Una de las características de los políticos conservadores, es pensar que el pueblo es tonto.
Cotidianamente recurren a la mentira y al engaño para tratar de influir en la conciencia colectiva de sus gobernados.
Es este momento, los mandatarios estatales que militan en los partidos políticos de la oposición, han manifestado su intención de abandonar en primera instancia, el Pacto Fiscal. Y si esto no es suficiente para presionar al gobierno federal para que acepte sus condiciones económicas, trabajar entonces para que los Estados que gobiernan, salgan de manera definitiva del Pacto Federal.
Esto significaría que esas entidades federativas, dejarían de ser parte de México y formarían en adelante una agrupación distinta a nuestro país, ya sea en forma conjunta, o cada una con una identidad nacional propia. Algo similar a lo que atestiguamos en la antigua Unión Soviética, donde al colapsar el régimen socialista gobernante, se vivió un episodio de fragmentación en el bloque de Estados que daban forma a la Unión.
Pero eso sucedió dentro de una sociedad en profunda crisis política y económica, misma que fue aprovechada por las potencias aliadas en la OTAN, para debilitar a fondo a lo que quedaba del socialismo y abrir al mismo tiempo nuevos mercados a los productos provenientes de occidente.
En el caso de los gobiernos estatales de oposición, que hoy proponen en México la posible salida de algunos Estados del Pacto Federal, la situación es más simple.
Los gobernadores afiliados a lo que ellos llaman “Alianza Federalista” y que en realidad debería conocerse como “Alianza Separatista”, tienen una sola motivación para hacer pública una intención tan ridícula.
Quieren que el gobierno federal les destine más recursos.
Pelean por dinero.
No obstante tratarse de las entidades más endeudadas del país y donde las medidas de austeridad han brillado por su ausencia, los recursos públicos nunca son suficientes para cumplir con los compromisos sociales que deben atender estos mandatarios locales.
Siempre les falta dinero. En toda ocasión donde existen condiciones para tratar temas de interés local y nacional, la petición de mayores recursos se hace presente.
En vísperas de elecciones intermedias y considerando la poca credibilidad que tienen los políticos que militan en los partidos de la derecha mexicana, el contar con recursos económicos abundantes, se convierte en la llave para conseguir triunfos importantes, en base al fraude electoral que por regla general, cuesta mucho dinero.
Le urge el dinero de la clase conservadora en este momento y están dispuestos a recurrir a cualquier medida, con tal de obtenerlo.
La que más está a la mano, es precisamente aquello que han intentado históricamente para alcanzar sus fines. Engañar al pueblo.
Los gobernadores de la oposición, saben bien que el reparto de recursos a cada Estado, se realiza en base a una fórmula matemática que contempla varios aspectos sociales en cada Entidad, como son el nivel de pobreza y el número de habitantes que se tiene. La distribución de la riqueza nacional a través de este mecanismo, permite combatir la desigualdad dentro del país, ya que los Estados donde la riqueza es mayor, aportan parte de su recaudación para cubrir rezagos sociales en otras Entidades, donde la riqueza es menor.
Muchos de los Estados del sur del país, no tienen una capacidad de producción mayor, pero aportan las materias primas básicas para el funcionamiento de la industria ubicada en el norte de la nación.
Una de las razones de ser de cualquier país, es precisamente ese compromiso social con todos sus habitantes. Se trabaja en beneficio de todos y se reparte la riqueza nacional en forma equilibrada.
El Pacto Fiscal es constitucional. Es el mecanismo aprobado por la Federación, para la correcta distribución de recursos públicos.
Para una modificación a este convenio nacional, sería necesario realizar un ajuste constitucional. No es posible reajustar ese Pacto a petición de una, o varias de las partes que aceptaron como válida, la forma en que hoy se distribuyen los recursos públicos.
Lo que hacen los gobernadores de la “Alianza Separatista” es mentirle al pueblo, diciendo que el presidente puede utilizar un mecanismo de distribución diferente al que marca nuestra Constitución.
Por eso, López Obrador señaló hoy que “el asunto no es conmigo. Es con la Constitución”.
Todo el dinero que corresponde a los Estados que conforman la república, se reparte íntegramente, de acuerdo a la fórmula señalada. Y eso lo saben los gobernadores opositores. No hay más para repartir.
Lo que pretenden estos mandatarios estatales, es que el gobierno federal, les entregue los recursos que por Ley, debe ejercer el gobierno del país de manera directa.
Quieren ser intermediarios entre el gobierno de López Obrador y el pueblo de México. Que esos recursos que no le corresponden a los Estados, les sean entregados también.
El presidente no está dispuesto a poner a disposición de estos gobernadores, el dinero destinado a la atención de las necesidades primarias de un pueblo, que confía en el manejo correcto de sus recursos, por parte del gobierno federal.
Ese dinero no tiene por qué ser triangulado. Sabemos bien lo que ha sucedido en el pasado con esta forma de “administrar” el dinero público. Se “pierde” buena parte del mismo en el camino.
Abandonar el Pacto Federal, como amenazan hacerlo estos gobernadores, tampoco es trabajo que competa al presidente.
Es motivo también de una modificación constitucional. No es decisión de un gobernador en turno. Implica la determinación de la población de esas Entidades Federativas, para dejar de formar parte de nuestro país. Es asunto de los congresos locales y del nacional. Participa la Suprema Corte de Justicia de la Nación y se concluye ajustando el marco legal, de forma que permita constitucionalmente hacer valer el derecho soberano de los Estados que desean separarse de la Federación.
Un proceso largo en el que interviene un buen número de instancias.
Lo que hacen hoy los gobernadores “separatistas”, es engañar a la población que les entregó el gobierno de esas Entidades Federativas.
Es mentira que el presidente pueda modificar la manera en que se reparten recursos a todos los Estados.
Es mentira por tanto, que con la mano en la cintura puedan salir del Pacto Fiscal y recibir recursos en forma distinta.
Es mentira que puedan determinar, como mandatarios estatales, la salida de los Estados que gobiernan en este momento, del Pacto Federal.
Y es mentira que puedan presionar con estos pobres argumentos y amenazas, a un presidente que sabe perfectamente que se está actuando, dentro del gobierno de la Cuarta Transformación, con estricto apego a la legalidad.
Más dinero, no va a haber para estos funcionarios públicos salidos de los corruptos partidos políticos opositores.
El presidente fue claro el día de hoy, al respecto: “no les debemos ni un solo centavo. Más bien, estos gobiernos estatales le están debiendo al gobierno federal”. “No les vamos a entregar recursos que deben ser ejercidos por Ley, por el gobierno federal. No les corresponde su manejo”.
Engañar al pueblo de México es hoy en día, muy difícil.
Los gobernadores “separatistas” quieren dinero, pero no para mejorar las condiciones de vida de la gente. Lo necesitan para preparar el siguiente fraude electoral.
Pero no van a recibir ni un solo centavo para esos fines.
Sus amenazas y mentiras, a nadie engañan.
Malthus Gamba