas Constitucionales que enviará para su aprobación. Pero la elección del siguiente presidente de México, se verificará con la encuesta que realizará Morena, desde finales de este mes.

El Movimiento, que es más grande que el partido y que cualquier interés personal “por legítimo que éste sea” (según nos dice el presidente López Obrador), debe estar muy atento sobre todo lo relacionado a esta encuesta.

Es el futuro del país el que se define ahí. Se trata del futuro de un Movimiento que ha construido en buena medida, el Pueblo de México.
Es el legado de López Obrador.

Y es, según las palabras del presidente, el alma de la Transformación, porque: “El verdadero motor del Cambio, es el Pueblo”
“Con el Pueblo, todo. Sin el Pueblo, nada”

Malthus Gamba