AMLO da batazo de home run a la derecha, con resultados; no con bots
Comentando con algunos conocidos sobre el ritmo de trabajo del presidente López Obrador y la manera tan efectiva que demuestra para esquivar cada golpe que intenta asestarle la clase conservadora, llegamos a la conclusión de que esto no es de ningún modo cuestión de suerte, ni tampoco de debilidad atribuible al oponente.
López Obrador es sin duda el político más destacado en este momento histórico. Su proyecto de Transformación, responde a una necesidad del país, que durante décadas buscó salidas posibles al entorno neoliberal, plagado de corrupción, violencia y pobreza, intentando recuperar una democracia y un Estado de derecho, perdidos desde la llegada de los tecnócratas al poder.
Pero este nuevo enfoque político, encuentra los obstáculos infaltables, por parte de una clase reaccionaria que se opone a las modificaciones democráticas que vive México.
Y es precisamente ante esas situaciones adversas, donde el oficio político del presidente se hace presente.
Claudio X González, representante de la clase empresarial conservadora, aliado a una COPARMEX de ultraderecha, pretendieron frenar las obras en el nuevo aeropuerto en Santa Lucía y revivir el proyecto aeroportuario en Texcoco.
Presentaron una serie de amparos, con los cuales pensaban doblar la voluntad del presidente. El final lo conocemos todos. Las investigaciones por corrupción, forzaron a Medina Mora a renunciar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación y con su salida, se dieron cambios importantes que afectaron a otros magistrados, que apoyaban sospechosamente esa serie de amparos.
Santa Lucía se construye a buen ritmo, ya que el poder judicial echó por tierra los recursos presentados por la gente de Claudio X.
Punto para el presidente.
Los periodistas que asisten a las conferencias mañaneras, han ido subiendo el tono de sus participaciones cotidianas en este ejercicio informativo. Ya no se trata de formular preguntas incómodas al presidente, sino de encararlo en tono agresivo y arrebatar la palabra para descalificar la información que el titular del ejecutivo pretende dar a conocer.
El significado de “diálogo de ida y vuelta”, no termina de ser comprendido por este núcleo de periodistas de bandera conservadora. Piensan que la prensa sigue siendo un segmento social intocable y que por lo mismo, tienen el derecho no escrito, para realizar su trabajo del modo que ellos consideren efectivo. Aún si la modalidad que eligen toma la vía de la falta de educación, respeto y apego a la verdad.
El presidente es contundente en sus respuestas a la prensa y la semana pasada, esa franqueza, ese decir las cosas tal y como son, incomodó bastante a los periodistas que cubren la fuente en Palacio Nacional. Al grado de que gritaron, encararon y subieron el tono hasta mostrar una conducta personal falta del mínimo sentido de la educación.
El presiente contestó a todos, sin ofender a alguno en particular y señaló que la prensa no está de ningún modo exenta a la crítica. La prensa se equivoca en ocasiones, como se notó claramente en el caso reciente en Culiacán. Esa conferencia concluyó en medio de un ambiente tenso, pero con clara ventaja para el presidente.
Lo que la prensa no esperaba, fue la respuesta generada en las redes sociales. El apoyo a López Obrador fue manifiesto y la descalificación a los periodistas, casi general. Las tendencias que se manejaron en Twitter, dejaron muy mal parado al periodismo conservador.
Punto para el presidente.
El mañanera del día siguiente, los reporteros, aún dolidos por la tunda recibida en redes sociales, solicitaron a López Obrador, por voz de Irving Pineda, uno de los comunicadores más vapuleados por los tuiteros, una investigación sobre el uso de bots en redes sociales, dado que los periodistas creían que el ataque recibido, no fue de ciudadanos de carne y hueso, sino de cuentas automatizadas.
El presidente accedió a realizar el estudio solicitado.
Esa misma tarde, los periodistas sufrieron una nueva descalificación en redes sociales, por parte de todos los usuarios que manifestaron no ser bots. El periodismo quejoso, fue calificado de “chillón” e inclinado como siempre, a faltar a la verdad.
Punto para el presidente.
El resultado de la investigación que solicitaron los periodistas afines a intereses reaccionarios, se hizo público el día de hoy, en la conferencia diaria.
Ahí se informó que las etiquetas posicionadas en redes sociales en la fecha que señalaban estos periodistas, fue en un 70% orgánica y a favor del presidente. 21% fue favorable a los periodistas, pero con un pequeño detalle: el uso de bots fue notorio en este caso.
Se pudo constatar que la cuenta “Tumbaburross”, es la cuanta madre que usan los bots de la derecha y que las cuentas nodos, que hacen que se difunda en forma automatizada el mensaje, son manejadas por Aurelio Nuño, Luis Calderón Zavala y Juan Carlos Romero Hicks.
Esta información la brinda la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana. Son datos oficiales y fácilmente comprobables. El reporte, se puso a disposición de todos los medios de comunicación desde el primer momento.
La identificación de bots, está hecha. Desafortunadamente, no son los bots con que pretendían escudarse los reporteros conservadores. Las conversaciones impulsadas por quienes apoyan al presidente y a su proyecto de Cuarta Transformación, son orgánicas en su mayoría.
La sucia estrategia de cuentas automatizadas, la está operando la derecha nacional. El tiro le salió por la culata a la prensa conservadora. Exhibieron a sus patrocinadores.
Punto para el presidente.
Hay algo que no dice el reporte que presenta hoy el equipo de trabajo de López Obrador. Detrás de las cuentas madre y de aquellas que estructuran nodos de difusión de noticias y datos falsos, está la figura de Felipe Calderón.
Anteriormente, Calderón tenía contratada la cuenta del “Teniente Chochos”, pero después de que la misma fue suspendida, comenzó a trabajar con la de Tumbaburross. Eso no es secreto alguno.
Hoy, ese castillo de naipes se derrumba en base a un informe claro, que está a disposición de todos aquellos que quieran verificarlo.
Y vuelvo al punto de inicio. La capacidad del presidente es muy superior a todo intento de la clase conservadora.
No han podido mermar el apoyo social que disfrutan tanto López Obrador, como la Cuarta Transformación.
Por el contrario, cada día vemos a un grupo reaccionario más reducido, muy desacreditado y sin fuerza para afrontar las siguientes elecciones en el 2021.
López Obrador, sin poner demasiada atención en ellos, se dedica a reconstruir el país y solo de vez en cuando, se detiene un poco para dar un pequeño coscorrón, a un sector social y político, que no entiende que dejó de ser privilegiado y al que no le van a servir ni la guerra sucia, ni las ideas de golpe de Estado que recurrentemente pasan por su mente.
El país tiene plena confianza en su presidente y López Obrador, con trabajo, nos demuestra que el camino que seguimos es el correcto.
Juego para el presidente.
Malthus Gamba