“Lo que no suena lógico, suena a metálico”, ha dicho antes, el presidente López Obrador.
En una variante más clara sobre el mismo postulado, el titular del Poder Ejecutivo expresó hoy: “Ayer se vieron cañonazos fuertes y de todo tipo, al interior del Poder Judicial. Los ministros de la Suprema Corte de Justicia, estuvieron expuestos a mucha presión, en un intento de políticos y empresas nacionales y extranjeras, para “convencerlos” de votar en favor de sus intereses.
“Tenemos información de que los cañonazos hicieron impacto en la conciencia de algunos. Afortunadamente, hay gente honesta en la Suprema Corte que prefirió votar en favor del país y con esos votos, la Ley Eléctrica fue declarada constitucional”.
Una maniobra de meses por parte del grupo opositor comandado por Claudio X González. Millones de pesos invertidos para asegurar los votos necesarios para tirar la Ley Eléctrica en le Suprema Corte. Una campaña sucia sostenida por todos los medios de comunicación convencionales. Intervención de gobiernos y compañías extranjeras, tratando de tirar esa la Ley que había sido aprobada en el Congreso.
Todo eso. Todo
Se fue al cesto de la basura, ayer.
La felicidad del presidente López Obrador era enorme el día de hoy y dio las razones para ello.
Que salga o no salga aprobada en el Congreso la Reforma Eléctrica, que se está discutiendo, ya no tiene la relevancia que tuvo hasta el día de ayer.
“Con la declaración de constitucionalidad a la Ley Eléctrica, tenemos las bases suficientes para fortalecer como nosotros deseamos, a la Comisión Federal de Electricidad. De manera inmediata, se ponen a trabajar las turbinas de nuestras hidroeléctricas y generamos un nivel de producción del 10% del consumo que requiere el país. En poco tiempo, alcanzaremos el 20%”, dijo el presidente el día de hoy.
“Podemos subir esa electricidad a la red de distribución, en forma preferente. Ya no seremos los últimos en la lista de generadores de energía”.
La meta que buscaba el gobierno de la Cuarta Transformación, en materia de electricidad, ya se alcanzó. Si se avanza un poco más con la Reforma Eléctrica, el respaldo será más amplio.
Pero si la oposición traiciona al pueblo de México y vota en contra de la Reforma, nada grave sucede. La base es firme y es constitucional.
Ese golpe poderoso, que cimbra los anhelos conservadores para frenar los proyectos nacionales del gobierno del cambio, va acompañado de un dato duro que da a conocer el día de hoy el presidente.
“La Reforma Eléctrica garantiza que la propiedad y explotación del litio, corresponde exclusivamente al gobierno de México. No se otorgarán concesiones a particulares. El Litio es mineral propiedad de los mexicanos. Pero les advierto a todos. Si la oposición vota en contra de la Reforma Eléctrica, donde se garantiza la propiedad de ese litio, mandaré al Congreso una Reforma a la Ley Minera. Esa reforma no necesita mayoría calificada para alcanzar aprobación. Basta con el voto de la mitad más uno de los diputados. Mayoría Simple. Y esa Mayoría la tienen Morena y sus aliados en la Cámara”.
Con ese as bajo la manga, el presidente López Obrador gana la partida y el juego al grupo de Claudio X González.
La aprobación de la Reforma Eléctrica en el Congreso, pierde relevancia.
Esto no significa que carezca de valor alguno. Definitivamente resultaría provechosa su aprobación. Pero en caso de que ésta no se consiguiera, ya están las vías alternas definidas, para hacer viable el contenido contemplado en la Reforma.
Los cañonazos en “metálico” que ha disparado Claudio X González en la Cámara de Diputados, principalmente, pero también en la de Senadores, son de alto calibre, pero pierden sentido, ahora que el blanco al que habían apuntado, queda claramente fuera de alcance.
Ya no se trata de si pasa o no, esa Reforma. La Ley Eléctrica fue declarada constitucional y las reformas a la Ley Minera, están en manos de Morena y sus aliados.
Se ha dicho con total certeza, que en el presidente López Obrador, estamos viendo al mejor político de los últimos tiempos. Y de eso no queda duda alguna.
Es el mejor político, precisamente porque sabe manejar excelentemente ese aspecto fundamental de la política. El tiempo.
López Obrador dejó trabajar al grupo conservador en base a una estrategia que creían segura. Intentar detener a toda costa la aprobación de la Reforma Eléctrica.
En algún momento, el presidente habló de un Plan “B”, pero sin dar detalles del mismo.
Ese plan “B”, resultó ser en realidad el Plan “A”. Y como se dice coloquialmente en redes sociales, de nueva cuenta “se las dejó ir doblada”.
El golpe a los interese neoliberales en el sector eléctrico, es seco y contundente.
El presidente precisó en la conferencia mañanera de hoy, que la mitad de los amparos presentados por compañías privadas en contra de la Ley Eléctricas, se caen en automático. Perdieron su base para impugnar, al quedar definida la constitucionalidad de la Ley.
¿Qué va a pasar en la Cámara de Diputados si la oposición vota en contra de la Reforma Eléctrica?
Pues lo mismo que está pasando con quienes votaron en contra de la Ley Eléctrica en la Suprema Corte de Justicia”
El descrédito, la reprobación y el señalamiento hacia esos ministros en redes sociales, es enorme. Se les califica como traidores al pueblo y a la patria.
Hay imágenes de todos ellos inundando redes sociales.
Pero para los partidos políticos y los diputados en la actual Legislatura, el problema es mayor.
Hay elecciones en varios Estados en unos cuántos meses.
El descrédito y reproche ciudadano, mandarán a la lona a los candidatos de las fuerzas opositoras.
Y a final de cuentas ¿Para qué?
¿Qué estaría defendiendo la oposición, cuando la guerra en este terreno la tienen perdida?
¿Afrontar derrotas mayúsculas, a cambio de una pequeña rebanada de pastel?
Eso deben pensarlo bien los priistas al momento de emitir su voto.
Hay algo significativo que deja ver que el trabajo de consenso en el Congreso, está perdiendo importancia.
Ayer, por primera vez en el Senado, Ricardo Monreal contestó en tono fuerte y agresivo a los cuestionamientos de los senadores panistas.
Eso jamás habría sucedido a unos días de votarse la Reforma Eléctrica, si ésta tuviera aún la importancia original que todos veían.
Monreal hubiera tratado, como siempre, de limar asperezas.
El triunfo que consigue ayer el proyecto transformador del presidente López Obrador, es histórico.
No en balde al entrar al salón de conferencias en Palacio Nacional, señaló de manera casi inmediata que estaba Feliz, feliz, feliz.
Y millones de mexicanos lo acompañamos en su felicidad y le decimos: gracias presidente. Vamos a votar el domingo entrante.
Estamos haciendo Historia.
Malthus Gamba