Por: Alam Bernal
@AlamBeav
Ante miles de personas en el Recinto Ferial, el líder de Antorcha Campesina en Chimalhuacán, Jesús Tolentino Román Bojórquez alega fraude electoral.
El hombre que durante más de dos décadas fue cacique de Chimalhuacán en el Estado de México, de la mano de la organización Antorcha Campesina y del PRI; acusa al partido Morena de haber cometido actos ilegales en su contra durante el pasado proceso electoral.
Frente a su sequito de seguidores hace alarde de las “importantes” obras (aunque opacas y construidas con empresas ligadas a Antorcha Campesina) que se comenzaron a crear desde el 2000 cuando llegó al poder.
Esto luego de una matanza entre sus seguidores; y los de su comadre y rival política, Guadalupe Buendía, “La Loba”, el 18 de agosto, durante su toma de protesta como alcalde.
Tolentino sustenta su supuesto triunfo en “sus encuestas científicas”, las cuales le daban la ventaja sobre la candidata de Morena.
“Por eso había relativa confianza en el triunfo”, sostiene Román Bojórquez.
El líder Antorchista asegura que en esta elección Morena invirtió más de 100 millones de pesos; el cual fue utilizado desde meses antes para “comprar votos”.
Al parecer el líder Antorchista describe las practicas hechas por su organización, quien bajo amenazas intentó retener al municipio que gobernó durante más de dos décadas.
Y es que, meses previos a los comicios se activó la poderosa, pero ya raquítica estructura política del movimiento Antorcha Campesina.
Pese a ello, Bojórquez asegura que su organización “no entregó” apoyos económicos para la compra del voto; pues señala que eso “va contra los principios de la organización”.
¡El Biólogo, ya cayó!
Bojórquez también niega que hubo de su parte violencia, aunque algunas zonas consideradas “exclusivas” del movimiento, se les impidió a los candidatos de oposición ingresar para presentar sus propuestas de campaña.
Pues incluso se presentaron agresiones físicas, donde las consignas eran: “¡Esta zona es de Tolentino!”.
Pese a ello, asegura que acatara los resultados electorales y amenaza con regresar nuevamente al gobierno municipal.
Mismo que sostuvo bajo amenaza de despidos si traicionaban al movimiento; pero incluso colonias consideradas bastiones del antorchismo, terminaron cayendo bajo un huracán llamado Morena.
“¡Ya cayó! ¡Ya cayó! ¡El biólogo, ya cayó!”, se podían leer en comentarios de “las benditas” redes.
Allí fue donde el poder de la organización ya no llegó; las amenazas y los abusos culminaron; pese al despilfarro y la violencia, el PRI y el antorchismo no lograron retener al municipio.
Aunque el “biólogo” aseguró que entregará la presidencia municipal bajo total paz; la herida de aquel trágico 18 de agosto sigue latente.
Y es que, pese al arrollador e innegable triunfo de Morena, sumado al hartazgo de los habitantes de Chimalhuacán; la Antorcha se resiste a apagarse.